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¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
Dentro de mi experiencia es una verdadera bendicion
En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
en mi arquidiocesis si
¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
no hay obstaculos
Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
Las experiencias al menos en la diócesis donde vivo, carecen de un sentido ministerial, ante todo porque los laicos siguen estando relegados a la voz y mando de los sacerdotes. No hay iniciativa y no se promueve.
• En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
Como actualización bajo un perfil oculto sí, en el sentido institucional no. Los laicos seguimos manteniendo vivas las comunidades pero las realidades institucionales tratan de hacer la Iglesia un esquema de incompatibilidad evangélico.
• ¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
La formación bíblica, la creatividad en torno a la acción de la Palabra en la vida y la comunidad. Una experiencia de salida que faculte a los laicos a ser promotores creativos y dinámicos en sus comunidades.
¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”? No, no tengo esa experiencia, pero los videos me dan claridad.
En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres? En realidad no tanto, porque debemos primero entender quiénes son los pobres: Los faltos de riqueza material o espiritual??
¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos? Obstáculo el clericalismo
Los caminos que deberá recorrer la iglesia para alcanzar la plenitud de la sinodalidad de la palabra, es un camino que pasa por la ruptura de paradigmas arraigados desde hace muchos siglos, algunos que van más allá de las marcas del cristianismo y que tienen sus bases aún en el judaísmo. .
No será tarea fácil, sin embargo, los anhelos de una nueva perspectiva de la iglesia, que se propone tener un nuevo complemento en su estructura, es un proyecto audaz, pero necesario para involucrar nuevamente a los fieles laicos, que se sentían como un elemento a lardo del proyecto de Dios. Este creyente, que se sentía como una oveja descarriada del rebaño, vuelve a formar parte del rebaño y asume un papel fundamental y muchas veces protagónico en diversas actividades bien diseñadas y estructuradas, que fue relegada a un segun plano por el clero, en vista de la falta de tiempo para dedicarse plenamente a tales actividades.
La estructura definida desde los albores del cristianismo siempre ha tenido como proyecto la verticalidad de las decisiones y los proyectos. Al buscar integrar a los fieles laicos a la estructura de la nueva iglesia, podemos, sin temor a equivocarnos, decir que buscamos, en primer lugar, integrar a los fieles a las obras evangelizadoras de la Iglesia Universal, pero, en segun lugar, se puede enumerar el cambio en la estructura por una más horizontalizada.
El caso es que una de las bases más difíciles de cruzar será sin duda la conquista de los clérigos. La perspectiva de compartir con los fieles laicos, actividades que antes estaban restringidas a ellos, transmite, a primera vista, la idea de que están perdiendo “poder” y perdiendo su lugar en la iglesia. Llegar a formar este nuevo concepto de que al sumar los fieles a la estructura de la Iglesia, la estaremos fortaleciendo aún más, y, más aún, rescatar del rebaño a las ovejas que se habían perdido es un papel crucial para el éxito de este empeño.
Al lanzar el primer paso, que fue el anuncio del Sínodo Universal de la Iglesia, también sembramos la semilla para la maduración de esta mentalidad sinodal. Hicimos que los laicos se interesaran aún más en las actividades y más aún en conocer más profundamente todas las actividades de la iglesia, conociendo sus características, sus debilidades, sus fortalezas, sus bases, en fin, todo el marco de conocimiento y trabajo que nuestra Iglesia se desarrolla a partir de las primeras acciones de los apóstoles.
El concepto de sinodalidad no debe, ni puede, ser considerado solo en este contexto de cuestionamiento, sino que debe extenderse más allá. La sinodalidad debe convertirse en una constante en todas las actividades de la Iglesia Universal, en todas sus formas y contextos. La participación de los laicos en las decisiones tanto parroquiales como diocesanas debe ser instituida y mantenida como un modus operandis de ahora en adelante. Al hacerlo, estaremos fortaleciendo las raíces sinodales y, en consecuencia, haciendo fructificar el cambio de paradigma entre los miembros del clero.
Excelente curso sobre sinodalidad. Ésta constituye el camino para la nuevas estructuras de la Iglesia, basada en la cooperación entre todos los órdenes, y con vocación de universalidad. Que Dios os bendiga a todos¡¡¡¡
Muchas gracias por la oportunidad de participar en este foro.
* No conozco ninguna comunidad cristiana que intente ser “toda ministerial”. Lo veo muy difícil en nuestro contexto de una Iglesia bastante conservadora.
* En nuestro país hubo una diócesis y un vicariato que intentaban hacer realidad el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres… Pero desaparecidos los pastores que animaban el intento y las comunidades que luchaban por ello, desapareció el sueño.
* Para crecer en la vocación ministerial es fundamental la formación del cristiano desde abajo para formar personas maduras que sepan comprometerse: la preparación sacramental no forma adultos en la fe y en el compromiso cristiano; esaa preparación ayudaría a construir comunidades diaconales de servicio. Por otro lado, la actual estructura piramidal de nuestra Iglesia es un obstáculo para ello.
* Simple observación a los responsables de la presentacion : Los cinco temas de “experiencias” traen el mismo video de Rafael Luciani.
Muchísimas gracias, excelentes ponencias, muy esclarecedoras, bendiciones.
¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
No
En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
el camino ha iniciado, pero falta por lo menos en mi ciudad, realizar un seguimiento a las personas que colaboran con las parroquias, su conducta es extrema, va de lo empático completo, hasta lo despótico.
¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
falta hablar más con la gente y tener en cuenta los factores culturales de cada comunidad.
La verdad que los videos son bastante instructivos y muy ricos de contenido.
En mi opinión si se está avanzando mucho en la rama de una iglesia diaconal y espero que sigamos por este camino.
Los aspectos que ayudan a fortalecer esta vocacion ministerial son los deseos de mucha gente de ayudar al prójimo y llevarles la Palabra, obstaculos siempre habrán especialmente de parte de los detractores de la Sinodalidad
Saludos cordiales desde la República Dominicana 🇩🇴!
Nuestra querida iglesia católica está siendo sacudida de forma positiva a través de la visión de nuestro querido papa Francisco , el cual inspirado por nuestro padre celestial y a la luz del Espíritu Santo busca abrir nuevos espacios de discernimiento, nos llama a ser una iglesia en salida, fraterna , guardiana de la casa común, sinodal y evangelizadora.
La opción por los más pobres es un reto que nos toca a todos de forma misionera, creo firmemente que podemos hacerlo mejor , fuera del mero asistencialismo, debemos apostar por el desarrollo sostenible y justo para todos .
Los obstáculos que veo son :
– demasiada riqueza en pocas manos .
– egoísmo y ambición desmedida en nuestras sociedades.
– el capitalismo crudo.
– creciente individualismo y falta de empatía entre otras muchas más.
Por favor revisar el contenido referente a ( profundización y experiencias ) no había videos !
Dígame si es un error mío, por favor ☺️ y en ese caso qué debo hacer para poder completar esa parte !
Mil gracias de antemano! 🇩🇴
Si he tenido experiencias
Pero nos falta mucho por hacer en edte proceso sinodal. Hasta que profundicemos en los procesos de conversion a nivel institucional, eclesial, y ministerial no se notaran por ser muy pobres. El Papa Francisco nos linvita a continuar en la practica al Concilio Vaticano II que tanto bien nos hixo y sigue haciendo.
Hay mucha resistencias en los procesos de trasformacion, pero es urgente y necesario que sigamos apostando por seguir avanzando en el proceso sinodal.
Es hora de comprometernos como Iglesia, no solo a caminar juntos, sino a dejar de lado todo aquello que obstaculiza y bloquea el proceso de la sinodalidad.
Hace falta formarnos en este aspecto.
Aspectos positivos que ayudan a lograr una iglesia ministerial ( 🇩🇴🇩🇴🇩🇴🇩🇴)
– los pueblos de Latinoamérica y el caribe somos un bastión que todavía tenemos en nuestra esencia mucho apego a nuestra iglesia católica, claro está que algunos se muestran tibios a la hora de actuar pero creo firmemente que estamos de pie y vamos por más! 😍
– tenemos en nuestro papa actual un verdadero buen pastor que nos inspira y orienta con corazón de padre.
– el proceso sinodal que estamos viviendo es un antes y un después para la iglesia de hoy día, creo que es el empuje necesario para que podamos discernir y caminar juntos bajo la sombra del omnipotente. 🇩🇴
Al buscar todos un mismo objetivo, para gustar a Dios, pondremos especial atención en escuchar al Espíritu en la vida personal, y así poder vivir una espiritualidad cristiana, integradora de todas las dimensiones de la persona y de la realidad social en que se vive, encontrando la mejor manera de responder a un Dios que es Padre, y haciendo su voluntat.
Gracias primero por la oportunidad gratuita de este curso.
La sinodalidad ha desgajado la esperanza en todo el pueblo de Dios, especialmente a los de abajo de la pirámide tradicional como se concibe la Iglesia. Ahora, esperamos que no sea una moda, una momento en la etapa de reformas de un Papa, sino que sea un camino procesual por donde la Iglesia debe comenzar a caminar: dar voz y acción a los de abajo y que los de arriba aprendan humildad y tolerancia, pues las cosas cuando son muchos tardan más, pero posee mayor riqueza en la solución. Gracias.
Desde Chile, con un grupo de amistades con un alto compromiso cristiano y católico, participamos de una comunidad denominada Amerindia. Esta experiencia comunitaria, la vivimos en Chile, siguiendo otra importante experiencia conocida como teología india. En ella hemos aprendido la importancia de la sinodalidad, como generación de espacios de “escucha”, con disposición para acompañar los procesos de lucha ante sus innumerables dificultades históricamente arrastradas… este tipo de experiencias se reparten en todo el continente con grandes desafíos de ecumenismo, bajo un mismo espíritu; aquella Ruaj que reconoce en los más pobres aquello que los Obispos Latinoamericanos nos han dicho desde los documentos de Medellín, sobre la opción preferencial por los más pobres…. Esta sensibilidad y concienciación no es fácil de promover en medio del mundo cristiano y católico; muchas veces el indigenismo se ve como un sincretismo y animismo que impulsaría hacia un desenfoque en desmedro de la identidad católica, actitud poco sinodal que exige a los creyentes aprender de la actitud de escucha para tomar conciencia de los problemas reales y acompañar con sincero corazón la liberación de nuestros hermanos más desfavorecidos a fin de que podamos juntos lograr el sueño del Reino de Dios
Execelente cursoo
No podemos dejar de lado el esfuerzo que hace la Iglesia colombiana por hacer realidad las invitaciones del Papa, las cuales se reflejan en los diferentes planes pastorales de las diócesis, pero no podemos olvidar que este es un camino, donde los clérigos han de ser los primeros en entender el sentido real y efectivo de la ministerialidad.
La Iglesia colombiana, en especial la Arquidiócesis de Bogotá ha optado por un trabajo profundo en favor de los pobres, siendo uno de los énfasis del plan pastoral, aun que siempre faltará más por hacer.
Un obstáculo en el desarrollo de la ministerialidad es la clericalización de la iglesia, la falta de mística en el ejercicio pastoral, y la perdida de sentido dentro de la misma Iglesia.
Pienso que el camino sinodal nis indica lo que somos como católicos y la responsabilidad que tenemos en la historia de la Iglesia. Sin darnos cuenta de esto, la Iglesia se paraliza y la sinodalidad se vuelve una experiencia autoreferente y ensimismada.
Los aspectos más importantes que ayudan a la comunidad a crecer son : creer profundamente en Dios , ser solidario con todas las personas que necesitan , llevar una vida en servicio con los mas necesitados.
Los obstáculos son no confiar en los sacramentos , ser individualistas y no tener la suficiente fe.
Tres planteamientos que me parecen sumamente importantes para lograr que la comunidad crezca:
1. Permitir que el Espíritu Santo actúe y reconoce su actuación aun en aquellas personas que piensen diferentes a nosotros.
2. Posibilitar los procesos de participación de toda la comunidad.
3. Aprender a vivir la sinodalidad aun con las diferencias y desacuerdos.
El punto de vista que comparto es el de que en cada país vamos intentando caminar, según la medida que vamos caminando desde la Ministerialidad.
Creo que el sueño de una Iglesia Diaconal servidora de los pobres,necesita el impulso del conocimiento que nos proporciona esta magistral que da BOSTON COLLEGE GRATUITA, MUCHAS GRACIAS.
Ayudan: la conversión, la escucha, la salida, trabajo en equipo Ministerialidad y Sinodalidad….
No ayudan: el Clericalismo y lo contrario de lo que ayuda. BENDICIONES.
Saludos hermanos. Soy venezolano migrante, por obligación, en República Dominicana, trabajando en la Pastoral de Movilidad Humana. La Iglesia cambia cuando el conductor de esos pasos es el Espíritu Santo. El pueblo de Dios, quiere estar mas involucrado con las decisiones de su Iglesia, aportar ideas y propuestas, no siempre son las ideales. Pero el equilibrio lo aporta el Magisterio. Hay todavía mucha resistencia a los cambios, hay criterios errados de pérdida de poder por parte de algunas niveles de la estructura. Pero como dice el Papa Francisco, “Cuando el bochinche lo crea el Espíritu Santo, es porque El mismo recompondrá las cosas para mejor. La Iglesia en su totalidad no esta en salida. No toda la Iglesia, mira con los ojos de Cristo a sus pobres. Hay sacerdotes que incluso no están preparados para trabajar en las zonas mas pobres, pero el Espíritu Santo les dará los dones para hacerlo. Para avanzar mas en la participación laical en la Iglesia, es necesario formalizar y fortalecer, la formación de los laicos y delegar de manera ordenada, responsabilidades que los sacerdotes hoy mantienen bajo su control. La Liturgia, debe llevarnos a no terminar el aspecto celebrativo al concluir la ceremonia, los ministros deben conducir a sus fieles para que los laicos, salgan al mundo a anunciar y vivir la experiencia de Dios, de esa manera la caridad cristiana florecerá en favor del Pueblo de Dios.
En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
Creo que más que un simple intento es un “serio programa pastoral” que el Papa Francisco esta impulsando, desde su liderazgo.
Desde el papado que él fomenta, veo una clara opción por reducir “los símbolos del poder”, y favorecer los “símbolos del servicio”.
Ante esta intuición, considero que este caminar, como anteriormente lo dije, es un “serio programa pastoral”.
¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos
Creo que hay un claro aspecto novedoso: la apertura para escuchar el sentir de los demás. Lo anterior abre la puerta a consensos, basados en disensos, en otras palabras: no tenerle miedo a las diferencias, más bien verlas como una oportunidad para mejorar el compartir comunitario.
Un obstáculo claro es el pensamiento estéril de mantener las viejas costumbres, tradiciones y dogmas que no son compatibles con la Sinodalidad.
La sinodalidad nos permite conocer más sobre los apóstoles Pedro Pablo quienes dieron la iniciativa de seguir un camino sinodal
Al igual nos permite conocer la historia hasta el actual que el Papa Francisco nos da a conocer con fuerza sobre el camino a toda la juventud y a todos quienes creen en nuestro señor Jesucristo.
En la Diócesis donde me encuentro estas se encuentra en la escucha del la realidad, y en la aportación de apoyo a los migrantes y trata en escucha y orientación de su situación social y cultural.
creciendo en un aspecto de Estudio, escucha aceptación de la cultura y realidad social que viven las mujeres, una Iglesia en salida y que camina en procesos de desarrollo en toma de decisiones conjuntas para el servicio del pueblo de Dios.
La sinodalidad ha sido siempre de una gran importancia para la vida y funcionamiento de la Iglesia a través de la historia. Hoy en día, la Iglesia enfrenta enormes desafíos en esta sociedad actual, es por eso que la sinodalidad debe buscar el esfuerzo y trabajo común de todos los fieles sin distinción de estatus y ponerlos al servicio de la Iglesia y del Evangelio. El trabajo y las aportaciones de cada uno, clero y laicado, hombres y mujeres es de vital importancia, la Iglesia somos todos. Los desafíos son muy grandes y entre todos, pues somos Iglesia y sociedad, debemos trabajar para que el mensaje del Evangelio sea una realidad, no solo desde el campo de la fe, sino también desde el campo de la realidad cotidiana. La Iglesia tiene el deber de extender y fortalecer el Reino de Dios en la Tierra. La sinodalidad es una inmejorable oportunidad para que todos trabajemos juntos para tal fin, queda mucho por hacer.
Creo que si queremos un cambio, este ha de venir siempre desde las Iglesias
locales, que son la base de la gran pirámide que durante tantos siglos han gobernado.
Para ello debemos de comenzar creando un ambiente de armonía entre los diversos carismas que cada uno puede aportar en la comunidad.
Si somos parte de la comunidad, todos tenemos el derecho a participar y a intervenir en las decisiones que se lleven a termino . Que todos respeten y acepten la diversidad, pues esta es riqueza para la autentica vida en comunidad.
Solo así se reflejará la sinodalidad, el caminar juntos.
Es un proceso lento para lograr la transformación de la Iglesia pero necesaria para poder enfrentar el camino ministerial y de servicio para con los demás, algunas de las dificultades que nos encontramos sigue siendo el cleriaclismo laical y la falta de algunos sacerdotes en cuanto a formación de su comunidad, tomando esto desde el punto de vista parroquial, más sin embargo muchos soñamos y pensamos que Iglesia quiero dejar a mis nietos que clase de Iglesia quiero tener y vivir, frívola superflua o comprometida que acoja, proteja donde uno quiere pasar y quedarse, justo por eso acá nos vamos comprometiendo en prepararnos, formarnos y acercarse al hermano y escucharle, hacerle sentir que no está solo, que el Señor lo acompaña y demostrarle de que manera le acompaña en el día a día, que la Iglesia es y será servidora de todos, no excluyente, no para unos cuantos, no para los que solo rezan, no es solo para los que tienen tiempo, sino que es de todos, pues solo así podremos enfrentar lo que se viene
No tengo experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser toda ministerial.
Una Iglesia diaconal, servidora de los pobres, es el deseo de algunos pero no siempre es el querer de muchos en nuestras realidades…
Ayuda a crecer en esta vocación ministerial:
– Oración personal y comunitaria
– Vivencia cotidiana del Evangelio
– Escuchar al Espíritu Santo que nos habla hoy a todos
– Ser con otros… testigos misioneros de la Buena Noticia
– Respetar las diferencias, buscar la unidad en la diversidad (dones, ministerios, carismas,…)
– Escuchar a todos, los que están adentro, los que están afuera, “reciprocidad entre la consulta y el discernimiento”, rendir cuentas a la comunidad,…
– Que todos tengan un lugar en la comunidad y se sientan parte, participación activa y corresponsable en ella, ser “sujetos eclesiales”, “iguales en dignidad”
– Buscar el consenso, realizando un proceso de discernimiento y de toma de decisiones
– Ser servidores… instrumentos del evangelio en todo tiempo y lugar… gratuitos, disponibles, solidarios, atentos a las necesidades de los más pobres y frágiles …
– Iglesia de puertas abiertas… que vive la comunión… acogedora de todos…
– Formación permanente
– Conversión sinodal
Obstáculos:
– No considerar esta vocación dentro de la Iglesia
– No participar del proceso sinodal que se está realizando, desinterés, crítica, mirarlo desde afuera…
– Intereses personales… comunitarios… protagonismos…
– Estructuras cerradas (de pensamiento, organización,…)
– Clericalismo
– Ambición de poder
– Burocracia en la comunidad
– Falta de formación
Aún no me queda claro lo que se discute como Sinodalidad..
“UNA IGLESIA TODA MINISTERIAL”
Tuve la oportunidad de estar de misiones en Ecuador, durante 14 años. Allí pude tener la experiencia de una Iglesia en donde los laicos, como bautizados y comprometidos en su Iglesia local, participaban activamente en equipo con el sacerdote y las religiosas. Todos teníamos la confianza de opinar y ser escuchados, ellos desde la realidad de su comunidad y nosotros tratando de ver la gracia del Espíritu Santo que nos iba indicando el camino mejor a realizar para hacer visible el Reino de Dios en este mundo.
En algunos sectores sí se observa una iglesia servidora, pero tristemente en otros aún existe el sentido de “que les sirvan” , me refiero a la esfera de los sacerdotes y algunas religiosas; que se han instalado en un ambiente cómodo y falta mucho encarnarse con las necesidades de la gente pobre y que sufre las consecuencias de la desigualdad y la inseguridad social.
Considero que los aspectos que ayudan a crecer en el servicio a los demás son: la humildad, la escucha, la cercanía con la gente, salir de nuestra comodidad, el compromiso, la solidaridad y ser una “iglesia en salida”.
Los obstáculos que impiden esta vocación ministerial son: el orgullo, individualismo, comodismo, materialismo, “estar sólo detrás del escritorio”, el “sacramentalismo” que sólo es por dinero, “la doble vida”, la ambición, la mentira, la corrupción, y sobre todo el alejarse de la oración.
Sí he tenido una práctica al respecto, en el sentido del trabajo vocacional en la Arquidiócesis de México y en relación a los niños, invitándolos a ser monaguillos, para lo cual invitamos a jóvenes y adultos, en especial a matrimonios, a animar los grupos. Lo cual ha permitido formar pequeñas fraternidades, en las que participan no sólo los monaguillos sino también sus padres, hermanos y amigos.
Respecto a la segunda pregunta son en su mayoría los pobres los que participan en los grupos de monaguillos, pero en la comunidad parroquial no todos nos hemos puesto al servicio de los pobres.
En lo que toca a la tercera pregunta. Lo que ayuda es que las personas puedan tener la oportunidad de formar parte de alguna pequeña comunidad, los que se integran a ellas están, de muchas formas, comprometidos con el servicio a los pobres. Los obstáculos se dan cuando dichas comunidades sólo se preocupan por reunirse, estudiar y no adoptar alguna actividad en favor de los pobres.
Como religiosa joven he notado el progresivo cambio de la iglesia, ya que todos queremos caminar juntos, desde nuestras debilidades, abilidades, posibilidades y carisma. Gracias al Espíritu Santo nos vamos identificando con la persona de Jesús y la construcción del Reino.
Claro que sí, a diario somos muchos los que nos ponemos en salida para ir al encuentro de la persona de Jesús en los más necesitados que son los que más sufren.
La identidad de hijos de Dios
Donación de sí en la construcción del Reino
La gracia del Espíritu Santo
Estar abiertos a los signos de los tiempos.
No salir al paso de Dios
Caminar en solitario
Imponer los propios criterios entre otros.
La verdad que doy inmensa gracias por Dios por permitir que salgan tantas cosas
Que se ha escuchado la voz del pueblo de Dios en camino hacia una iglesia en salida como dice el padre Héctor.
El estado actual de la iglesia diaconal como servicio a los pobres varía en diferentes partes del mundo. En algunos lugares, la iglesia diaconal está muy activa y está haciendo una gran diferencia en la vida de los pobres y marginados. Estas iglesias están involucradas en una amplia gama de actividades, como la distribución de alimentos y suministros médicos, la educación y el apoyo a la vivienda.
Por otro lado, en algunos lugares, la iglesia diaconal puede ser menos activa y puede no estar haciendo todo lo posible para servir a los pobres. En estos casos, puede ser necesario un mayor compromiso y esfuerzo por parte de los líderes de la iglesia y la comunidad en general para abordar las necesidades de los pobres y marginados.
En general, sin embargo, la iglesia diaconal sigue siendo un importante agente de cambio en muchas comunidades, y sigue siendo un importante recurso para aquellos que viven en la pobreza y la marginación. A medida que la iglesia diaconal continúe trabajando con dedicación y amor para servir a los pobres, seguirá haciendo una gran diferencia en la vida de muchas personas en todo el mundo.
La sinodalidad como práctica de vida en comunidad, comprender la acción de espíritu Santo en la historia global de la Iglesia y su presencia sin distinción en todas las personas, principalmente en el pueblo de Dios es importante que la conozca no solo las personas que están involucradas en el trabajo directo de las iglesia sino todo el pueblo, por ello debe ser promovida desde el púlpito mismo.
Hola Armando, no entiendo cuando te refieres a que la Iglesia se paraliza. El Espíritu Santo se encarga de que eso no ocurra nunca, incluso en los momentos de mayores errores de la Jerarquía eclesiástica. Ayúdame a comprender tu comentario, gracias
Excelente comentario. De acuerdo contigo.
En el Vicariato Apostólico de Puyo se gestó una Red Oriental con los demás vicariatos de la amazonia ecuatoriana esa sería la que motivó lo que hoy es la gran Red Eclesial Panamazónica REPAM.
Parece que era ayer cuando en la ciudad de Puyo del 22 al 24 de abril del 2013 se reunían en el Centro de formacion Intipungo, un encuentro de 146 personas convocados por una experiencia de trabajo compartido en el Oriente Ecuatoriano y coordinado por la Caritas Ecuador, acompañados por las principales autoridades de la Conferencia Episcopal del Ecuador, los obispos de las jurisdicciones amazónicas, el representante del CELAM Mons. Pedro Barreto, representantes de los pueblos originarios de la Amazonia y organizaciones fraternas internacionales, nos reuníamos para a la luz de un proceso de trabajo y reflexión que se ha venido realizando en la Amazonia ecuatoriana, buscar respuestas y caminos para promover un modo de vida compatible con la defensa de la naturaleza de nuestra Amazonia y de los pueblos que en ella habitan.
El llamado profético que el Papa Francisco había hecho en una homilía el 19 de marzo del 2013 llamo la atención y marco el inicio de un camino: “Quisiera pedir por favor a todos los que ocupan puestos de responsabilidad…hombres y mujeres de buena voluntad: seamos custodios de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente, no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen nuestro caminar…”
Ello motivó a los presentes a elaborar un documento de este encuentro y así sembrar la semilla de una gran red a nivel de toda la cuenca Amazónica Red REPAM, al siguiente año en 2014 en Brasilia se dió luz al nacimiento oficial de la REPAM como fruto de un proceso de trabajo en distintos países amazónicos con la misma búsqueda de encontrar el cauce que articule tantos pensamientos y sentimientos expresados en las voces de los pueblos que viven en los territorios de este bioma Panamazónico.
Dios padre y madre, con su Espiritu fecundo y creativo, hizo surgir este instrumento providente de la REPAM y después a la luz de la encíclica Laudato Si del Papa Francisco, quien movido por el Espíritu de Dios, convocaría el Sínodo Amazónico, algo que nadie se imaginaba, donde la REPAM realizó un trabajo gigantesco encomendado por el Papa, la preparación y la ejecución de la escucha en los territorios amazónicos con una participación inédita, de más de 86.000 participaciones, preludio de una Iglesia sinodal, referente de trabajo eclesial en el mundo, y que ha sido y es el Kairós del espíritu en la Iglesia hoy , para abrir nuevos caminos de evangelización y para vivir una ecología integral en defensa y cuidado de la vida de nuestro planeta tierra, casa común para la humanidad.
La REPAM ha estado presente y seguirá estando presente en el territorio acompañando la vida de la familia amazónica, con su gente, con su fauna y con su flora con sus montañas y ríos, expresión del amor y la hermosura creada por Dios para el mundo.
Repam motivó un Sínodo inédito sobre un territorio, donde la participación también inédita fue clave, los pueblos originarios, laicos y mujeres impusieron su voz y fue tomada en cuenta hasta el punto que ellos declararon que la Iglesia era su mejor aliada. Un punto de inflexión causo el Sínodo Amazónico, como resultados tenemos el documento final, el regalo del Papa Francisco “Querida Amazonia”, la creación de la Conferencia eclesial de la Amazonía CEAMA, la primera Conferencia Eclesial latinoamericana y del Caribe y este próximo Sínodo de Sinodalidad.
El camino de la REPAM y CEAMA junto a otras organizaciones eclesiales encarnados en este territorio amazónico permanecerán muchos años más en el tiempo, porque los sueños de Dios y de los hombres continúan y la esperanza de los pueblos nunca muere: habrá un día en que todos al levantar la vista veremos una tierra nueva, con hombres y mujeres nuevos, más misioneros, más fraternos, más solidarios, más proféticos. Seguimos tejiendo la red y obedeciendo al maestro, ”echad las redes mar adentro” caminamos hacia aguas más profundas, escuchando a nuestros pueblos en sus territorios, construyendo un mundo para que las futuras generaciones la puedan disfrutar, una naturaleza más limpia y unos aires y unos ríos más trasparentes.
¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
1-Sí, aunque es una “experiencia leve”,en este momento , entre todos los que coformamos y comprometemos con la pequeña Iglesia San Toribio de Modrovejo, pues esto se debe a que vamos conociendo de apoco lo que es la “sinoladidad”, y poniendo en práctica ese nuevo estilo de iglesia. La de “un estilo de ser iglesia corresponsable y participativa, en comunión”(Jorge Lugones SJ)
En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
2-Personalmente creo que estamos gestando una Iglesia Diaconal Servidora de los Pobres, y debe ser así, como estilo de vida de la iglesia, como aspiración espiritual y social del la Iglesia Cristiana. Una Iglesia sensible y disponible a ayudar a los más necesitados.
¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
3-Creo que los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministeril es estar abierto siempre al diálogo, a la verdad, la paciencia y la comprensión, siempre con la presencia del Esp´ritu Santo. Los obstaculos, manejarnos con un “corazón extraviado” repleto de chismes, egoismos, necedad, inepcia.
Quiero participar con delicadeza y respeto y dar una sola respuesta que resumen las cuatro precuntas, pienso que cómo Iglesia vamos aportando a este camino de sinodalidad, donde requiere de todos la capacidad y reprocidad de aprender unos de otros, generando desde lo que somos el modo de proceder del evangelio, para poder permitir que todos nos sintamos miembros activos donde pidamos servir, amar, contagiar a otros con nuestra vida de coherencia. Es importante que el verdadero líder aprenda a mostrar el camino para que todos como Iglesia caminemos en unidad… Todos podemos generar vida desde nuestras diferentes vocaciones, lo mas importante es que respetemos y dejemos que el Espíritu de Dios nos mueva a ser servidores de los que nos necesiten. Para llegar a esto es clave salir de nuestros intereses y de nuestro Egoísmo, para dar la oportunidad a todos.
Una Iglesia diaconal y servidora…. en algunos lugares tengo la experiencia que se están dando pasos: una iglesia que sale al encuentro de las necesidades de las personas y no esperan que venga a golpear la puerta,; cuando el consejo pastoral está activo; cuando hay asambleas parroquiales que facilitan el discernimiento de todos los participantes se escucha en libertad, superando prejuicios y buscando solo el bien de las personas… hay que continuar haciendo camino… un paso a la vez.
Completamente de acuerdo contigo: los cambios vienen de la base, de las comunidades pequeñas, así como el ejemplo que pone Jesús con el grano de mostaza…
Más que un “concepto abstracto” a memorizar, estudiar o reflexionar, la Sinodalidad es un itinerario experiencial para crecer tanto como personas e individuos, y en comunidad como en la misma sociedad.
Atte: Nahum Ulín.
Debemos dar gracias a Dios porque el Espíritu Santo se adelanta de muchas formas para inspirar a la Iglesia y cuando nos damos cuenta en muchos lugares, comunidades, parroquias, Diócesis, se vive de distintas formas, el servicio ministerial como un compromiso bautismal maduro y responsable en estrecha unión. En nuestra Diócesis en Venezuela, desde hace mucho tiempo, llevamos a cabo un proyecto Diocesano que tiene en una de sus etapas la creación de pequeñas comunidades dónde acontece la Iglesia y cada bautizado se siente parte importante y protagonista en comunion con todos. Juntos caminamos para hacer presente a Cristo en los hermanos, nos apoyamos unos a otros en las necesidades sociales y principalmente en el caminar y crecimiento de la fe.
Cada uno va descubriendo su cuota de responsabilidad y compromiso y responde al llamado del Señor Jesús con generosidad.
Gracias por todas las experiencias de “camino sinodal” compartidas.
Confiar en la fuerza y la luz del Espíritu Santo, que es quien nos guía, es esencial en este proyecto de camino en sinodalidad eclesial. Dejemos que Él nos inspire y nos vaya conduciendo a ser la Iglesia que Jesús soñó.
Buenas tardes a todos, soy de la ciudad de Rosario, Argentina.
– Como ya comenté en otra oportunidad mi experiencia de una comunidad que intenta ser ministerial, es la que llevamos adelante en la “Comunidad de crecimiento pastoral Juan Pablo I”. En ella laicos y sacerdotes juntos vamos buscando los caminos que nos llevan a la construcción del reino.
– En cuanto si se está realizando el sueño de una iglesia diaconal, me parecen que se van haciendo algunos pasos pero que todavía falta mucho, en algunos casos muchísimo.
– Los aspectos que ayudan son:
+ la toma de conciencia de la vocación bautismal;
+ la toma de conciencia de una reforma permanente de la iglesia;
+ la vida comunitaria;
+ la formación;
+ la búsqueda de un nuevo modelo eclesiológico a la luz del CVII;
+ la corresponsabilidad asumida.
– Los obstáculos son:
+ las estructuras eclesiales que responden al modelo eclesiológico preconciliar;
+ el clericalismo;
+ el no salir del binomio clero-laicos;
+ el que los laicos no luchamos por nuestros espacios;
+ la sacerdotización y los temores y resistencias que ofrecen;
+ la no acogida del otro como “otro”, dando cabida a la diversidad.
Se podrían mencionar muchos más aspectos que ayudan y obstaculizan a vivir una iglesia ministerial, acá solo esbozo alguno de ellos.
Un saludo muy grande a todos y a cada uno.
Estoy de acuerdo con tu comentario Alejandro
La sinodalidad es un camino de la búsqueda del bien común, donde debemos dejar actuar al Espíritu Santo, se necesita abrir nuestra mente y corazón para escucharnos unos a otros, desde ahí tomar decisiones consensuadas.
Requiere dejar de lado protagonismo, para buscar el bien mayor.
Exige trabajo personal, formación, amplitud de pensamiento.
La sinodalidad nos enseña que en la vida aprendemos unos de otros, algunas veces seremos aprendices otras maestros.
Creo es muy importante que todos los párrocos den a conocer a sus laicos el proceso que está viviendo la Iglesia en la Sinodalidad.
De esta manera los párrocos se verán comprometidos a caminar junto con sus comunidades, y los laicos tomados en cuenta en su participación.
Me gusto mucho la ponencia de Kristen Colberg, alli se resume los temores de muchos laicos, en muchas diócesis y parroquias el tema de la sinodalidad no se aborda, mucho menos se piden aportes, el Papa Francisco ha sido claro, no es una opcion del clero, en la diocesis y parroquia a la que pertenezco la inmensa mayoria de los fieles no han escuchado nada del proceso sinodal.
• La experiencia que puedo compartir acerca de una comunidad cristiana que es toda ministerial se remonta a las comunidades de periferias de Buenos Aires, más precisamente en la matanza. Creo que es lo más cercano al principio de la comunidad cristiana “toda ministerial”. En la misma se conjugaban todos los servicios y los ministerios en un movimiento que podría llamar de sinergia. Me refiero que uno podía en primer lugar identificar y conocer a todos los miembros de la comunidad, y al mismo tiempo era un espacio abierto en donde cualquiera podía sumarse. En las celebraciones y momentos de reunión la comunidad toda participaba en los diversos servicios, cada uno podía tener una función. Y como punto culmen y para mí el más importante toda la comunidad trabajaba también para el bien de los niños y jóvenes del barrio con diversas propuestas y actividades.
• La pregunta es muy amplia, pero tiene su respuesta en cada contexto. Creo que sí, que de a poco se va haciendo realidad el sueño de una Iglesia diaconal. En la sociedad la Iglesia va abriendo el corazón y la sensibilidad a las dificultades y situaciones de los más pobres y vulnerables.
• Los aspectos que ayudan a crecer a una comunidad en la vocación ministerial son en primer lugar la atención a los signos de tiempos, es decir a la realidad, a la existencia humana de quienes forman parte de la comunidad. Motiva también la flexibilidad, la valentía y el arrojo para animarse a mas, a lo nuevo, a romper el “siempre se hizo así”, para probar e intentar nuevos senderos; aunque no tengamos todas las seguridades del “éxito” del mismo. Finalmente creo que ayuda mucho la conciencia de comunidad, en la cada uno siente que es miembro, activo, protagonista, por lo tanto no tiene que esperar que le digan qué hacer, sino que es él mismo agente de cambio. Algunos obstáculo que frenan el crecimiento son la dependencia de los ministros ordenados, con ello quiero decir que esperar que el Padre tomé la iniciativa no ayuda. Tampoco favorece el crecimiento una mirada demasiado “calculadora”, la misma consiste en buscar estar completamente seguro del éxito de la una misión. Algunas veces es necesario corres riesgos, y caminar nuevos senderos.
En mi diócesis X se ha hecho muy poco en respuesta a la invitación del papa Francisco con lo que se refiere al Sínodo de la sinodalidad. Se ha dado el cambio de obispo a finales de 2022. Para mí es una prueba evidente que la sinoalidad es el gran desafío de la Iglesia diocesana y el clericalismo en el gran obstáculo.
Uno se conforta a ver la historia del sínodo en la Iglesia universal y las diferentes diócesis de los diferentes Continentes. Me ayuda a tener una comprensión de la situación actual y paciencia para seguir aforntado el gran desafío de la sinodalidad.
¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
Considero que los aspectos que ayudan a que una comunidad crezca en la vocación ministerial son principalmente la valoración, la formación, la coherencia de vida y el servicio. La valoración del don recibido en cada uno de los ministerios, sintiendo que Dios llama y capacita a sus elegidos. La formación , comprendida como un medio de preparación para servir mejor. Una coherencia de vida que enseñe e invite a quienes nos rodeen a dejar una huella positiva a en el mundo. Y el servicio como respuesta de una fe abandonada en la voluntad de Dios.
Los principales obstáculos que impiden el crecimiento ministerial son la indisposición para trabajar en equipo y una comunicación poco asertiva.
Hermana, valoro positivamente su comentario y como parte de la Iglesia en Ecuador lo considero muy aproximado a la realidad. Verdaderamente hay mucho que purificar aún dentro de casa. Por una parte hay quienes contemplan su vocación como un servicio y quienes se sirven de ella, cuando nuestro mejor y mayor ejemplo es: “Jesús quien a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se anonadó así mismo, y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos”. Fil. 2,6
Buenas tardes a todos.
Tratando de seguir la exposición de lo que es la sinodalidad, y el vivir esa sinodalidad en la Iglesia, al notar lo que puede ser un obstáculo a esa sinodalidad entre lo que se menciona el clericalismo, el autoritarismo el individualismo de algunos cuantos, quizás la idea que se presenta, es que tenemos que comenzar a vivir en nuestras parroquias quizá con nuevas actitudes y comportamientos, que eviten caer en esas formas, ya que las venimos “arrastrando” o viviendo como algo dado por hecho. Y pues es un cambio de mentalidad, pero sobre todo de actitud, y será un proceso en todos.
De que hay intentos de vivir esa ministerialidad, y como iglesia servidora, los hay, pero al paso del tiempo parece que es necesario nuevamente dar ese impulso, o que lo recordemos.
Con anterioridad participé activamente en una comunidad que procuraba vivir y ser toda ministerial. El hecho de colaborar en la formación de candidatos al diaconado permanente me ha permitido extender esa participación, por la oportunidad de intentar que dichos candidatos vayan descubriendo el meollo de la diaconía y la ministerialidad como estilo de vida.
En mi parroquia y en algunas otras que conozco en áreas suburbanas se va caminando hacia la realización del sueño de una Iglesia diaconal. Abierta a todos y todas y servidora de los más desfavorecidos. Con algunos tropiezos de vez en cuando, pero procurando seguir adelante.
Desde la toma de conciencia de la impronta bautismal común a todos los hombres y las mujeres miembros del Pueblo de Dios, se puede caminar en comunidad y crecer en la vocación ministerial. Desde la humildad de seres creados y la confianza de hijos e hijas de Dios procurando en comunidad, y también en nuestra particularidad personal, bajo la mirada atenta, materna, de María nuestra Madre y modelo de oyente y seguidora de la Voluntad del Padre:
Atendiendo la voz del Espíritu Santo y procurando acercar nuestro diario vivir al espíritu evangélico, estar atentos a lo signos de los tiempos como “lugar” donde se manifiesta para todos la Voluntad del Padre;
Abriendo nuestro corazón para aceptar al otro y a la otra tal como son, para que caminemos juntos y colaboremos en la construcción del Reino como respuesta a la vocación recibida e incluso desde el envío de la comunidad;
Cuando vivimos la oración como el encuentro personal con Jesús y su amor hacia cada uno de nosotros y nos hace participar de la corriente de vida de la Trinidad.
Obstáculos y dificultades que impiden crecer en la vocación ministerial se dan, a mi modo de ver cuando guardamos para nosotros nuestros talentos y carismas, poco o algunos más, recibidos de parte de Dios y no queremos ponerlos a rendir al servicio de la comunidad;
Cuando, en espíritu de dispersión, ponemos nuestro empeño en dividir a la comunidad o simplemente no hacemos nada por incrementar su unidad;
Cuando vivimos la liturgia como el tiempo para mis intenciones y peticiones a través del Santo de “mi” devoción y no como vivencia y participación en el sacrificio redentor de Cristo Jesús en beneficio de toda la humanidad.
Saludos.
Pienso que la Iglesia Católica está haciendo lo posible por brindar un servicio con mayor humildad hacia la gente más necesitada tanto económica como espiritualmente, y todas estas enseñanzas son obra de Espíritu Santo, pues la sinodalidad se da en cada encuentro que la Iglesia tiene.
Los cristianos estamos obligados a cumplir los mandamientos de la Ley de Dios y los Sacramentos de la Iglesia, pues la salvación y todo lo que viene de Dios está marcada con la sangre del cordero, de ahí que este campo de enseñanza nos acerque cada vez más a rendir los resultados que como servidores de Dios debemos de fructificar.
Pienso que la Iglesia Católica está haciendo lo posible por brindar un servicio con mayor humildad hacia la gente más necesitada tanto económica como espiritualmente, y todas estas enseñanzas son obra de Espíritu Santo, pues la sinodalidad se da en cada encuentro que la Iglesia tiene.
Los cristianos estamos obligados a cumplir los mandamientos de la Ley de Dios y los Sacramentos de la Iglesia, pues la salvación y todo lo que viene de Dios está marcada con la sangre del cordero, de ahí que este campo de enseñanza nos acerque cada vez más a rendir los resultados que como servidores de Dios debemos de fructificar.
Ciertamente, el proceso de sinodalidad al cual estamos llamados a vivir nos hace corresponsables de esta construcción donde todos tenemos la posibilidad de sumar desde los dones y talentos que se tiene, pero nos debemos reconocer parte de este proceso que es de diálogo, escucha y de discernimiento donde la centralidad es Jesús que se manifiesta en todo de manera especial en los más vulnerables.
Saludos desde la Arquidiócesis de Mercedes-Luján, en Argentina. Soy servidor en el Santuario Basílica de Luján. Respecto de la experiencia de una comunidad que intenta ser “toda ministerial”, entendiendo como ministerial = servidora, puedo decir que si. Claro está que el camino es largo y no lleno de curvas, algunas cerradas. En el Santuario se ve el afán de Servir a todos, sin ningún tipo de distinción, y también sin tratar de “enseñarles”, sino de escucharlos. El resto, lo va haciendo la Virgen. Esto no quiere decir que esté plenamente logrado, ni que sea el ideal. Pero es un camino hacia una Iglesia Diaconal, Servidora. A veces hay situaciones que (como en mi caso viniendo de años en Parroquias) podrían escandalizar o generar dudas u otro tipo de acciones. Es un desafío grande cambiar la mentalidad. Abrir el corazón para cambiar la cabeza. Y lógicamente disponernos a dejar obrar al Espíritu Santo. Es fundamental que los Pastores transmitan con su ser esa apertura, para que todos los muchos que quieren servir puedan sumarse, evitando el clericalismo excesivo (tanto de los Ministros como de los Laicos), confiando en el Espíritu, y en los dones que cada uno pueda aportar
Yo me he quedado con que la sinodalidad no es ta nueva como parece, forma parte del ser de la iglesia. Pasar de estar centrados en Cristo al tiempo de Espíritu. Creo que se ha emprendido un camino importante y ojalá que entre todos a pesar de las diferencias podamos encontrar lo que el Espíritu quiere dirigir a su iglesia. Es un gran desafío
Mi experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser toda ministerial, es quizás en las comunidades de la Renovación Católica, en donde casi todos participan de algún ministerio, alguna tarea y siempre se realizan con amor; pero por fuera de estas, es muy difícil encontrar que los laicos quieran participar activamente en pro de construir una verdadera iglesia ministerial y algunos de los factores que considero son obstáculos para esto, es el conformismo; nos acomodamos y esperamos a que el sacerdote nos dé todo; considero que también nos falta interesarnos más por los asuntos de la Iglesia y entender que lo que afecta a los otros, también debe afectarme a mí; nos falta la empatía con el otro.
Creo que algo que puede ayudar a construir esta Iglesia ministerial es la formación y la invitación constante a participar en las diferentes actividades parroquiales; que no siempre sean las mismas personas haciendo las mismas cosas…. sino que haya un ambiente de apertura.
Consol Baldrís Arnedo / 12 febrero 2023
Aunque no nos demos cuenta, el Espíritu siempre actua en nosotros, y desde la Oración, nos ayuda a discernir lo que pide hoy la Sinodalidad.
Estoy de acuerdo con lo que expresa Cecilia Serrato Aguilar, cuando dice que los aspectos que ayudan a crecer en el servicio a los demás son: “La humildad, la escucha, la cercania con la gente, salir de nuestra comodidad, el compromiso, la solidaridad y ser una Iglésia en salida”
Hola Miriam…..
Muy bueno eso del “deseo de algunos” al “querer de muchos”….. Ojalá que pasemos del “deseo” a la búsqueda de construir una iglesia ministerial.
Desde mi experiencia se están dando pasos importantes en dirección a crear una Iglesia en la que sean reconocidos los servicios laicales en su importancia y dignidad ppr parte de la jerarquía. Los laicos y religiosos si estamos dando pasos hacia una iglesia diaconal al servicio de los pobres. El mayor obstáculo está en el clericalismo, no solo de los sacerdotes sino también de algunos laicos, que se sienten como católicos de segunda categoría. El ministerio sacerdotal al servicio de todo el pueblo de Dios, no es en una categoría superior.
Una iglesia servidora de los pobres del mundo … Una iglesia definida desde el espíritu del Concilio Vaticano II, debe acercarnos al sueño de una iglesia diaconal servidora de todos.
Como bien dice el Papa Francisco, la lógica actual de nuestra iglesia debe ser la “Lógica Samaritana”.
Si bien el sueño aún no es realizable en general, siempre se empieza por peldaños pequeños que van permeando al pueblo de Dios. Ese avanzar con una sana esencia en los desafíos de la sinodalidad, permitirá que los obstáculos se puedan vencer para fortalecer la comunidad cristiana que apunte a ser toda ministerial:
Una iglesia servidora, samaritana, tienda acogedora para tantos… es más que un sueño una realidad en muchos lugares del mundo. Pero lo es al estilo de la semilla de mostaza, que va creciendo poco a poco sin publicitarse, al estilo de la levadura que se integra para que otros crezcan, al estilo del grano de trigo que muere…. tantos laicos y catequistas, tantas religiosas especialmente… hacen esto día a día (América Latina, las periferias de Europa, África…). Es una iglesia real, sin mucha pompa o boato, gracias a Dios, sin necesidad de grandes manifestaciones o documentos sin implicación. Escuchémoslas, aprendamos con ellas y póngamonos a caminar junto a ellas.
En nuestra Iglesia local existe una importante participación de miembros activos y otros miembros no menos importantes que colaboran de forma puntual, a pesar de ello la misión se lleva a la práctica desde distintos y diversos ámbitos.
Nuestra parroquia acoge y ayuda a empoderar a los más debiles y necesitados.
Un número importante de miembros, por su edad o salud, “caminan juntos” desde la cercanía a sus familias y vecinos principalmente desde casa; no suelen participar en las celebraciones comunitarias pero viven su fe con la oración y preocupándose por las necesidades de aquellos más cercanos sin dejar a un lado las necesidades de la parroquia; es su forma de llevar a la vida el proyecto de Jesús.
Todas aquellas que no se sienten acogidas y nos ven como un grupo cerrado, no somos capaces de mostrar una apertura clara que les haga cambiar de opinión. Las que quieren las cosas como siempre. Las que se sienten inferiores, no entienden. No han descubierto o no hemos sabido mostrar que la Iglesia es y está abierta para todos. Que todos debemos caminar juntos guiados por el Espíritu Santo.
Las mujeres y los jóvenes en general l somos poco escuchados por la jerarquía eclesiástica.
Se participa en limpieza, ornamentación, catequesis, liturgia…
En nuestra parroquia somos escuchadas en las asambleas, en nuestro grupo de catecumenado, en las homilías dominicales y cada vez que necesitamos con el párroco.
“Caminar juntos” solo es posible si se basa en la escucha comunitaria de la Palabra y la celebración de la Eucaristía.
Mi experiencia ha sido de lucha contra el clericalismo. Por un lado nos hablan de la sinodalidad, pero todavía muchos sacerdotes no la viven y no permiten a los laicos ninguna iniciativa.
Pienso que tenemos que orar mucho, dejarnos guiar por el Espíritu Santo, hacer silencio para poder escuchar la voz de Dios. Seguir luchando y asumiendo cada vez más participación dentro de la Iglesia.
La experiencia que tengo de sinodalidad es la que he comentado anteriormente.
Para seguir ese camino hay que tener plena confianza que el Espíritu Santo nos ilumina y nos da la fuerza. Tener experiencia del amor de Dios Padre , que todos somos hermanos, que Jesucristoto dio su vida por todos y necesitamos caminar juntos, tenemos que comprometernos.
No hacemos sinodalidad cuando queremos imponer nuestros criterios, sea jerarquía eclesiástica o simple laico. Cuando no escuchamos a todos, cuando nos despreocupamos de los más débiles, cuando marginamos a algunos grupos no escuchándolos.
Excelente, estoy completamente de acuerdo con usted Sra Cecilia…
En primer lugar agradezco los aportes anteriores, que hacen de este espacio una instancia de “escucha”, de camino conjunto.
Con respecto a:
1. Experiencia en una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”: gracias a Dios estoy en un contexto parroquial urbano con muchos desafíos, y mucha conciencia de servicio, una experiencia muy rica de disponibilidad y servicio creativo, si bien aún falta bastante para hablar de una comunidad “toda ministerial”.
2. Iglesia diaconal, servidora de los pobres: en continuidad con la respuesta anterior, la situación de pandemia acentuó el servicio hacia los más pobres; y la creatividad de la comunidad busca modos de superar el asistencialismo o pasividad de quienes son más empobrecidos para lograr más dignificación, que sean sujetos activos.
3. aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y obstáculos: AYUDA=cuidar los espacios de oración como momentos de escucha al Espíritu y a los hermanos y hermanas, propiciar espacios de discernimiento y evaluación sin miedo a los disensos y conflictos; favorecer instancias de escucha y diálogo con los interlocutores (pobres o aquellas personas con quienes interactúa la comunidad), apropiarnos todas, todos de esta tarea, no sólo el párroco. OBSTÁCULOS: temor al diálogo, voluntarismo que prescinde del Espíritu, de la oración; falta de transparencia, cierto paternalismo
1. ¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
Aquí en Chile, como en todo el mundo, comenzamos a sentir la falta de sacerdotes. Por eso las comunidades, los laicos comprometidos, se han organizado y decidido llevar a cabo todo el ministerio dentro de las parroquias. Tenemos dos parroquias en plan piloto, que son: San Damián de Molokai, en la capital de Santiago y Jesucristo Misionero, en la región de Valparaiso.
2. En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
Si, creo que es un sueño que tiene que hacerse realidad; siempre que exista una corresponsabilidad laical efectiva cuando este laicado, maduro y empoderado, asuma todos los retos y desafíos que se le presenten por delante.
3. ¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
Los primeros en ayudar son los obispos, que deben discernir las cualidades y el genuino deseo de servicio de parte de este laicado que no quiere ningún puesto de poder, sino que trae consigo un genuino deseo de servir al prójimo. En este sentido es necesrio una formación teologíca-pastoral para salir del esquema clerical, en el cual hemos sido criados. Por último, también deben ser preparados los presbíteros, cuya formación enfocada a la conducción parroquial, sea ahora una nueva manera de hacer presencia y servicio en las parroquias.
Obstáculos, siempre existirán, pero hay que vencerlos de forma obstinada. Hay que cambiar mentalidades y acciones, lo que podremos lograr con muchísima oración y escucha en el Espíritu Santo.
Comparto anhelos, ilusiones y proyectos con religiosas, religiosos, sacerdotes y laicos de varias parroquias en una pequeña capital española; con gente creyente e increyente a pie de calle. Y en todos ellos percibo la necesidad de avanzar en la dirección de una iglesia toda ministerial, servidora de los pobres, evangelizadora, pobre ella misma. Una iglesia que dé testimonio de Jesús, de su acogida y misericordia para con todos. Y veo y escucho que ya llegamos tarde, que aún falta mucho, demasiado, para liberarnos de tantas estructuras caducas que nos atan y nos impiden reflejar ese rostro de Jesús que tanto deseamos mostrar. Sin embargo, el trabajo, la ilusión, el esfuerzo y la esperanza de tantos hermanos y hermanas que, en todas partes, se afanan por caminar en sinodalidad, en crecer en ella, me lleva a creer que es posible; que esta siembra, por difícil, larga y dolorosa que pueda resultar, dará fruto.
Buenas y santas. Tras una mirada retrospectiva repasando las diversas interpretaciones que la iglesia le dió a la sinodalidad, encuentro una vez más la riqueza en la diversidad y la escucha. En tiempos de una “sociedad líquida”, inquieta, desesperanzada pero con fuerza para criticar y juzgar sin involucrarse o comprometerse entiendo que los intentos buenos o no tanto, para gestar espacios de escucha, es sin duda signo de Dios en medio nuestro. Coincido con el fuerte clericalismo que muchos mencionan, y señalo también que para que exista “un problema tiene que haber al menos dos partes”. Quiero decir, qué necesitamos trabajar en primera persona para que este cambio ocurra y deje.paso a la corresponsabilidad al servicio del próximo/prójimo.
Sigo rezando/reflexionando.
Saludos a tod@s y gracias por el espacio. Es sumamente rico.
Me quedo pesando en algunos conceptos: la armonía que no implica falta de tensión. La responsabilidad de nosotros los laicos de asumir la responsabilidad que como bautizados tenemos. La sinodalidad cómo una túnica que se teje de una sola pieza entre todos. Lo difícil que nos resultara a todos superar nuestros egos. La valoración de sensus fidei.
Ha sido enriquecedor este proceso de aprendizaje de esta primera semana, en donde nos hemos situado en términos históricos y teológicos. Me parece que la clave fundamental está en lo pastoral, para que, a través del discernimiento comunitario podamos poner en práctica un verdadero proceso de conversión pastoral en bien de la misión evangelizadora. Hace falta seguir potenciando un verdadero espíritu de servicio para llevar a una Iglesia cada vez más samaritana.
El Papa Francisco nos ha ayudado y estimulado fuertemente en este camino de sinodal de ser iglesia servidora. Pero me parece que para lograrlo necesitamos formar y formarnos desde la niñez en este camino de servicio, facilitar y favorecer la experiencia práctica del servicio, unida a la experiencia interior de la amistad con Jesús. También me parece muy importante evitar el clericalismo, creo que esto no ayuda. da la sensación de que lo que importa es el poder. Y así no fue Jesús.
Me encanta!
En pocas palabras, dijiste grandes verdades .
Si creemos realmente en nuestro padre celestial, en su obra y en su deseo de salvación para nosotros sus hijos, seremos solidarios , empàticos , serviciales y más. ☺️🇩🇴
Para que podamos hacer un camino sinodal debemos de volver a nuestras raíces el kerigma a tener ese encuentro personal con el resucitado, eso nos facilitara el poder caminar junto sin excluir a nadie ,que nos podamos escuchar mutuamente y poder escuchar juntos al Espíritu Santo y dejarnos guiar por el para afrontar los nuevos desafíos que afronta la iglesia y en conjunto buscar solucione.
El camino Sinodal es una gran ventana que se abre para seguir buscando la verdadera unidad del pueblo de Dios. La iglesia es portadora de esperanza y en esa medida internamente tiene que reflejar esa esperanza. Temo que esta ventana se cierre, que este proceso sea solo un slogan publicitario y no un cambio desde las bases, un cambio estructural. El evangelio de Jesús nos debe motivar a salir de nuestras viejas estructuras y dar el salto y verdaderamente mostrar una iglesia unida en medio de los distintos carismas que el Espíritu Santo va suscitando.
Saludos fraternos:
La experiencia que tengo sobre la comunidad cristiana que intenta ser” toda ministerial ” la estoy viviendo desde mi iglesia local,Santa Cruz de Villa Mella en República Dominicana, a través del trabajo que realizan las diferentes pastorales y ministerios que hacen vida en nuestra parroquia.
En cuanto a la segunda pregunta,pienso que sí,que se están dando pasos y haciendo esfuerzos al respecto y este camino de la sinodalidad al que todos estamos llamados a recorrer es un elemento fundamental para lograrlo en la proporción que se espera.
Con relación a los aspectos que ayudan a la comunidad a crecer en la vocación ministerial considero que están: la formación contínua, actitud abierta al cambio a la luz del Evangelio y guiada por el espíritu Santo,mantener una vida de oración personal y comunitaria entre otros.
Dentro de los obstáculos :
Desinterés, resistencia al cambio, entre muchas otras.
Buenas Noches, Bendiciones
Este curso nos brinda la oportunidad de conocer mejor el funcionamiento de la jerarquía de la iglesia, dándonos la oportunidad de que nos empoderemos de nuestro rol de laico comprometido y vivamos la pertenencia de la fe que profesamos en nuestro señor Jesucristo, no solo de palabra sino con hecho y tomando en cuenta nuestra opiniones con el impulso sinodal que siempre ha existido pero ahora de manera mas apremiante
• ¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
Participo de un Movimiento de la Iglesia Católica, que promueve la comunión, participación y misión de todos. Esto se concreta, en una Plan de Renovación Diocesano, con el Obispo como garante de un proceso de sinodalidad del Pueblo de Dios que se le ha confiado y caminar hacia la meta última de la historia: la salvación universal. Es una propuesta cercana a ser toda ministerial.
• En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
Decir que no se logra, sería desconocer la acción del Espíritu Santo en todo ser de buena voluntad. Pero, en la práctica, desde la “institución”, no se percibe así. Pareciera que hay un distanciamiento entre el deber ser de la Iglesia Diaconal, y la praxis, lejana de los pobres. Se perciben algunos intentos, que llegan a ser extraordinarios, pero que pronto son estigmatizados por una corriente u otra.
• ¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
-Lo que ayuda a crecer en esta vocación ministerial, es el que cada uno y cada una y la comunidad descubra su lugar en el Plan de Salvación. Cada Iglesia local asuma un plan de evangelización que les permita secundar el querer de Dios para esa realidad. Hoy, el mundo nos dice que no es viable evangelizar con prácticas que en un tiempo fueron válidas. El avance de la tecnología, acerca el conocimiento a todo aquel que lo busca. Se necesitan nuevas formas, nuevas prácticas…se necesita vivir realmente la sinodalidad, sin distinción.
El principal obstáculo, es el poder de la jerarquía por mantenerse en una zona de confort, sin mayores riesgos, sin apertura a los cambios.
Ahora ya están descargados los videos de todos los temas del programa de la primera semana.
Muchas gracias.
• No conozco ninguna comunidad que tenga esa característica en particular, pero si toda comunidad cristiana es asistida por el espíritu santo y dirigida por personas laica.
• En mi opinión eso sería lo ideal, pero la realidad es otra, como dice el Evangelio de San Mateo 9: 38 la mies es abundante, pero los obreros son pocos.
• El Papa Francisco invita a servir a los pobres y no solo acumular riqueza pues, a su parecer, ¨ no sirve para vivir el que no vive para servir´´.
• ¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
Los 8 puntos más importantes:
1. Ore por un aumento de las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada.
2. Enseñe a los jóvenes a orar. El Papa Benedicto XVI dijo que a menos que se les enseñe a orar, nuestros jóvenes nunca escucharán a Dios llamándoles a establecer una relación más profunda con Él y no entrarán a formar parte del discipulado de la Iglesia.
3. Invite a adultos jóvenes activos y a los adolescentes a considerar una vocación al sacerdocio o a la vida consagrada.
4. Hágalo atractivo. Muestre el sacerdocio por lo que realmente es, una llamada para ser un padre espiritual de toda la familia de la fe. Del mismo modo, la vida consagrada para una mujer joven es una llamada a estar unida a Cristo de una manera única y la oportunidad de ser una madre espiritual de aquellos que encuentra en su vida y servicio.
5. Practique la fe. Todos tenemos que recordar que el propósito mas importante de toda nuestra vida es crecer en una relación profunda, íntima y amorosa con Dios. Este es el primer paso para cualquier persona joven que desee discernir cualquier llamada en la vida.
6. Entre en el silencio. El silencio es clave para la cordura y la integridad. Sólo podemos “escuchar” la voz de Dios si estamos en silencio. Cada día los jóvenes deberían tratar de pasar 15 minutos en oración en silencio. Son estos momentos donde ellos pueden empezar a recibir una orientación clara en su vida.
7. Sea un buen discípulo. Algunos obispos dicen: “No tenemos una crisis de vocaciones, tenemos una crisis de discipulado.”
8. Pregúntele a Dios que es lo que Él quiere para su vida. Él sólo quiere lo que es bueno para usted. Si, de veras usted está llamado al sacerdocio o a la vida consagrada, estará en el camino para encontrar una gran alegría y satisfacción.
• Los obstáculos
Si observas un poco tu vida, encontrarás que miles de veces no has respondido como Dios lo esperaba de ti. Frente al llamado que te hace Dios a la perfección, encontrarás en tu vida presunciones, desesperaciones, pereza, enojos, riñas, odios, gula, impurezas, supersticiones, mentiras, venganzas, omisiones.
Creo de gran utilidad cultivar la escucha, el discernimiento comunitario, llegar a consensos para la toma de decisiones y estar convencidas que es el Espíritu Santo quien se hace presente cuando la comunidad se reúne para tomar decisiones.
En la vida nos hace falta sabernos escuchar, abrirnos a pensar que no tengo la verdad plena, es necesario estudiar, prepararse, pensar, interiorizar. No tenemos respuesta a todo, ni soluciones mágicas; la vida vamos construyendo con esperanza, ánimo y ganas.
La vida es un camino que recorremos día a día, en el que todos aportamos y aprendemos unos de otros.
Buenos días:
La formación que organizan nos está ayudando mucho para seguir adelante.
¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
Realmente se está participando en la diócesis a la que pertenezco, el primero que está haciendo todo lo posible para que las personas participen es el Obispo. Hay laicos y laicas que no están dispuestas a hacer cambios igual que muchos presbíteros ni hablan de ello. Siguen diciendo que no saben que quiere decir el Papa con Sinodalidad.
¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
Lo que más ayuda es la escucha y la participación.
El gran obstáculo es la cerrazón y querer seguir haciendo siempre lo mismo sin cuestionarse nada.
Comparto la mayoría de los comentarios que se han escrito.
Muchas gracias.
En un mundo donde se impone la supervivencia, la sinodalidad sufre la diáspora de intenciones personales y una compactación de los tiempos comunitarios. No hay una práctica de tiempos compartidos porque la preocupación de supervivencia capta la atención del individuo.
La implementación de comunidades de diálogos electrónicos organizados como: los blogs, los emails o correo electrónico, los foros, la mensajería SMS (Shot Messaging Service), la mensajería instantánea como el WhatsApp por ejemplo.
Ayudarían a la individualidad de los tiempos personales e impulsarían fuertemente a la opinión de la comunidad.
Estás preguntas las respondo en el curso de diaconado y la situación es la.misma en mi entorno
Muchas gracias por la riqueza de las conferencia y videeos que nos permiten entrar con mayor profunidad en el tema de la Sinodalidad , y con ello ir abriendo nuestra mene al soplo del Espíritu. Gracias por los aportes a trravés del foro. Que el Espiritu continue animando el caminar de nuestra Iglesia en la reforma y conversion que todos necessitaMOS.
En la localidad en donde radico actualmente Querétaro la sinoladidad es todavía lejana, esto porque el centro del país México es demasiado conservador y clericalista, este cambio debe de empezar por sensibilizar primeramente a la Iglesia Diocesana para ir permeando a los fieles. En México se piensa que la teología es para los curas o religiosos. No asumimos los bautizados que es responsabilidad de todos la verdadera evangelización y que a todos compete el prepararnos y participar.
Aún hay mucho que hacer sin embargo dar el primer paso es lo difícil y este ya de dió.
Es importante que los católicos asumamos este compromiso y que sea la Iglesia de México quien los haga participes y se dejen de lado las prácticas paternalistas y asistencialista, necesitamos una Iglesia madura que piense y participe activamente. No somos niños y no se nos debe de tratr por igual hagamos responsable al pueblo de Dios.
Muchas gracias por las magníficas conferencias y videos que van preparándonos para una vvencia auténtica de la sinodalidad.
Pertenezco a una congregación religiosa que va haciendo este camino paulatinamente.
Estoy convencida que el cambio lo hacemos todos y todas y que avanzamos hacia una reforma de la Iglesia. En mi juventud viví los cambios primeros del Concilio, hoy la luz y el coraje de quienes en él participaron ns sigue acompañano y estimulando. Avanzamos bajo la fuerza del Espíritu.
Muchas gracias también por los aportes en este foro.
Excelente las ponencias, creo es importante la escucha, el diálogo y el discernimiento para llegar a consensos movidos por el Espíritu Santo.
Considero que la mayoría de las comunidades cristianas tienen la intención y disposición de ser “toda ministerial”, en el sentido de apoyar a los pobres y necesitados, en lo material y espiritual; porque este debe ser nuestro norte como católicos.
Es importante destacar que la Iglesia ha hecho un gran esfuerzo por fortalecerse como Iglesia diaconal, servidora de los pobres
Y prueba de ello lo vivimos en el desarrollo de pandemia, donde la Iglesia tuvo un lugar protagónico es la ayuda de todos los que necesitaron comida, vestido y el fortalecimiento espiritual.
Entre los aspectos que pueden ayudar a una comunidad a crecer en esta vocación es el fortalecimiento de la Humildad y el desprendimiento del protagonismo
De tal manera que se unifiquen esfuerzos para que Jesucristo sea el Protagonista del quehacer pastoral
En primer lugar, considero sumamente pertinente la perspectiva histórica y luego contextual de esta primera semana del curso. Comprender los modos cómo la Iglesia ha vivido la sinodalidad nos permite ver que la transformación es constante y que hoy el camino es novedoso como lo fueron los anteriores, y la inclusión de los laicos es un reto y un llamado, para estar también a la altura del día que viene. Las perspectivas contextuales me han hecho consciente de la unidad en la diversidad. Creo que el gran reto es que la sinodalidad no sea un centrarse en la Iglesia, sino caminar con los demás seres humanos, especialmente con los pobres, las víctimas, si bien es cierto que hay que poner orden en la casa, también es que esta debe ser una casa abierta, acogedora y una comunidad en salida. Otro reto importante es el de la toma de decisiones, quién lo hace y a quién se rinde cuentas. La lógica clerical es estructural y está muy arraigada. Por otra parte, reunirnos y hablar con parresía no es poca cosa, pero recuperar la dignidad del bautismo de todos y el justo lugar del orden presbiteral y episcopal es un otro aspecto crucial.
Agradezco la posibilidad de escuchar distintas voces de distintas partes del mundo sobre el tema. Creo que la iniciativa del sínodo sobre la sinodalidad pone en cuestión cosas fundamentales sobre el modo de proceder en la iglesia, sobre el modo de tomar decisiones, sobre el modo de escuchar a los demás, sobre el modo de vivir nuestro bautismo y participación en ella.
Pertenezco a una congregación religiosa donde, afortunadamente, vamos caminando también en la misma sintonía, con distintas realidades en los diversos continentes. Todos vamos participando y aportando en los distintos ámbitos de las iglesias locales y continentales y eso también está bueno; aunque no siempre es fácil y necesitamos mucha conversión respecto también de nuestros propios modos de incluir a otros/as en nuestros dinamismos, toma de decisiones, modos de gestionar las estructuras pastorales, de pensar, planificar y ejecutar las tareas en la misión de la iglesia.
Comienzo agradeciendo mucho el espacio, pues son recursos muy ricos que dejan el corazón y el espíritu inquieto, cabe aclarar, una inquietud dinamizadora.
Me parece de especial interés y riqueza el que haya una particularidad al momento de pensar los procesos de sinodalidad en las realidades particulares, aunque con una línea común: ”El ensanchar el espacio de la tienda” (Is. 54,2)
Me genera algunas preguntas, por ejemplo si como pueblo de Dios nos encontramos en sintonía de buscar una iglesia de monumento o una iglesia misionera y dinamizada por las realidades actuales. Poder focalizar nuestras búsquedas, como dirían por ahí, para no jalar cada uno por nuestro lado.
Hacer fuerza, pero en la diversidad. Es algo que fuertemente me conmueve, pues pareciera que es lo más amenazante y aterrador: lo diverso.
¡Que sea nuestro motor y utopía!
Que el Espíritu guíe estos procesos y nunca lleguemos a ellos.
¡Que nos hallemos siempre en camino hacia ellos!
Buenas tardes. En la Iglesia particular donde estoy se vienen dando pequeños apsos en clave de un proceso sinodal, en cunato a una iglesia diaconal también pueden verse casos puntuales aunque no generalizados.
Creo que es necesario una reconversión de los interiores de los corazones para atender a las necesidades actuales con los instrumentos actuales, pensando que son parroquias muchas veces sin sacerdotes estables, por lo que debe ser un papel mas empeñativo de parte de los laicos, y muy necesarios.
Qué buena propuesta. Gracias
Primeramente quiero dar las gracias a Boston College por este curso sobre sinodalidad.
Los ponentes me parecieron excelentes, claros y puntuales. ¡Gracias!
La Iglesia sinodal, es el volver a los origenes de la Iglesia promitiva la cual era movida por el Espíritu. Era una Iglesia en mision, la Iglesia sinodal es el caminar juntos, pues todos somos parte de ella.
La sinodalidad representa ek canubi principal para la Iglesia, llamada a renovarse bajo la accion del Espíritu Santo y a la escucha de la palabra; el camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia, y no es otra cosa que el caminar juntos y poder avansar disernir el signo de los tiempos
En mi parroquia trabajamos por los mas necesitados tanto material como espiritual, tenemos el acompañamiento de nuestro sacerdote el nos anima a seguir adelante, las dificultades siempre van a existir pero vamos acompañados por el Espíritu Santo, no hay mayor fortaleza.
La Iglesia siempre ha tenido dificultades tanto en la Iglesia primitiva como la de hoy, siempre hay alguien que se interponga al anuncio, el magisterio de la Iglesia es muy esplicito del comportamieto humano pero no dejaremos de hacerlo
¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
En mi Iglesia Local está llevado por los padres Agustinos Recoletos, Siendo Obispo uno de ellos y a la vez los diocesanos son un grupo bastante activo y numérico, pero la prelatura está preparando a los laicos. Faltaría dar más autonomía a los laicos, especialmente a la mujer.
En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
Pienso que debemos dejar el asistencialismo y ofrecer estrategias para que los laicos se formen más y puedan convencerse de su papel de servicio y se sientan iglesia sinodal.
¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
Aspectos que ayudan;
Profundizar el sentido de comunidad y de una Iglesia trinitaria
Ser una Iglesia en permanente conversión
Formación en la fe y en teología
Obstáculos:
Una Iglesia clerical
Un Iglesia que todavía no hace suya la sinodalidad
Dar más autonomía a los laicos
Se está envejeciendo la Iglesia, hace falta la formación a los jóvenes.
A veces me pregunto ¿qué hacemos (o tendríamos que hacer) desde la Iglesia para lograr ese interés y/o participación?. Avanzando en el curso creo que el camino de la Sinodalidad puede dar esa respuesta.
A mi muchas veces me preocupa, más allá del clericalismo de los Ministros ordenados, el clericalismo de los laicos, que designados para un servicio específico (por ej Ministros extraordinarios de la Eucaristía pero puede ser cualquier otro), resultan ser más clericales que los clérigos
Han sido muy interesantes la ponencias sobre la historia de como la iglesia a través del tiempo ha vivido al sinodalidad, aunque en ocasiones no con ese nombre.
Me llamo la atención que la sinodalidad, si bien ha sido dejada de lado en diferentes momentos, cuando hay crisis, se vuelve a ella para buscar unidad y consenso, para responder a los desafíos o problemáticas que se presentan y entonces ese caminar justos la voluntad e Dios, ha sido eficaz. También como junto a esta practica esta el reflexionar juntos la Palabra de Dios, teniendo como horizonte la misión de la cual somos participes por el Bautismo.
Esto va en consonancia con al primera ponencia donde nos decía el cardenal Jean Claude que el Papa Francisco ante la crisis que vive la iglesia nos señala que la sinodalidad es el camino para enfrentar los retos que tenemos.
Las experiencias que nos han compartido también son muy enriquecedoras porque nos dan una visión más amplia de como va siendo el proceso, más allá de nuestra región. También me hacen revalorar la propia experiencia de sinodalidad desde las comunidades eclesiales de base y verla con nuevos ojos.
Toño .14 de febrero 2023
1.una experiencia de comunidad que intente ser toda ministerial,pues hacemos el intento con la comunidad juvenil de mi parroquia descubriendo con paciencia este camino y escuchando al Espíritu Santo en la voz de los jovenes y sus familias , pero me llamo mucho la atención el proceso del camino sinodal en Asia por la participacion en la toma de deciciones que ya es parte de su cultura ancestral.
2.-se cumple el sueño de una iglesia diaconal servidora de los pobres , en mi realidad hay mucho asistencialismo y miedo a dejarlo porque es una estructura muy cerrada de”siempre se hizo asi” no hay procesos de ayuda efectiva a los pobres .
3.- aspectos que ayudan a crecer en la vocación ministerial y obstaculos:
Lo que ayuda mucho es la oración, estudio biblico en comunidad, conversacion espiritual, acompañamiento, trabajo en periferias, escucha empatica y muchas mas.
Los obstaculos : miedo a cambiar el paradigma , comodidad , perdida del sentido misionero, separacion entre fe y vida , clericalismo abuso de poder, falta de sinceridad evangelica .
¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
Desde donde me encuentro, lamentablemente no, es una lastima que solo se “den a conocer los textos” y se finja, con estadísticas que se está construyendo una Iglesia Sinodal.
En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
Afortunadamente sí, en distintos espacios y lugares esto se está dando y eso da mucha esperanza porque podemos ver que otra Iglesia es posible, que es posible voltear la mirada, como Jesús, al hermano.
¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
Algo que ayuda es aceptación del mensaje del Papa, la reflexión personal, la expansión del proceso sinodal en diversos espacios y por muchas personas.
Algo que lo obstaculiza es el clericalismo, la resistencia miembros de la Iglesia que frenen los procesos y maquillan las cosas para presentar algo que no quieren y no hacen: “trabajar por una Iglesia sinodal”.
En la historia de la Iglesia, en algunos tiempos se vivió la Sinodalidad. Todavía lo que ha llegado hasta hoy es una Iglesia donde predomina la voz, es espacio y las decisiones por los sacerdotes y obispos. Tengo esperanza que juntos y juntas vivamos la Sinodalidad en todos los continentes. El Papa Francisco viene animando la Iglesia en este camino. Veo señales en algunas comunidades cristianas y en Institutos religiosos. Es necesario vivir la Sinodalidad de manera profundizada.
¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
Si, en mi comunidad parroquial lo intentamos pero es un pequeño grupo el que lo ejerce
En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
Estamos avanzando lentamente
¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
Las ayudas son el consejo parroquial y las reuniones de formación. Los obstaculos la pasividad de muchos fieles.
Muchas gracias por este esfuerzo formativo en Sinodalidad accesible a toda persona implicada y comprometida con la reforma de la Iglesia. En mi contexto, España, la información no fluye. La comunicación entre clero y laicos necesita mejorarse y la formación no está facilitada. Por eso mi gratitud por las oportunidades de formación que ofrece el Boston College
Muchas gracias , muy ilustrativo la escucha en la historia y en los continentes.
El último, de Nigeria, no estaba en español no?
Animo a todas y todos a continuar, esto es de Dios!!!!!
La clave de este proceso es la presencia del Espíritu Santo en la conversión, en la escucha y ser escuchado , la corresponsabilidad y cumplir con la tarea para tomar conciencia de lo que es la sinodalidad e una dinámica de participación activa. El desafío es tomarnos de la mano y caminar juntos Tomando decisiones juntos ya que el camino sinodal nos lleva a la Evangelizacion en cooperación para la edificación de la Iglesia sinodal.
Hermi
En mi experiencia en Barquisimeto Venezuela en una parroquia de religiosos y allí los Laicos formamos junto con los sacerdotes los Consejo administrativo y el concejo pastoral, también cada comunidad de la parroquia estaba animada por uno de los grupo s de apostolado, donde todas las actividades eran involucradas, además todos teníamos participación en la toma de decisiones eran puesta en mesas de tra bajo real mente creo que allí se respiraba mucha sinodalidad
Estoy muy contenta con el curso:
El cual agradezco mucho y voy a resaltar algunas frases de los ponentes que son guías para actuar mejor en el compartir el Evangelio:
“El Espíritu no hace distinción de personas para manifestarse”. R.Luciani.
“Nuestra tarea es continuar en este camino sinodal consecuencia de una tradición viva”. Carlos Galli.
“Segundo componente: Reinterpretación de las Escrituras. Decisión, discernimiento”. María Elisa Estevez.
” El evangelio mismo es violado cuando se trata de las víctimas del abuso.- Se quiere promover el Evangelio tal como es y dar respuestas a los desafíos de nuestro país.- Caminemos por las guías de reforma sino lo perdemos todo. Eclesiogénesis, todos somos discípulos misioneros por el bautismo.- En la revelación Dios se dirige a los hombres como amigos.- “Traducir el discurso de Dios a la actualidad” (Karl Ranher). Es un arte traducir bien lo que significa Dios. Búsqueda de la comprensión de la fe. Jesucristo es el punto de orientación.- Resurrección y todo el discurso cristiano sobre Dios nos lleva al amor creador de Dios y vida de todos los seres humanos. Jesús al laco de los más necesitados. Amor creador que nos lleva adelante nos lleva a reformas.” Margit Eckhol.
Gracias.
Antes que nada agradecer a todos los involucrados en esta bella posibilidad de hacer un curso sobre el camino que está realizando la iglesia sobre la sinodalidad.
Este giro mundial que nos hecho esta semana sobre somo se ve la sinodalidad en los distitos continentes y sobre todo, qué es lo que se espera alcanzar; me invita a ser mas participe en el trabajo parroquial y social, me hace sentir como pieza clave dentro de un camino sinodal, donde todas las opiniones son importantes. Y de la convergencia de esas opiniones sale la luz,inspirada por el espíritu. Soy un esposo misionero, y con mi esposa estamos en ese camino de la nueva transformacion de la Iglesia inspirada por el Espíritu Santo. Desde aquí deseamos, unidos, podamos hacer sentir la Iglesia católica verdaderamente UNIVERSAL. Gracias.
¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
Sí. En mi parroquia se van dando pasos en las coordinaciones de las catequistas y la transmisión a las mamás de los niños.
En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
Si cada vez más clara la opción por los pobres tanto en la parroquia como en la diócesis. Y sobre todo invitan a los de la parroquia sin distinción.
¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
Ayudan el que los sacerdotes den más confianza y participación a los laicos y no quieran imponer sus ideas o lo hagan solos. Felizmente los laicos protestan, pero entre ellos y no se atreven a decir al sacerdote que actúa así ni hablar al sacerdote responsable para corregir esa situación y ante él se muestran como que lo aprecian mucho.
Qué significa que mi comentario está pendiente de moderación. Gracias.
La Sinodalidad siempre será un aire fresco para la Iglesia… Pero desafortunadamente existen resistencias ante este aire fresco. Resistencias egoistas y mezquinas, porque la Sinodalidad nos invita a regresar a lo esencial de las cosas y dejar lo superfluo. Estamos caminando, hemos comenzado el desafío y eso es lo importante. El camino puede ser agotador pero también lleno de esperanza. En el camino el pueblo de Dios se purifica y renueva sus fuerzas. Gracias por las diferentes ponencias.
Saludos mi estimado… Me gustaría saber ¿cuál es esta Iglesia particular que camina en sintonía sinodal? Gracias.
Si, Toño. Coincido con la gran dificultad de encontrarnos diciendo “esto siempre se hizo así”
Nos dió buenos resultados poner este tema concreto como uno de nuestras amenazas permanentes. Lo más difícil en este camino es el cambio de mentalidad…pero se puede dar pasos cortos con esa meta que está ligada a la inclusión de los diferentes.
Destaco la importancia de tener siempre presente la Palabra y la historia de las primeras comunidades sabiendo que lo que tenemos es poco pero se puede leer entre líneas y los frutos de la lectura en grupo son alentadores.
Algo que nunca dejaría de tener presente es leer la Palabra y unirla a la realidad. En ello va contenida la idea de lograr caminos de inculturación y de comprensión antropológica en la construcción de los nuevos sujetos que estamos llamados a ser.
¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
No tengo experiencia de ello.
• En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
Pienso que hay intentos pero estamos lejos del ideal . Por otra parte necesitamos clarificar que se entiende por “pobre”, hay muchos tipos de pobreza además de la económica.
• ¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?. Ayudaría mucho el tener una formación bíblica y teológica fuerte , ser conscientes a nivel personal de la importancia de ser bautizado y la vivencia comprometida que se deriva de ello.
Como obstáculo veo la carencia de una formación laical sólida . Por ello es de agradecer mucho la oportunidad de poder hacer cursos como éste.
En la recién creada diócesis de Petare, en Caracas, Venezuela, se ha iniciado la constitución de la misma a partir de toda la reflexión sinodal, llevando a la práctica el caminar juntos desde dicha clave eclesial.
Personalmente me ha impactado las maravillosas posibilidades de ministerialidad y compromiso que va generando en todos los bautizados este momento sinodal como una manera común de expresar nuestro seguimiento de Jesús, centrado en el Jesús del Evangelio y en la comunidad de sus seguidores.
Buenas tardes, muy buenas ponencias y la participación de invitados de todas partes del mundo. Muestra este caminar juntos y este desafío de escucha y cambios en una iglesia UNIDAD a pesar de la distancia y la diversidad. Que el Espíritu Santo siga soplando sobre esta invitación del Papa Francisco y que clero y laicos, la iglesia toda, pueda responder a los deseos de DIOS para nuestra época y al amor por sus hijos todos
Me gustó mucho aquello que el “proceso sinodal es a la vez meta y camino”. lo cual lleva a seguir profundizando en este ser “iglesia” con todos y entre todos. El participar como Iglesia, nos ayuda a “ser Iglesia”, a ser comunidad, a caminar juntos con nuestros acuerdos y diferencias. A seguir caminando…
He tenido la oportunidad de escuchar a diferentes voces sobre el tema e historia de la sinodalidad lo que me ha permitido tener un panorama bastante amplio sobre este aspecto medular de la vida de la Iglesia, Una vez realizada la convocatoria por el Papa Francisco, se ha generado un dinámica muy interesante que nos invita, primero a profundizar sobre el tema y luego a materializarlo en favor del crecimiento y evolucion de nuestras realidades pastorales y eclesiales locales. Es todo un reto
Gracias por todo a todas y todos.
1.-¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
Hay comunidades donde efectivamente muchos de sus miembros viven la dimensión social de la fe y tienen unn compromiso serio y estable de servicio a los demás en variadas áreas. En otras comunidades son pocos los que sirven a los demás y tienen un compromiso viviendo así una actitud samaritana.
2.- En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
En mi opinión vamos en camino pero falta mucho por tomar conciencia para vivir la fe, en lugar de solo celebrarla.
3.- ¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
El encuentro vivo con Cristo, el cual no es una vez en la vida, sino que se renueva a través de diferentes medios para que lleve al bautiza a reconocerlo en el otro -necesitado materialmente o no- para que así lo sirva. Un obstaculo es la falta de conciencia de ello. Otro es considerarse superior al otro o con el derecho de ser servido y no con la firme conviccón de que por que se es el mismo Cristo se está llamado a servir como Él.
Muchas gracias por las exposiciones, me han iluminado mucho para poder comprender y acoger el llamado del Señor a construir una Iglesia Sinodal. Sé que es todo un reto de Conversión personal al proyecto del Reino.
No es ni será fácil abrir caminos y caminar juntos, pero ésta es la hora y el llamado del Espíritu Santo si no queremos perder este Kairós.
Nuevamente gracias porque me han iluminado en esta hora de mi camino como seguidor de Jesús en Nicaragua.
El Señor nos conceda su gracia y la alegría de seguir sus huellas dónde quiera que nos encontremos.
Un abrazo.
Muchas gracias por las exposiciones, me han iluminado mucho para poder comprender y acoger el llamado del Señor a construir una Iglesia Sinodal. Sé que es todo un reto de Conversión personal al proyecto del Reino.
No es ni será fácil abrir caminos y caminar juntos, pero ésta es la hora y el llamado del Espíritu Santo si no queremos perder este Kairós.
Nuevamente gracias porque me han iluminado en esta hora de mi camino como seguidor de Jesús en Nicaragua.
El Señor nos conceda su gracia y la alegría de seguir sus huellas dónde quiera que nos encontremos.
Un abrazo.
1. ¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
No tengo experiencia concreta de una comunidad cristiana toda ministerial, sin embargo, debo comentar que a nivel Diocesano está la propuesta implícita, aunque creo que en nuestra comunidad parroquial aún debemos seguir trabajando en este aspecto. Si bien se incentiva el diálogo en ese sentido, siempre surgen algunos inconvenientes que debilitan los ministerios que están logrando surgir. Con la oración y la gracia del Espíritu Santo, lograremos este objetivo.
2. En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
Parcialmente, pues hay grupos más dedicados al servicio de los necesitados sin embargo, otros grupos, tienen un carisma diferente y no realizan una ayuda concreta. Si bien, todos rezamos por nuestros hermanos carenciados, no basta pues la oración debería ir acompañada de gestos concretos. Es una tarea continua en la que debemos perseverar, siempre para gloria de Dios. Hay que ser cuidadosos para no convertirnos en una comunidad parroquial asistencialista pues ese no es el objetivo de la iglesia. Debemos encontrar el equilibrio y actuar a la luz del Evangelio guiados por la Palabra del Señor y a ejemplo de Jesús.
3. ¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
Como comunidad tenemos relativamente clara la meta, ser instrumentos del Señor para anunciar el Reino a través de la caridad y el respeto por el prójimo. Considero que uno de los obstáculos es el clericalismo entendido como “se hace así porque el sacerdote dice” sin tomar en cuenta las opiniones de los participantes involucrados. El diálogo debe reinar, al igual que la democracia en las decisiones. No digo que no se respete lo que dice el sacerdote pues es la persona llamada por el Señor para hacer su santa voluntad, solo que, a veces, podemos no estar conformes con lo que él dice, y deberíamos ser escuchados como cualquier otro integrante de la comunidad. Es cierto que no es fácil aceptar los cambios, especialmente para las personas mayores, pero creo que debemos salir de nuestra zona de confort y hacer lío pues es la invitación que nos hace el Papa Francisco.
Muchas gracias por este compromiso de escucha y acompañamiento de los pueblos indígenas, por valorar su hermosa cultura y ¡ojala se logre rescatar su dignidad!
Hola Cristian, es un tema que nos interpela a todos. La propuesta a construir desde el lugar mismo en donde pasa nuestra vida con todas las variantes es el llamado a valorar a cada uno como hijo amado de Dios. Nos hemos perdido por siglos construyendo estructuras rígidas para no cambiar y en ello fue la construcción de un muro que hoy hay que derrumbar para ver lo que hay, ver a las personas, ver las realidades y diferencias geográficas que nos hacen sujetos particulares. Aprender de esa riqueza para construir un espacio de Reino en donde vivimos. Gracias!
Comprendo que la sinodalidad hace parte de nuestra identidad como Iglesia, es un proceso y como tal a veces es muy palpable otras no tanto, en ocasiones se da con vitalidad en un espacio geográfico luego en otros. No es algo nuevo tiene historia y nos corresponde a nosotros en el presente aportar desde nuestra comprensión y compromiso.
En las ponencias y en las experiencias puedo ver que es una experiencia y pasa por el modo de ser de las personas de ahí que en unos sectores sea más dinámico el trabajo y en otros sin tanta motivación y participación.
Gracias por los aprendizajes invitan y comprometen al ejercicio de la escucha y acogida paciente, valorativa, incluyente y sin juicios al otro, a lo diferente; a la practica del silencio reflexivo y a discernir con otros para que las decisiones implique la responsabilidad de todos.
Quiero compartir que yo si tengo experiencia de una iglesia local con participación ministerial, no es perfecta porque esta formada con personas ,pero ayuda mucho la claridad en su identidad, una buena organización y planificación, esto ayuda a mantener una dinámica de tal forma que ha cambiado el Obispo, sacerdotes y laicos, pero quienes llegan entran y continúan, se percibe vida
1.- Tengo una experiencia de intentos, de deseos de avanzar en esa linea, al mismo tiempo de desconcierto… es una experiencia de luces y sombras que esta en actitud de ir adelante
2.- Creo que se esta avanzando en esa linea. Reconozco que hay una lucha entre fuerzas de avance y el inmovilismo que produce el no saber, el miedo a lo desconocido, las perdidas que pueden llegar etc.
3.- Ayuda a avanzar: Cursos por ejemplo este, que sitúa, motiva, enseña a ver con claridad lo que se busca, hace conocer la trayectoria en la Iglesia
La motivación, el querer a la Iglesia y hacer Iglesia
Aprender a ver el camino a través de los pequeños pasos y aceptar que es así
•Si especialmente comparto la idea que los movimientos eclesiales como la renovación carismática tienen un profundo sentido ministerial laical donde los ministros ordenados formamos parte de un todo donde nuestro papel no necesariamente es de liderazgo y apoyado en un modelo de piramidal. Los sacerdotes junto con los laicos emprendemos un camino de servicio, crecimiento caminando juntos de la mano aunque vuestra misión sea específica de acuerdo a nuestro estado de vida
• Esto permite integrar esfuerzos para llevar a cabo un aspecto fundamental de nuestra misión que es el responder a las necesidades de los pobres y vulnerables.
• los aspectos que nos ayudan a crecer entre otros están el
Poder compartir experiencias atentó a la escucha. Poder entender los desafíos y retos de primera mano esto es escuchar directamente a los involucrados en las diversas realidades y desafíos. Nos ayuda a creer el reconocer el interés común y el deseo de emprender caminos de trasformacion al sentir un llamado común (conciencia común) Sin ignorar qué hay algunos desafíos como la falta de comprensión del camino sinodal, la intrumentalizacion del camino sinodal por parte de algunos grupos que quieren imponer su ideología o pretensiones. Otro desafío es buscar resultados inmediatos pasando por alto momentos del
Proceso o querer darlo por terminado después de alcanzar algunas metas y por último desafío evitar que el proceso se convierta en un sistema cerrado laicista o en su defecto clericalista que nos haría repetir los visiona y desaciertos del pasado
En varios de los videos se menciona que desde sus inicios la sinodalidad era parte de ser de la Iglesia y que poco a poco esta se perdio o bien se relego a los ministros ordenados. Afortunadamente, con el Sinodo sobre la sinodalidad, el
Espiritu de Dios nos guia para ir a las fuentes. He participado en algunas sesiones de escucha, planeacion, donde los laicos somos includos, sin embargo en la mayoria de los casos estos esfuerzos y momentos de participacion quedan estancados. El dialogo, el discernimiento, la toma de decisiones, las acciones no completa su ciclo.
El proceso de Sinodalidad que ha impulsado y animado el Papa Francisco, tiene una connotación muy importante en la vida de la Iglesia Católica.
Las exposiciones sobre el proceso de sinodalidad señalan aspectos relevantes que son motivo de esperanza siempre y cuando dejemos escuchar el Espiritu. Es significativo lo relacionado a la importancia de la inculturación, a preguntarnos sobre la relación fe y vida, en el cual las personas “el pueblo” tengan sustento de su fe y de creer en Dios.
Hay muchos desafíos pero también personas entre ellas muchos laicos y laicas que animan a vivir una experiencia de IGLESIA VIVA en donde se escuche el clamor de los que sufren y están marginados.
Animado por lo que esta ocurriendo en nuestra Iglesia y que Jesús nos acompaña siendo el camino para hacer buena nueva para todos y todas.
Es un gran acontecimiento poder vivir en ejercicio la SINODALIDAD.
Muchas gracias por escucharnos. Yo, aunque soy religioso, trabajo en una labor parroquial, por consiguiente, dentro de la pastoral diocesana. Mi primera experiencia sinodal fue negativa en la diócesis donde me encontraba, el obispo impuso, sin consultar, el Plan Pastoral, y la consulta de escucha se hizo a las carreras, por poco tiempo. Ahora me encuentro en otra diócesis, apenas voy llegando , de modo que, no tengo un conocimiento más certero de cómo va el proceso sinodal. En nuestra parroquia estamos tratando de ampliar el círculo de escucha y de consulta en el día a día de la pastoral.
Me impresión es que muchas veces se habla de la sinodalidad pero no se pone en práctica; no la asumimos como como un modo de ser y actuar de la Iglesia.
Después de mi primera intervención de experiencia sinodal paso a comentar las conferencias y relatos de experiencias sinodales en los distintos continentes.
Los conferencistas nos ayudaron a conocer y recorrer la historia de la sinodalidad con la amplitud necesaria en un curso como el que estamos haciendo. Las distintas intervenciones de las experiencias continentales han sido un buen aporte para comprender y aceptar las diferencias de la Iglesia universal, sobre todo, en cuanto se refieren a Asia y Africa. Se tiene una visión sobre Norteamérica, sobre Europa y, sobre nuestro continente latinoamericano, esbozado en la Conferencia Eclesial, fruto de un proceso comenzado desde hace tiempo, pero reforzado a partir de la reunión de Medellín y , confirmado con la CEAMA (Conferencia Eclesial de la Amazonía). Estamos vivos y con deseos inmensos de que la Sinodalidad resucite en la Iglesia, como su rostro en el siglo XXI.
Agradezco este gran esfuerzo del equipo que lidera esta formación, pues nos da a los laicos herramientas para comprender lo que significa este proceso que estamos viviendo. El camino no es fácil, no corto. Así lo hemos podido apreciar en las diferentes presentaciones. Y también lo comprobamos en nuestras iglesias locales. Se habla mucho de sinodalidad, de caminar juntos, pero las estructuras de poder no camban, los proceso de conversión no se ven y a la final, el discurso es uno y la vida parroquial y pastoral es otra.
Creo que una de las mayores dificultades radica en la falta de formación de los laicos, para que sepan cuál es su papel y lo exijan. Hay pereza, miedo a ir contra corriente, comodidad y las cosas siguen igual. El Espíritu continua hablando, pero estamos sordos a su voz.
Este recorrido por la historia nos permite visibilizar la lentitud en el proceso, como cada comunidad a la escucha atenta no de sus intereses, sino del Espíritu finalmente va logrando avanzar. Ojalá así sea con este proceso. Identifico muchas oposiciones y resistencias al interior de la Iglesia. Hay miedo de perder el poder.
Deacuerdo contigo, mientras sigamos buscando y propiciando el ” “MANTENER”, creo que continuaremos paralizando la marcha y u camino esta hecho para ser andado.
A veces costumbres (hasta de sacramentos o devociones) paralizan el camino.
Si queremos seguir en camino tendremos que escuchar las señales para ver el rumbo
Buenas para todos, me parece muy acertado el curso, está semana ha sido para muy iluminadora. Me reta a reconsiderar algunos elementos de la realidad que se empeña en cerrarnos caminos. Es un verdadero reto Caminar Juntos y esto implica realmente un camino de conversión personal, pues de lo contrario la sinodalidad se nos puede convertir en un arma letal y terminar peor que los escribas y fariseos .
Para mí el curso me regala pautas y me abre horizontes para mi vida en la Iglesia que peregrina en Nicaragua.
Muchas gracias, vale la pena abrir el corazón y soñar como Jesús que el Reino es posible.
Un abrazo.
Mi experiencia de promover una Iglesia toda ministerial, la he vivido en el acompañamiento a unas 40 diócesis especialmente de América Latina en las que he colaborado en la promoción de procesos de evangelización en los que se busca ampliar progresivamente la participación de los laicos a través de los diversos organismos, ya sea de escucha y elaboración de propuestas, organismos para el diálogo y el discernimiento, en vistas a las decisiones, y organismos para la coordinación e implementación de las diversas formas de evangelización.
El sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres, la he experimentado en el momento de elaborar conjuntamente el Modelo Ideal de Iglesia local, en el cual se diseñan las maneras de vivir en concreto como Pueblo de Dios, como Cuerpo de Cristo, como Templo del Espíritu Santo, poniendo al servicio de todos los carismas, los servicios diversificados y la participación en organismos de evangelización.
Un aspecto que ayuda a promover comunidades en la vocación ministerial es la formación inicial inspirada en el modelo del Concilio Vaticano II y la formación que se va dando dentro de los procesos. Es un aprendizaje en la acción.
1. Respecto de experiencias de sinodalidad puedo compartir tres de los pultimos tiempos. En todas descubro una opción por lo sinodal aunque luego las prácticas no siempre se logran en ese sentido. En mi congregación (salesianos de Don Bosco) venimos intentando potenciar la sinodalidad de espacios que ya tenenos desde hace tiempo, sobre todo en lo que se refiere a los discernimeitnos de la significatividad de nustras presencias educativo pastorales y esto hecho de manera conjunta laicos y religiosos. Este ejercicio de búsqueda espiritual nos ha llevado a revisar y convertir(no siempre del todo) algunas estructuras y modalidades de la animación y el gobierno en sus diversos niveles. Sin embargo aún queda un núcleo duro al que no siempre se llega a convertir, todo lo que tiene que ver con el ejercicio del poder, inclusive en laicas y laicos;
Una segunda experiencia se da en los espacios de la Pastoral de Juventud Nacional de los que formo parte. El contacto con las y los jóvenes, con sus diversidades en todo el territorio argentino, lleva a poner más el foco en ese grito de mayor protagonismo que ellas/osmexpresan muy clara y vehementemente. En esto se camina al menos tomando conciencia aunque luego, en los momento de toma de decisión, se expresa muy fuerte cierto verticalismo o inclusive infantilismo de los jóvenes (“que decidan lso asesores…o los obispos). Hay camino para seguir haciendo. En esta línea fue muy valiosa la participación de varios de los miembros del Equipo en la Asamblea Eclesial de AL y Caribe. Allí también se percibió esta tesión.
Y por último, tuve la oportunidad de participar en 2021 del Primer Sínodo de la Arquidiócesis de Bs As que mencionó Carlos Galli. Fue una expriencia de búsqueda muy rica, de escucha amplia y fraterna, de decisiones quizá poco osadas…pero muy del Espíritu. En los pasillos se comentó varias veces que resultaba llamativo que la diócesis de la que salió Francisco recién ahora tuviera su primer sínodo…
2. Respecto del sueño de una Iglesia servidora de los pobres, diaconal, creo que aunque se hacen muchas cosas creoque, como refkejan algunos otros aportes, a veces es muy desde lo asistencial. Es cierto que la pandemia puso en evidencia que la Iglesia, en general, es uno de los espacios de mayor contención para las situciones de pobreza, pero poco se hace para trabajar eso a nivel más estructural. Aquí también se ve muy fuerte un marcado rasgo clericalista de la Iglesia en general. Pero también debo reconocer que hay laicas y laicos que, aún si apoyo de las aotoridades eclesiales de su lugar, se han animado a caminar desde su diaconado bautismal con propuestas muy jugadas y creativas.
3. Los aspectos que ayudan son una creciente aunque lenta conciencia de la realidad del bautismo al centro de la identidad y la misión de la Iglesia. Esto ha hecho que muchos laicos y laicas, religiosas y religiosos, inclusive algunos sacerdotes y obispos se animen a un estilo más horizontal y circular en espacios eclesiales y con otros sectores. Aquí hay, ami entender, un aspecto no solo organizativo o práctico si, y fundamentalmnete, de modo de vivir la fe y el Reino. OItro aspecto que favorece, desde mi condición de religioso, ha sido el trabajo de hace mucho tiempo de espacios intercongregacionales donde los carismas son un colorido que aporta y no tanto algo cerrado en la propia identidad.
Y como obstáculos quisiera subrayar lo antes dicho sobre la matriz clerical de muchas comunidades (clericalismo de los sacerdotes y también de los laicos!), sobre todo expresada en el modo de celebrar la fe, de dialogar con los temas más controvertidos del mundo actual, del ejercicio del poder. Otro obstáculo es la poca participación que se suscita, muchas veces nacida de la desilución cuando no de experiencias negativas y de abusos que generan descrédito a la iglesia como institución. En este sentido algunos hermanos menos cercanos a la vivencia eclesial siguen viendo la estructura como muy pesada y que, algunas veces, se hacen más esfuerzos por conservar que por cambiar.
Muy bueno el curso. Abre perspectivas. Pienso que para una Comunidad totalmente ministerial debo yo en primer lugar asumir esa actitud en permanente escucha del Espíritu Santo. Pido ayuda de oraciones para trabajarlo. También en el servicio a los más necesitados, viendo siempre a Jesús en ellos. Obstáculos se superan con la fuerza del Espíritu Santo que nos llega por este caminar juntos. Gracias a Dios y a Ustedes por este aporte.
Traducir bien lo que quiere decir seguir las huellas de Jesús guiadxs por el Espiritu de Dios, tarea y don de este proceso sinodal.
Gracias!
Maria del Carmen Burgos…desde Ecuador.. saluda y digo que riqueza de nuestra Iglesia con diferentes comentarios de los continentes solo hay algo que diversas maneras de vivir el evangelio diferentes formas de interpretarlos..pero con un mismo sentir…con un mismo Norte la fidelidad al evangelio…iluminar su palabra…caminar juntos en el nuevo pueblo de Dios…unirnos todos ..Jesus vino por los pobres…para enriquecerlos con su Amor es agua fresca
Salir al encuentro del hermano que necesita…enriquecernos con los Sacramentos..confieso que me asusto el discurso de Margit…muy lejos de la mision…sabemos que somos duros…pero Jesus vino a engrandecernos y a que seamos felices a travez de su mensaje..
Me ha gustado mucho, el poder ir escuchando cada uno de los videos. Me ha dado a la tarea de compartir con hermanos y hermanas mías en la congregación cada uno de ellos, para incluir y enriquecer nuestra común participación.
La sinodalidad, es algo constitutivo de la iglesia, no se trata de una ocurrencia de un papa. La sinodalidad, requiere de una conversión muy seria, especialmente de los jerarcas actuales, para convertirse más en pastores y acompañantes de sus hermanos y hermanas, por encima de una visión meramente de gobierno, poder y dominio, que muy lejos está del Evangelio.
Desde los laicos, es importante tomar en cuenta que, por siglos no hay sido escuchados, y menos, escuchadas ellas. De repente, se les pide dar su opinión, de repente se les abre el camino para formar parte de las decisiones en la comunidad, con igualdad…¡uf! vuelvo mi mirada a la responsabilidad pastoral de los ministros de hoy. Se necesita un esfuerzo renovado y muy serio, para dejar que realmente las y los laicas y laicos se empoderen y sean parte actuante, no sólo expectante de la comunidad. Que la laica, el laico, tenga pleno derecho en la administración eclesial, en la tarea pastoral, en la conducción de la comunidad, y el pastor se convierta en aquel que les lava los pies, en aquel que les sirve en el ministerio sacramental. En todos y todas, actúa el Espíritu Santo (quien peque contra ello, no tendrá perdón), hay que escucharlo también desde ahí.
Desde mi experiencia parroquial la Iglesia va en camino sinodal…el ampliar el Diaconado hacia el matrimonio e incorporar a la mujer al servicio del pueblo de Dios..son pasos muy grandes ..es el camino y la sinodalidad para el tercer milenio
Febrero 16..2023
Creo que hoy por hoy, la reinterpretación de aquellos obreros de la mies necesarios, nos lleva más allá de un sacerdocio ministerial o de una consagrada o consagrado (yo lo soy). La disminución de éstos últimos, la veo como un regalo enorme del Espíritu Santo, que necesita mayor fuerza y contundencia en el dejarle actuar, para llevar el Amor de Dios a todas y todos, de una manera mucho más evangélica, mucho más cerca de aquello de no ser llamado padre o maestro, de aquella donde “su eminencia, excelentísimo, reverendísimo, superior, padre…” desaparezca por completo.
Oremos para que el Señor envíe operarios a su mies, aunque no sean curas, mojas o religiosos.
En la parroquia donde estamos trabajando, lentamente junto con el Párroco y los diferentes grupos pastorales estamos integrándonos en el proceso sinodal de comunión, participación y misión.
Agradezco la posibilidad de participar en esta formación. Me ha llegado de manera significativa todo el material de la primera semana. Me quedo con la expresión: ” La Iglesia es un nosotros plural”. Oraciones
1..Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
En el templo donde participó , se dan esfuerzos importantes por caminar hacia una comunidad ministerial, sin embargo la cultura tanto de laicos y laicas como de sacerdotes tiene rasgos aún de una comunidad donde la investidura tiene un gran peso.
2. • En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
En mi experiencia llevo 10 años an la Pastoral Social y he visto proyectos sociales muy interesantes donde se lucha junto con personas en situación de vulnerabilidad por transformar sus realidades de pobreza y marginación. También veo qué hay gente muy comprometida , tanto laicas, laicos como sacerdotes y religiosas. Sin embargo falta el compromiso de muchos y muchas porque las necesidades desbordan.
3. Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
La inculturación del Evangelio.
El servicio
La Sinodalidad
El sentido comunitario
Obstáculos
El poder y control vs servicio
Los protagonismos
La falta de formación hacia una fe adulta
Excelente introducción al tema. Gracias.
Buen día. En mi parroquia pude participar como catequista escolar, fue una experiencia de formación constante y servicio a la comunidad. Sin embargo, pienso que para que se dé la sinodalidad, hace falta formación en las pequeñas comunidades. Es hasta este momento que el papa Francisco ha convocado al sínodo, que las parroquias se están organizando para aprender a caminar juntas. También, pienso que es importante la participación de los laicos en la toma de decisiones, porque, como dicen en los videos, el Espíritu habla a través de todos.
Gracias por el curso, porque nos va dando las orientaciones para construir una Iglesia sinodal.
Buen día, de verdad comparto tu comentario excelentes formaciones hemos recibido. Muchas gracias a todos.
Buenos días , formo parte del Seminario Paulo Freire del IMDOSOC, estamos preparando,, con motivo de los 40 años de fundado el instituto, un conversatorio titulado: Intereducándonos en sinodalidad : Hacia una educación corresponsable para la paz.
Cosideramos que la sinodalidad debe de formar parte de todo nuestro actuar. Es una parte constitutiva de nuestro ser cristiano.
No conozco o no tengo contacto con ninguna Iglesia que tenga oficialmente esta preocupación por la Sinodalidad, pero sí conozco muchos grupos de Cristianos, laicos, a veces acompañados por los Sacerdotes, que se están moviendo en este sentido y con mucho entusiasmo.
Me preocupa mucho poder expresar todas las ideas maravillosas de este curso, a jóvenes, ideas más adaptadas a ellos para poder entusiasmarlos desde ya, pues serán los líderes cristianos del mañana. Para ellos lo históricamente vivido y que queremos vivenciarles, poca cosa les dice, por su relativa lejanía de la Iglesia Actual.
Mi perfil: sacerdote Jesuita, dedicado desde hace muchos años a la Educación con jóvenes bachilleres y ahora con jóvenes un poco mayores que aspiran a Carreras Técnicas para el Trabajo y el Desarrollo humanos. 85 años.
¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
En la parroquia donde sirvo, se hace un gran esfuerzo por dar participación a todos los laicos, pero aun tenemos esa mentalidad que la ultima palabra la tiene el párroco y nos da miedo opinar o actuar aunque mi parroquia es muy rabieta y le da la participación a muchas personas pero nos da miedo asumir el compromiso solo hacemos servicios y tareas sin avanzar o trascender en la vida ministerial.
Desde mi realidad de laico, hoy veo la Sinodalidad casi como una carrera de largo aliento, es mas un discurso, casi seguir la moda del momento que asumir una forma de ser Iglesia.
Todavía no somos capaces de renunciar a nuestra seguridades y salir de nuestra zona de confort, para dar paso a lo que el Espíritu quiere manifestar y hacernos servidores todos de todos, para anunciar a Jesucristo como nos pide nuestro Bautismo.
Lo que he escuchado confirma en mi la alegría y la esperanza por este tiempo que está viviendo nuestra Iglesia. Vivo en un pueblo muy pequeño en Uruguay y me queda claro, que desde aquí tengo que promover esta intuición del espíritu.
Esta invitación a vivir sinodalmente tiene mucho que decir también a mi familia religiosa, rescato como muy necesario en este proceso la necesidad de madurar una espiritualidad sinodal.
Módulo semana 1: Curso “Historia, Teología y Práctica de la Sonodalidad”.
Hola, mi nombre es “José Froilan Santos Rosario” y vivo en Sto. Dgo. Rep. Dominicana. Me desempeño como Ministro laico “Animador de Comunidad”, un ministerio nacido en la Arquidiócesis de Santiago, y se ha extendido y convertido, en mi experiencia y criterio de 34 años ejerciéndolo, en “Palanca e Impronta de la Iglesia Dominicana”.
– Reflexiones del foro:
1- ¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
– Lo más que se acerca a intento sinodal, en mis humildes vivencias, es en la “Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros, RD”. Aún las grandes des decisiones son tomadas de forma piramidal, pero en las parroquias hay más participación del pueblo principalmente laical. Cada mes se hacen reuniones en conjunto, entre sacerdotes, diáconos y laicos instituidos, para rebizar como vamos, aprender unos de otros y planificar el siguiente meses, además tomar algunas decisiones pertinentes. También se hacen reuniones con el pueblo los consejos y equipos de trabajos. Así, pero con menos frecuencia, con las diferentes pastorales y otros equipos de servicios en la parroquia. No es perfecta, pero es un acercamiento a lo sinodalidad.
– Mientras sé de múltiples parroquias y otras diócesis que la influencia clerical no permite esto acercamientos y participación corresponsable del pueblo, porque no dan tanto importancia a los laicos y demás fieles. Las decisiones son tomadas como si la Iglesia fuera un regimiento militar. Peor aún, se manejan como orgullosos burócratas dentro de su bulbuja jerárquica.
2- En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
– No en términos generales, pero se está haciendo el esfuerzo desde algunas diócesis y parroquias. Se apoya el servicio social y comunitaria a favor de los pobres. Se anima a las comunidades a organizarse en grupos sociales, para demandar en conjunto de las autoridades, la atención necesaria a las familias, enfermos y más empobrecidos. Además que solucionen las necesidades sociales y ambientales que continuamente se presentan.
3- ¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
– Los aspectos que ayudan son por ejemplo:
1- Más apertura y acercamiento de los pastores hacia el pueblo.
2- Que comprendan que son elegidos y consagrados por Cristo: Para enseñar al pueblo, para guiar al pueblo, para acompañar al pueblo, para coordinar al pueblo (no usar la palabra regir, porque se está confundiendo con regir y/o regimiento a manera militar y/o monárquico y esto hace un daño terrible a la Iglesia), para santificar al pueblo en la persona de Cristo y para ser nexos o puentes entre y el pueblo y Dios, y, entre Dios y el pueblo.
4- Una “Escuelas de Educación Cristiana Integral y Sinodal” en cada parroquias, con las dimensiones de formación necesarias para capacitar y desarrollar a todos los ministros y demás fieles, en desarrollo humano y cristiano, a todos los niveles y servicios, y así entrar con las transformaciones humanas y critianas necesarias a la Iglesia del tercer; “La Iglesia Sinodal”. Nadie puede dar lo que no tiene.
4- Dar oportunidad a los fieles laicos a que se acerquen a ofrecer sus servicios y ocuparlos, nunca rechazarlos, sólo identificar que servicios pueden realizar sigún sus habilidades, etc.
5- Buenas relaciones humanas entre todos, donde exista la alteridad y la empatía. Tenemos que ser buenos humanos. Porque si no somos buenos humanos, jamás seremos buenos cristianos. “En la humildad de refleja la cristiandad”.
– Entre los obstáculos tenemos:
1- La falta de realización de lo anterior.
2- El geralquismo, el clericalismo, etc, que posiciona a los pastores, ante los demás fieles, como seres intocables a los cuales no se les puede hacer algún tipo de observación o sugerencia, porque es considerado como reverdía o desobediencia. Tal situación genera temor entre los feligreses y la mayoría de los laicos. Además se confunde la obediencia, como acto de sumisión, en vez de una acción consciente, fruto del Espíritu, como tal es en realidad. Esto paraliza la Iglesia, cuando se dirige con actitudes militares, sembrando temor, en vez de amor, confianza y humildad, y se golpea la comunión, la fraternización y la participación, creando élites y grupismo en las parroquias.
†Dios les bendiga a todos y a todas†.
Al terminar esta primera parte tengo aun muchas esperanza, aunque vivo actualmente en Mèxico, no se escucha hablar de Sinodalidad. he preguntado en comunidades y Parroquias y no saben nada. Ahora que se esta dando la Asamblea Regional CAMEX , quisiera que la Iglesia mexicana empezará a caminar. Es necesario seguir bajando la información al pueblo de Dios.
La vivencia de la Sinodalidad, vivida en Paz, armonía y respeto, será posible cuando la Cultura de “lo mío” deje espacio a lo NUESTRO, de todos.
Respetando el legítimo derecho de cada persona, acogiendo al otro desde la honesta Fraternidad y sin rechazo alguno, dispuestos/as a compartir tareas y servicios en Justicia y equidad a través de los Carismas y dones recibidos.
La Parroquia y la Iglesia, no son una “plataforma” para alcanzar “el puesto”, tampoco puede convertirse en una “carrera de fondo” desleal, en pugna unos con otros, con los egos exaltados, “jugando sucio” y elaborando las estrategias para rechazar y dejar fuera al otro, al que no considero hermano/a sino el adversario y rival a abatir.
El “descarte” es algo, que se hace con total osadía. La mayoría de los jóvene y no tanto, rehuyen el poder compartir con las personas de edad, la experiencia y Sabiduría de la vida. Se pierden Carismas valiosos por falta de una verdadera Comunión fraterna, cada quien buscando su propio interés y conveniencia.
Sólo interesan los mayores, como la presencia pasiva y silenciosa, que llene los bancos de la Iglesia o para esa generosa dádiva, el óbolo de sus bolsillos.
El Discernimiento personal y común, no se realiza, ni se plantea como el Camino y actitud, de una verdadera Conversión del Corazón, capaz de transformar las mentalidades y los modos de proceder, dando mayor y más creíble testimonio evangélico.
Sin la Conversión del corazón, no es posible hacer presente el Amor de Christo, ni dar respuesta creíble de su Evangelio.
Es urgente limpiar y reparar nuestra interioridad, para liberarnos de los egos exacerbados y afán acaparador, que nos aleja de la Fraternidad y el verdadero camino en Sinodalidad.
Gracias a todos/as por compartir la escucha. Oremos al Espíritu, nos guíe con su Luz.
Miren Josune Martínez Azkona.
Muchas gracias al Boston College, por la oportunidad que ofrece de formación, en el Camino de la Sinodalidad.
Los vídeos de los diversos ponentes y los temas en los cuales hemos reflexionado, son un magnífico y valioso aporte. Sin duda, ayudará a clarificar ideas, conceptos y visiones, de cuanto deberá ser o no, la Sinodalidad en el caminar del Pueblo de Dios en la Iglesia.
No olvidar las Palabras que Jesús nos sigue repitiendo: Sin mi no podéis hacer nada.
Oremos unidos/as para que el Espíritu del Amor, ayude con su Luz a comprenderlo.
Miren Josune.
Hola buen dia
Muy buenos los videos
1- ¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
No en mi corregimiento , La boquilla, no veo una iglesia ministerial , pues el sacerdote hace de todo .Celebra la eucaristia, las lecturas, el evangelio, predica, canta, da la comunion. Lo unico que no hace es abrir y cerrar la puerta de la parroquia , lo hace una señora vecina.
Todos los ministerios que nombre antes seria muy sinodal si los hace los laicos, religiosos. Que toda la comunidad participe , que nadie quede excluido por estar casado de nuevo, por ser consumidor de sustancias, por ser trabajadora sexual, por ser de la teologia de la liberacion, por ser analfabeto, por ser homosexual, por ser lesbiana.
La sinodalidad se hace una reforma con espiritualidad, si los sacerdotes no se convierten no hay sinodalidad.
Que los ministerios sean de todos para todos. Pero es el parroco solo el que toma las desiciones, desde lo economico hasta la pastoral.
Cuando estudie en Alemania y visite un sacerdote en su parroquia en Dresden , recuerdo que habian muchos ministerios de los laicos . Los laicos son los que realmente participaban y trabajaban todos los ministerios .
Pregunte que como era posible eso y me contestaron que Dresden antes pertenecia a la antigua alemanis comunista y las personas estan enseñadas a organizarce de esa forma.
2 En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
Yo creo que no .
Primero para poder dar el gran paso a la iglesia sinodal , ministerial hace falta la conversion .
El problema es la formacion que hay en los seminarios .Por eso el Papa Francisco inicio una revision de la formacion en los seminarios .
Otro problema son los sacerdotes que no quieren dejar el poder , manejar todo , controlar todo.
Bajarse del carro clerical no es facil.
Pedro Alvarez VIera
Creo que estas tres preguntas a las que nos invitan quedan respondidas en estas palabras que el padre Daniel López s.j nos regalaba el día de su nombramiento como Decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Católica de Córdoba. Brotes de servicio siguen emergiendo de lo más profundo del corazón de quienes intentamos hacer vida estas magníficas palabras.
Universidad Católica de Córdoba
Acto inaugural Año académico 2021
Palabras del nuevo Decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades
Padre Doctor José Ramón Daniel López, s.j.
Estimado padre Rector de la Universidad Católica de Córdoba, Magister María Soledad Perfumo, estimadas autoridades de la Universidad y colegas Decanos, muy queridos colegas profesores y estudiantes y todos los que nos acompañan.
Me parece oportuno comentar la situación en la que acontece este acto. Estamos -todos lo sabemos- y vivimos en un tiempo particular. Las características en las que esta Sesión fue organizada lo pone en evidencia. La pandemia, con su visita nos sorprendió inoportunamente. Como todo evento histórico es algo que lo padecemos. Nuestra sociedad, fundada en la certezas científico-tecnocráticas y anclada en el bienestar del consumo, al menos como ideal y muchas veces como ilusión, ha sido cuestionada. No solo por un cuestionamiento teórico sino más originariamente por la fragilidad de la misma condición humana. La pandemia, además de hacer tambalear nuestras seguridades, sobre todo nos dejó expuestos en nuestra vulnerabilidad. Podemos decir que estamos siendo testigos de la crisis de una visión del mundo. Un evento histórico como este tiene que ser discernido, y la Filosofía, especialmente en su versión humanística tiene los recursos para ayudarnos en ello.
Discernir un evento implica en primer lugar acogerlo en su novedad, su irrupción, incluso con el malestar que nos provoca. Para ello es necesario poner entre paréntesis la imagen previa del mundo, dejarlo ir para que una nueva configuración de sentido pueda surgir, y esto significa encontrar una inteligibilidad del evento. Si describiéramos este proceso podríamos acudir a muchas categorías y símbolos.
Es bien conocida la imagen de la tormenta que utilizó el papa Francisco en su memorable mensaje del 27 de marzo de 2020 en la Plaza San Pedro, un mar en el que por sorpresa se desata una tormenta terrible como inesperada, que agita la misma barca frágil en la que todos estamos. La amenaza de perecer es común y la salvación también. Dice él: “No podemos seguir cada uno por nuestra cuenta. La tempestad nos despojó de nuestras ilusiones, dice él: no se puede estar sano en una sociedad enferma de poder y de consumismo. La tormenta, en efecto, nos confrontó a nuestra realidad, pero también sembró en nosotros el llamado a una vida nueva, podemos salir mejores de esta crisis.”
Hay otra categoría simbólica que me gustaría evocar también. El mismo papa Francisco la utilizó en muchas ocasiones, me refiero a la imagen de la poda. Durante el tiempo de aislamiento más estricto del año pasado cada día meditaba caminando por la Iglesia de la Compañía donde vivo, y en su Capilla Doméstica, y en su Sacristía me encontraba cada día con una de las empresas que ahora está expuesta allí. Es la imagen de una vid siendo podada en sus gajos con el mote NIL DABIT IN DE MINUS. La planta podada en el invierno evoca ciertamente tiempos de muerte, pero la imagen y el mote le dan otro significado ya que la crisis de muerte puede transformarse en poda. De esa planta despojada y mínima brotará más vida, es lo que sugiere la leyenda al jugar con la palabra MINUS, NIL MINUS, es decir MAIUS, MÁS, se trata entonces de una transfiguración de la muerte. Podemos esperar que la vida brote dando mejores frutos. Que la novedad de la historia surja de esas ramas cortadas.
Con la misión que hoy asumo, espero colaborar en esta tarea imprescindible de hoy que es de todos: ayudar a dar sentido para que esta crisis sea una transfiguración.
La Filosofía y las Humanidades en general tienen el potencial necesario para resignificar y transformar lo que acontece, para hacer que la crisis se transforme en poda y la muerte se transfigure en vida. La imagen de la poda como símbolo de vida que transfigura la muerte es ciertamente cristiana, y es lo que estamos a las puertas de meditar en estos días de Semana Santa, es cristiana, y por extensión ignaciana. Non coerceri a máximo, contineri tamen a minimo, divinum est. No estar encerrado en lo máximo y contenido en lo mínimo, es divino. Así reza el epitafio de San Ignacio. Se trata entonces de una de las categorías simbólicas que nos inspiran a los jesuitas y a la gran familia ignaciana. Trabajar con la ayuda de la gracia para hacer germinar el maius de la vida en, a pesar muchas veces, y siempre a través de los minus sociales e históricos que atravesamos. Trabajar por lo nuevo, por mejores frutos como lo hace el agricultor, y Dios mismo, según el tercer punto de la Contemplación para alcanzar amor de los Ejercicios Espirituales. Trabajar humildemente y en silencio, sin estridencias, desde adentro, sin impaciencias, iniciando procesos, en la fidelidad del cada día y esperando confiadamente en la primavera que se abre paso. Es todo un programa en el que estamos todos avocados. Muchas gracias.
Gracias por esta oportunidad para expresar alguna reflexión.
Me han enriquecido notablemente aquellas intervenciones sobre prácticas de la escucha en diversos ambientes o culturas. Por un lado es consolador saber que en muchos lugares se camina en forma semejante, pero también que se dan aportes para ir abriendo el enfoque a prácticas diversas, que cuentan con el consenso de sus propias iglesias o comunidades locales.
Gracias
Agradezco las diferentes aportaciones que nos dan horizonte y conocimiento.
Buenas tardes: Es muy enriquecedora la experiencia formativa que Boston College nos ha proporcionado. Muchas gracias.
Me parece que esta posibilidad de poder ser escuchado por la jerarquía y nuestras opiniones sean tomadas en cuentas es una gran oportunidad que el Espíritu Santo esta propiciando.
La sinodalidad es también un llamado a la responsabilidad, a la participación dentro del marco doctrinal que nos caracteriza como La Iglesia de Cristo. La sinodalidad nos invita a la autocrítica y nos da la oportunidad de la configuración a Cristo.
Saludos y bendiciones.
En primer lugar agradecer los esfuerzos de la Escuela de Teología del Boston College para que a través de este programa de formación, conozcamos parte de la historia de la Iglesia con sus luces y sobras. Asimismo, a través de los expositores de diferentes continentes se comprende la importancia del Sínodo. Se espera que los errores del pasado sean lecciones aprendidas para no repetirlos, e identificar humildemente las injusticias y nuevas formas de proceder que a todas luces son contrarias al Evangelio.
¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
En la región donde vivo no se tiene la experiencia. Continúa el énfasis clerical, discursos enfocados a los sacramentos y la predicación sobre el “buen comportamiento” .
En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
Escuchando los resultados del trabajo en otros continentes, considero que ellos están realizado los sueños y lo concretan en realidades. Es una bendición.
¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
Formación teológica de acuerdo a la vocación a la que cada persona ha sido llamada, conocimiento del contexto social, eclesial, cultural donde se vive. Compromiso evangélico, oración, discernimiento, humildad, honestidad.
Muy interesante su aporte Adriana. Sigan adelante, los frutos serán de mucha bendición.
Ánimo Pedro Nel. El seguimiento en algunos momentos se pone cuesta arriba, lo importante es no desmayar.
La experiencia dice que también es fundamental el cambio de actitud y apertura de parte del laicado.
El Papa Francisco y miles de colaboradores han iniciado el camino sinodal, los frutos serán a corto, mediano y largo plazo, pero llegarán.
Me resulto interesante conocer la historia de la sinodalidad en la Iglesia.
Por el bautismo formamos parte de la Iglesia y deberíamos involucrarnos cada dia más para vivir en sinodalidad viviendo como hijos De Dios y hermanos entre nosotros
María, buenas noches.
Acá en mi provincia San Juan, Argentina, se esta trabajando mucho por una Iglesia Sinodal desde ya hace unos años. Creo que cada diócesis presenta una realidad particular y atendiendo primero lo más cercano y al lugar que pertenecemos, es que surge un futuro sinodal. Cambio de mentalidad es la clave y desde el lenguaje que utilizamos a diario es que nuestro pensar se transformará en sinodal y actuaremos sinodalmente. Ej: cristianos, hermanos, laica/ laico, escucha atenta, en salida, periferias existencias, somos iglesia, paso a paso, solo por hoy, etc
Alejandro buenas noches!
Comparto lo de la Liturgia. Debe ser reinterpretada sin perder la esencia del ritual, el centro es el sacrificio de Jesús que se hizo carne para quedarse entre nosotros y así llevarlo hacia donde quiere llegar y habitar. El Espíritu Santo es ese movimiento y busca a los que sufren. Somos los instrumentos enviados.
Tanto mi esposa como yo, participamos activamente en nuestra parroquia en Montreal. La mayoria de los miembros vivimos en una comunidad de compartir. Estamos organizados en grupos tanto administrativos, como de apostolado. Cada grupo tiene sus responsabilidades en los servicios que realizan desde:
– Aspectos liturgicos
– Aspectos financieros
– El compartimiento de alimentos para aquellos qe lo requieran
– Catequesis para los distintos sacramentos
– Grupos de apostolado de evangelizacióm
La parroquia está bajo la responsabilidad del párroco quien pertenece a la comunidad de los frayles dominicos.
Somos muy concientes de la importancia de la sinodalidad. En la actitud de Escucha y de diálogo, dado de que continuamente llegan nuevos inmigrantes provenientes de distintos paises latinoamericanos con distintas necesidades tanto espirituales como materiales.
Agradezco por el camino ofrecido en esta primera semana. El hecho de los temas y las experiencias de diversos continentes nos confirman que el camino sinodal es la respuesta para ser cada vez más una Iglesia Católica (Universal) donde nos escuchamos y enriquecemos en nuestras diferencias, donde se da el espacio para que el Espíritu Santo manifieste toda su riqueza. Cada vez estamos más interelacionados a nivel mundial y solo caminando juntos con la riqueza de las diversas culturas unidas en una misma fe, en un solo bautismo, en una misma esperanza seremos respuesta para la humanidad que más necesita de una mano amiga, hermana y sanadora. La Iglesia, casa y familia de Dios, donde todos son acogidos, partícipes y enviados.
Es una buena agenda para empezar a caminar en Sinodalidad.
Se debe cumplir aquéllo de: lo que atañe a todos, se decide y concluye en consenso con todos/as.
Gracias, seguimos caminando…
° Los aspectos que nos ayudan a crecer entre otros:
Tenemos varias actividades las cuales nos ayudan en el crecimiento de nuestra Fe.
a) El rezo del santo rosario en familia con nuestros hijos y nietos
b) En la parroquia, en nuestras reuniones de grupo, dos horas antes de la celebración de la Eucaristía. En esas reuniones compartimos temas relacionados con el Evangelio del Día, el plan de Salvación del hombre basado en la lectura de la Biblia, el Catecismo y reflexiones sobre la Tradición de la Iglesia.
c) En los retiros espirituales para todos los grupos de apostolado, catequesis y de oración, grupos de jóvenes, que existen en la parroquia, Retiros que se realizan aproximadamente uno cada tres meses.
d) Con el interés que muestra nuestro señor Obispo, nuestro párroco y las comunidades religiosas muestran en las actividades que lleva la Misión.
° Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
En nuestra Misión Latinoamericana de Montreal, una buenanmayoría de fieles están dispuestos a participar en las distintas actividades que se ofrecen, de acuerdo a sus intereses, a su disponibilidad de tiempo.
Sin embargo desde el punto de vista ministerial, hay personas o grupos que se ocupan de colaborar con el párroco o con el celebrante de la Santa Eucaristía, como son :
– en la sacristía
– en la aistencia al celebrante durante la celebración de la Eucaristía
– en la Liturgia de la Palabra
– en el Coro
– en la Colecta
– en la colaboracion con distintos grupos para la celebración de las fiestas patronales de cada país latinoamericano
– Hay varios fieles dedicados a colaborar el aspectos relacionados con las actividades diarias de la Misión como son: la cocina para preparar las comidas despues de la misa, el compartimiento de alimentos los martes y miercoles de cada semana, la reparación de la casa parroquial, como techo, tuberias del acueducto, mantenimiento de los utensilios y menesteres propios de cada sala.
–
Doy gracias a Dios por escuchar lo que es la Sinodalidad, no entendía o pensaba que bastaba con tener fe , pero me doy cuenta que cuando Jesús decía “vengan conmigo y les haré pescadores de hombres” iniciaba al cristianismo, a proteger a la creación de Dios, a nuestra casa en donde vivimos, la Iglesia propone que nos escuchara, que aquel cristianismo primitivo de siglos atrás ya no tiene cabida ahora.
Creo que llego el momento de esta transformación de la iglesia, más moderna y humana .
Cómo dijo Jesús a sus apóstoles, vengan conmigo y les daré la vida eterna.
Muchas gracias por esta primera semana, completamente enriquecedor todos los temas que nos amplían más nuestros conocimientos sobre Sinodalidad. Gracias a todos los expositores y ha seguir nutriendonos en este camino sinodal, para ese cambio que queremos en nuestra Iglesia.
Disfruté mucho y aprendí mucho con el anterior curso sobre Discernimiento común y toma de decisiones en una Iglesia Sinodal.
En este, vuelvo a aprender. Ir haciéndonos, dar importancia a lo importante y sobre todo, saber que hay muchos cristianos empeñados en crecer para ser fieles.
Me ha sido muy iluminador la parte que ha desarrollado Rafael Luciani, sobre el sensus fidei.
Estoy animada a seguir profundizando para ir configurando mi mirada, mi escucha y mi compromiso.
Personalmente en este momento no estoy participando activamente en una comunidad así que poder acceder al compartir de las distintas experiencias y avances en el camino de sinodalidad me da fuerza y esperanza de una iglesia verdadera seguidora de Jesús, que incluye acompaña y nos tiene en cuenta a todxs sus miembros
Buenas tardes
Soy Nicolás, seminarista de la diócesis de Lomas de Zamora, Buenos Aires, Argentina.
Quiero agradecer la oportunidad de poder estar haciendo este curso. Me pareció las ponencias muy enriquecedoras y el poder escuchar voces de otras partes del mundo de cómo vas llevando esta experiencia sinodal.
La sinodalidad es un modo de vida y manera de operar en la Iglesia. Cómo se refirió en muchos de los videos el clericalismo sigue siendo el gran cáncer de nuestras comunidades eclesiales, por eso Considero que importante es en primer lugar ponernos en manos del Espíritu Santo para que nos conduzca y guie a la Iglesia y así poder madurar una espiritualidad sinodal. Por eso, también considero importante rezar y pensar juntos la formación sacerdotal en los seminarios, sobre todo para poder trabajar este tema del clericalismo que muchas veces empieza a sembrarse y a vivirse ya desde del seminario. En mi experiencia personal todavía la gente no se siente responsable y consciente de que ellos son protagonistas importantes en la formación del clero. Por eso, también es un tiempo estamos viviendo como Iglesia de mucha Gracia para poder pensar juntos la formación sacerdotal.
La sinodalidad como decía una de las exponentes requiere una dinámica comunicativa, participativa y en la toma de decisiones. Hoy más que nunca no tenemos que tener miedo a la confrontación con el otro, se lo pudimos ver como San Pablo cuestiona a Cefas en la carta de los Gálatas 2,11 por el tema de los gentiles. Por eso necesitamos un proceso sinodal que no permita dialogar y participar y así seguir construyendo juntos el Pueblo de Dios.
Desde Argentina, provincia San Juan, agradezco mucho la posibilidad de participar en éste curso tan rico en conocimientos y vivencias compartidas. Excelentes los temas, tratados claramente. Aprendí mucho y sé que me queda por aprender mucho más. Ésta formación gratuita es parte del camino sinodal en donde todos debemos comprometernos y compartir experiencias enriquecedoras.
La pregunta que realizo es ¿Cómo hacer para comprometer la participación de los Bautizados?
Desde hace 36 años que trabajamos en nuestra Parroquia en Catequesis Familiar. Tratamos de vivir el camino sinodal desde la escucha y el diálogo pero todavía estamos en proceso. Nos cuesta el compromiso, la participación y la perseverancia de los bautizados. Todos los años crecemos gracias al Espíritu Santo que nos asiste y guía.
¡Muchas gracias! ¡Qué podamos explorar las realidades de los caminos sinodales! ¡Qué DIOS los BENDIGA SIEMPRE y la Ssma. VIRGEN MARÍA los cuide y acompañe!
Les saluda Sor Reynita. Doy gracias a Dios y a cada uno de ustedes por este espacio de reflexión compartida, un modo de caminar juntos como Iglesia. Les comento que, al escuchar tantos testimonios, de distintos continentes, sobre el camino sinodal que va haciendo la Iglesia me entusiasma y me hace cada vez más convencida de que el Espíritu de Dios sigue animando la vida de nuestros pueblos. Si la Iglesia fue sinodal desde sus orígenes, por qué se ha debilitado ese espíritu y característica tan original y propia de la vida cristiana? será porque hemos prestado mucha atención a las estructuras organizacionales y rituales?. De qué manera podemos recuperar, actualizar en el hoy de nuestra historia esos rasgos propios del seguimiento de Jesús: Una Iglesia siempre en escucha activa, sobre todo a los últimos, una Iglesia en actitud de discernimiento continuo, una Iglesia que se acompaña mutuamente, reconciliada y reconciliadora…
Así es querida Susana, por el bautismo gozamos de esa savia original de deseo de unidad que nos dona el Espíritu, pero al mismo tiempo nos compromete a expandir haciendo camino juntos como hijos e hijas de un mismo Padre/Madre para humanizar nuestro mundo al estilo de Jesús
Soy Ada Rojas de Ayacucho- Perú.
Tradicionalmente la Iglesia Ayacuchana tiene siglos de religiosidad, la ciudad Huamanga donde resido tiene más de 35 iglesias o templos; en el centro histórico podemos encontrar un templo cada dos cuadras, celebramos nuestra fe en la Semana Santa con misas, procesiones, y miles de turistas “mirando y ex pectando”.
¡Hace !3 años atrás nuestro obispo nos convocó a expresar nuestras dificultades y priorizar nuestros problemas como pueblo de Dios, Nos conocimos entre los laicos de diversas comunidades y parroquias urbanas y rurales. nos escuchamos, dialogamos realizamos consensos sobre nuestras prioridades, estrategias y acciones para la pastoral de la Iglesia Ayacuchana.
Descubrimos que los laicos y agentes pastorales éramos pocos y con deseos de responder al llamado de nuestro Arzobispo, pero escuchamos que la mayoría del clero, párrocos y presbíteros no estaban preparados para escuchar a sus agentes, no deseaban considerarlos para caminar juntos ni compartir responsabilidades o aceptar los liderazgos de sus laicos.
Hubo cambio de Obispo y la Iglesia jerarquizada no volvió a convocar en forma amplia. Esta experiencia vivida por algunas parroquias fue silenciada, en otras continúo permitiendo a los laicos responder a las necesidades de las comunidades, participar en las tareas y obras sociales, organizar la evangelización, y conocer la Palabra de Dios.
Hoy la Convocatoria del Papa parece que se escucha en pequeños grupos.
Aun sentimos que somos una Iglesia clerical izada, con una religiosidad popular bastante celebrada donde la violencia, la exclusión se vive a la vez que se habla de interculturalidad y diálogo interreligioso.
Tenemos desafíos que nos palotea este proceso de sinodal dad.
Gracias por la oportunidad de escuchar y aprender de las diversas experiencias.
Desde España les envío mi saludo y agradecimiento por el contenido y también las experiencias. Creo que se está haciendo un camino sinodal de reflexión que nos está llevando a otro modo de ser Iglesia por la escucha, el diálogo, participación.., La consulta nos ha hecho tomar conciencia de la corresponsabilidad como laic@s en el ser y caminar de la vida eclesial, junto con el clero, religios@s actuando, tod@s como pueblo de Dios en la escucha y acompañamiento del Espíritu que acciona en tod@s
Gracias de nuevo por ayudarnos a sintonizar y formar en este camino sinodal
En mi diocesis muy lentamente estamos integrandonos en el processo synodal, aunque necesita un gran esfuerzo por parte de todos en especial de los laicos, porque aun tienen esa mentalidad que la ultima palabra la tiene el parroco.
Los laicos siguen manteniendo vivas las comunidades pero las realidades institucionales tratan de hacer la Iglesia un esquema de incompatibilidad evangelico.
Un gran obstaculo para avanzar caminando juntos es pensamientos esteril de mantener las antiguas costumbres, tradiciones y dogmas que no son compatibles con la synodalidad Y otro obstaculo que impide a camuinar juntos es la indisposicion para trabajar en equipo y una comunicacion poco asertiva Y tambien hay mucha resistencia al cambio.
Agradezco a la organización esta oportunidad de formación.
Ser conscientes de que el Espíritu se puede manifestar a través de cualquiera es un proceso lento. La comunión debe “encarnarse” en forma sinodal. “Escucharnos unos a otros y todos en escucha del Espíritu Santo”. ¡Que belleza!
Queda mucho por hacer: superación de estructuras clericales ,el papel de la mujer, pero, se abre un camino de Esperanza y la Espera fortalece.
“…haciéndonos, dar importancia a lo importante y sobre todo, saber que hay muchos cristianos empeñados en crecer para ser fieles”.
– Beatriz. Hola, me llaman Froilan, y soy dominicano. Con servicio de “Animador de Comunidad”, en la Iglesia de mi país.
– Quiero quedarme con la percepción de que, esa expresión vino del Espíritu Santo, y que, a la luz y guiados por el mismo Espíritu, el terrible mensaje que encierra debemos asumirlo ya, vivirlo y trabajarlo para hacer realidad los resultados que de él se desprenden.
– Darle importancia a lo verdaderamente importante, y, no seguir viviendo una Iglesia de eventos, mitos, populismo, sumisión y servilismo, en vez de una Iglesia de procesos continuos, dosilidad al Espíritu, humildad, y obediencia consciente. Es lo que debe aprender y aplicar la presente generación.
– Desarrollarnos de manera integral para crecer y ser los fieles a Cristo, que hoy necesita la Iglesia, es un desafío para la presente generación que debemos asumir y hacerlo realidad, para entrar a la Iglesia del tercer milenio la “Iglesia Sinodal”.
!!!Felicidades y que Dios te bendiga, amén†. 🇩🇴.
Muy de acuerdo contigo Fernando. Las charlas han sido muy enriquecedoras, vivimos tiempos privilegiados en la Iglesia con el magisterio de Francisco y contemplar la historia de los primeros siglos de la Iglesia nos afirma en que la sinodalidad no es algo nuevo y mucho menos una moda, es una práctica presente desde los orígenes y me parece muy interesante ese acercamiento a como se ha ido evolucionando en todos los continentes. Es una urgencia y a ello nos anima Francisco, recuperar la sinodalidad como algo constitutivo, como la identidad de la Iglesia del tercer milenio.
Gracias Fr. German por tu comentario. La Iglesia de Nicaragua atraviesa un momento muy difícil y que importante es caminar sinodalmente en esa hora que viven y mantenerse firmes siguiendo las huellas de Jesús. Mi solidaridad y la certeza de que se pueden abrir caminos con nuevas rutas de esperanza.
Gracias por tu comentario Juancar, que comparto y me hace recordar ese canto tan bonito “como semilla pequeña en manos de los pobres, como el trigo que germina en las sombras de la noche, tu Reino en nuestras manos agita nuestro espíritu y nos lleva por caminos de luchas y esperanzas…” Con o sin nosotros la Iglesia sigue caminando impulsada por el Espíritu, también entre los descartados del sistema, los que realmente viven la sinodalidad porque se unen, son solidarios y caminan juntos
Hermín muy de acuerdo contigo
1. Si. Es un desafío que cada vez se está superando a través de la formación dentro del Movimiento Laical Franciscano al que pertenezco.
2. Es un caminar, lento pero continuamos sin desfallecer.
3. Indiferencia, falta de escucha y diálogo.
Muy agradecida por poder participar gratuitamente en el curso.
Un saludo de Paz y Bien!
Agradezco a Boston College el espacio que nos ofrece con este curso de formación continua en torno a la Sinodalidad. Igualmente, a los participantes por sus aportes y comentarios que son una riqueza y muestran las luces y las sombras de este proceso sinodal. Pido disculpas porque he tenido una semana complicada y ando con retraso, pero gracias a que los videos permanecen abiertos, espero ponerme al día.
Valoro mucho las ponencias y en concreto me pareció muy sugerente la de Elisa Esteve porque nos muestra que ya desde los inicios no fue fácil hacer un camino juntos, lo que supuso escucha, discernimiento y toma de decisiones, incluso duras en algún momento, aferrándose a posturas. Y no fueron fáciles remontar esas barreras. Me resulta iluminador para el caminar actual de la Iglesia, es bueno releer como fueron esos comienzos.
He sentido que la ponencia sobre “Desarrollo y desafíos de la Sinodalidad en Africa” de Stan Chu, no estuviera traducida en español, no pude seguirla con claridad.
En mis 23 años en el Continente Africano, tuve el privilegio de vivir una experiencia de Iglesia que considero sinodal y ministerial. Fueron años postconciliares, con un llamado a fortalecer las iglesias locales, que el Cardenal Malula, al frente de la archidiócesis de Kinshasa, en el entonces Zaïre, hoy República Democrática de Congo, se lo tomó en serio. El país vivía una dictadura, enarbolando la bandera de la autenticidad y Malula, en un proceso de inculturación, nos lanzó a vivir “la iglesia a la hora de la autenticidad”, a bombardear las parroquias para sembrar los barrios de comunidades vivas, dando un protagonismo a los laicos. Hay que cerrar los conventos para que las religiosas se inserten allí donde están los pobres. Instituyó el ministerio de “Mokambi”. Un laico que junto a su esposa asumían la responsabilidad y animación de la comunidad, dejando únicamente reservada la celebración de la Eucaristía al sacerdote. Y esto, según decía el Cardenal, no porque se careciera de sacerdotes: “Aunque nos sobraran sacerdotes, el rol de los laicos en la iglesia es irremplazable”.
Se trabajó en lograr un “rito zaireño”, que después de varios años “a experimentum”, Roma lo aprobó como “Rito romano para las iglesias del Zaire”, ignorando que el Zaire era y sigue siendo diverso, con culturas y lenguas diversas. Algo semejante ocurrió con la Revista de Teología, que editaba la Universidad Católica. Roma no aceptó llamarla “Revista de Teología Africana”, porque teología solo puede haber una y la aprobó como “Revista africana de Teología”.
Son solo ejemplos de estas sombras en el camino sinodal, del centralismo de una iglesia romana a la que le cuesta asumir la riqueza de la diversidad, que tiene miedo a lo diferente, a no poder tener todo controlado. Afortunadamente Francisco está abriendo las puertas, rompiendo fronteras y una reciente muestra de ello han sido sus palabras pronunciadas en su reciente viaje a la RDC y al Sudán del Sur. Por una parte, duras, de una denuncia clara contra las injusticias y por otra llenas de consuelo y de esperanza.
Muy encantada de participar en este foro en realidad los videos son ricos en contenido que nos abre más al conocimiento de la sinodalidad. Nuestra Iglesia Católica sabe escuchar nuestras inquietudes y deseos de caminar juntos para anunciar el Evangelio de Jesús.
Buenas noches, soy Hna. María Rosa Amaya, religiosa del Instituto Hermanas de Nazaret, en Santo Domingo, Dpto. San Vicente, El Salvador, C.A. pertenezco a la Diócesis de San Vicente.
👏
Hola. Soy Carlos, presbítero en una diocesis del norte de México. Al ver los primeros videos del curso me vino mucho a la mente el documento de la sinodalidad en la vida de la Iglesia de la Comisión Teológica Internacional. Sobre todo en el video que habla de la sinodalidad en la Sagrada Escritura y el de los Padres de la Iglesia. Me parecieron desarrollos muy interesantes.
También me llamó la atención saber un poco más del camino sinodal en Alemania en el primer video de las experiencias. Creo que no nos llega tanta información sobre aquel proceso, y la reacción del Papa y de las autoridades en Roma de las que he tenido noticia me parecen algo problemáticas al respecto.
En mi diocesis me he visto comprometido en el seguimiento a los diversos momentos del sínodo (consulta diocesana y ahora en compartir con la diocesis algunas líneas generales del DEC). Es un tema que me ha llamado mucho la atención desde el principio y como teologo he estado constantemente informándome del mismo y tratando de implementar siempre la dimensión sinodal en la pastoral y en la formación del seminario en la que participo. Por eso agradezco estas oportunidades de formación y actualización constante.
Quisiera concluir expresando mi deseo de un mayor involucramiento de los ministros ordenados en profundizar en la sinodalidad, en la meditación y la formación sobre la misma, pero sobre todo en ir buscando juntos ampliar la vivencia práctica de la sinodalidad, con una conversión que implique estilos, estructuras y eventos sinodales.
Buenas tardes, días, noches para tod@s.
Un afectuoso saludo para todas y todos desde Canarias.
Las charlas introductorias y del tema 1 me han parecido sumamente interesantes, amenas y didácticas.
En lo particular, me interesan muchísimos los aspectos teológicos de la Sinodalidad y a la fecha las charlas escuchadas al respecto, tanto de los profesores como de quienes relatan sus experiencias desde distintos continentes, me han parecido muy valiosas y esclarecedoras.
Yo participé como relatora/redactora de las experiencias sinodales de nuestra Parroquia y me ha interesado mucho notar la convergencia entre nuestras sencillas sugerencias y las charlas del curso a las que me he referido anteriormente.
La manifestaciòn del Espíritu Santo de Dios a través de la diversidad de carismas, dones, culturas e individualidades personales me parece fascinante y un regala inconmensurable de un Dios Padre/Madre…Todopoderoso pero que con-desciende a nosotros para que le comprendamos de manera cada vez más íntima en nuestra historia personal y comunitaria…
La Sinodalidad como camino para valorar y lograr la escucha… el discernimiento.. la reciprocidad.. el servicio… la igualdad en la diversidad… y la equidad entre deber/derecho de cada uno de los miembros de la Iglesia parece ser realmente el Camino iniciado por NS Jesús.
Es muy hermoso constatar esta Universalidad y atemporalidad del camino fraterno de la Iglesia… no tanto para las autoridades eclesiales sino para cada uno de los miembros de la Iglesia.
Gracias por la oportunidad.
Muy atentamente
María Izaskun Petralanda De Paz
° En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
En nuestra misión latinoamerican, mi esposa y yo nos ha constatado que la dedicación tanto del párroco, como de cada uno de los grupos de apostolado y administrativos hemos tomado especial atención a dedicar nuestro servicio especialmente para los más necesitados incluyendo a los nuevos inmigrantes quienes llegan a Canada a veces de forma ilegal.
Si embargo, en una reunión que tuvimos con una familia quien tiene una hija con incapacidad, nos comentaban que el párroco que habían tenido previo al presente, les impedía que asistiesen a las celebraciones eucarísticas por razón de que incomodaban a la comunidad. Ellos ahora asisten a otra iglesia en donde se le recibe en grupo con otras familias que sufren del mismo tipo de situación.
Consideramos que esta acción no responde a una acción evangélica pues nuestro Señor Jesucristo vino precisamente por los más necesitados, los pobres, los enfermos, los niños. Y por lo tanto sí consideramos que este tipo de comportamiento sea seriamente estudiado en el sínodo de la sinodalidad.
Desde Ferreria de Tula, Jalisco, México.
Me encuentro en la Diócesis de Ciudad Guzmán, donde se esta realizando el proceso de un plan diocesano con la participación de todos: sacerdotes, consagrados, laicos… este proceso esta siendo un poco lento, pues, como comparten en los desafíos de América Latina, el atore es en la escucha. Necesitamos aprender a ESCUCHAR, en la Asamblea Diocesana fue fuerte el comentario: Oímos pero no escuchamos.
Gracias por este espacio de aprendizaje.
Todas las conferencias de la primera semana me han despertado un profundo interés por pensar en una Iglesia cada vez más sinodal. La Iglesia es el pueblo de Dios que camina en este mundo teniendo como patria el cielo. Luego de 2023 años, esa misión está en sus inicios en un mundo cada vez más descristianizado.
Mi experiencia de Iglesia, es una muy desarticulada y con un pastor poco líder. Toda ella clerical, con estructuras caducas y personas eternas como dirigentes.
La palabra ministerio en la Iglesia parece todavía referente a los ordenados. Es un desafío la formación de los laicos y su protagonismo en las estructuras.
Sin embargo, ya ponernos en estado sinodal es un avance para revisar lo que se está haciendo, ser cada el Pueblo de Dios.
Un Iglesia sinodal requiere de liderazgo, de pastores promotores y abiertos que se abran a escuchar. Además es muy importante generar espacios de participación, comunión y discernimiento.
Buenas noches si es excelente como nos han expuesto los diferentes ponente, y esto ha afianzado mi conocimiento, yo vivo en la amazonia ecuatoriana en concreto en Puyo, y venimos trabajando el sínodo desde que empesó y la verdad que cada día tengo ideas mas claras de lo que es la sinodalidad.
Buenas noches si es excelente como nos han expuesto los diferentes ponente, y esto ha afianzado mi conocimiento, yo vivo en la amazonia ecuatoriana en concreto en Puyo, y venimos trabajando el sínodo desde que empesó y la verdad que cada día tengo ideas mas claras de lo que es la sinodalidad.
Para mi es una experiencia maravillosa donde todos los miembros de ls iglesia tienen la oportunidad de participar y todos unidos poner su granito de arena para todo lo que se realice en la iglesia.
Para mi es una experiencia maravillosa donde todos los miembros de ls iglesia tienen la oportunidad de participar y todos unidos poner su granito de arena para todo lo que se realice en la iglesia.
Coincido con la gran oportunidad que nos trae este curso , de seguir profundizando en la sinodalidad , de entender con una visión más abarcativa los procesos que fue teniendo la iglesia en la historia, y de enriquecernos con distintas miradas de la actualidad eclesial en el mundo.
Creo que cada Iglesia local presenta una realidad particular, la sinodalidad aunque es responsabilidad de todos los bautizados, solo puede ser ejercida en un ambiente de libertad y de sentido de pertenecía. El camino sinodal empezó desde hace varios milenios, sin embargo, el paso se perdió y con él la continuidad de la misión de la Iglesia. Continuidad que se desea retomar por el bien y crecimiento del pueblo de Dios.
Primero agradecer por este curso, tan bien preparado exponentes excelentes, viene a reforzar lo poco que ya sabía y que hemos realizado en mi vicariato que es Puyo, donde hay un esfuerzo constante por llegar a todos los selectores. Los temas ofrecidos en esta primera semana, las experiencias de diversos continentes nos confirman que el camino sinodal es la oportunidad para ser cada vez más una Iglesia que está en constante búsqueda e inquieta por ir dando respuesta al plan amoroso del padre y sobre todo una iglesia que se deja conducir por el paráclito con sus luces y sombras, una iglesia que trata de acortar fronteras respetando y valorando las riquezas culturales que vamos descubriendo cada vez, necesitamos sentirnos acompañados y saber que no caminamos solos, sino que nos acompaña el Dios de la vida presente en nuestra historia cotidiana que necesita de una mano amiga, es necesario saber que somos una familia donde caben todos, ricos y pobres.
Desde Madrid, España.
En mi experiencia de 40 años, la mayor omenor vivencia sinodal de la iglesia -de grupos concretos como una parroquia, um grupo asociado a una orden religiosa o a un instituto, toda una diócesis… depende de fundamentalmente de hasta que punto se cree qye aún siendo la salvación un hecho personal, Dios ha querido que te tenga lugar en el seno de un pueblo (LG 9 ó 10, o por ahí)..
Es asombroso el número de cristianos que sí, aprecuan quw haya una comunidad, que la igkasia sea una comunidad lo más amplia y dinámica posible, muy comprometida con el Reino etc… pero que, al fin, eso no deja de ser un elemenro añadido, no constitutivo. Pueden decir qeso de que un cristiano solo no es un cristiano, pero no se lo creen.
Poe otra parte los sacerdotes son fundamentales: los sacerdotes que se se viven xomk construxtores de comunidad funcionan automáticamente, con mayor o nenor acierro, en modo sinodal.
automáticamente.
Pero mucho ojo con los que se viven como cabeza del cuerpo. Tienden a perderse.
A los laicos les pasa lo mismo, pero al revés. Y, desde luego, suelen ser mucho peores que los curas cuando se ponen en modo “cabeza”. Y, por otro lado, los otros laixis tambiém respetan mucho menos su minusterio -una especie de “tú eres laico como yo y no me vas a decir…”.
Dicho todo ko cual, durante estos 40 años he visto auténticos funcionamientos en modo sinodal, conaicos adultos, congregaciones relifiosas incolucradas y pastores guiando yanimando el proceso.
¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
En mi Parroquia estamos trabajando mucho en eso, gracias a Dios y al trabajo en conjunto que se desarrolla desde nuestra Diócesis Santa Elena – Ecuador y que se difunde a todas las Parroquias hermanas y muy en particular en la que tengo la bendición y honor de servir. Para mí ha sido una experiencia extraordinaria estar al servicio de Dios y el involucrarme en las distintas actividades de La Iglesia, que como feligresía no conocía.
Las distintas actividades que se desarrollan, en casas abiertas a la comunidad, reuniones internas de los diferentes ministerios y sesiones donde se congrega a todo el equipo pastoral, buscan un mismo objetivo caminar de la mano de Dios, dando fiel testimonio de como Dios actúa en todo.
En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
Aún se debe trabajar mucho en eso, desde nuestras propias familias.
¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
Conocer y valorar el amor de Dios, sin duda nos permitirá crecer en ésta vocación ministerial. El primer obstáculo es desconocer la doctrina de la Iglesia de Dios.
Luego de haber escuchado los videos de esta primera semana acerca del curso de Historia, Teología y Práctica de la Sinodalidad, puedo expresar mi agradecimiento por haber aprendido y conocido el recorrido vivido por la Iglesia universal por medio de los Apóstoles, seguido por el clero y el pueblo de Dios. En la actualidad es una Iglesia viva al servicio del reino de Dios, que requiere reformas según los signos de los tiempos para que todos los bautizados podamos actuar en sinodalidad, comunicación, participación, armonía y cooperación.
En mi experiencia, puedo decir que he vivido integrada a la Iglesia siguiendo las practicas establecidas rutinariamente obedeciendo las imposiciones de la jerarquía y respetando las actitudes y actuaciones de cada quien con sus convicciones y caprichos.
De acuerdo con la convocatoria o llamado a que cada bautizado se sienta comprometido a vivir y trabajar por una Iglesia en sinodalidad junto a una sociedad más justa y solidaria, es deber de todos y todas unirnos en oración seguros de que el Espíritu Santo nos guiará por el sendero propuesto para la reparación de la Iglesia, en especial atención al servicio ministerial por los pobres, desvalidos, marginados y alejados, buscando soluciones a las diferencias, obstáculos, diversidad de criterios, .
¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
Se van dando pequeños pasos, necesitamos una Iglesia profética con una autentica opción por los pobres, los excluidos ,los que hemos alejado, una iglesia de servicio , circular no piramidal , donde todos seamos corresponsables en el amor, una Iglesia donde hay lugar para todos, solo lo lograremos si vamos dejando que cale hondo en nosotros el mensaje evangelico, si vamos creciendo en actitudes de humildad de apertura y escucha al otro, al distint, al diferente, … arduo camino pero creo que ya se están dando pasos en este camino Sinodal , estamos en una fase importante y no podemos ser indiferentes .
Bendiciones
La sinodalidad nos convoca como pueblo de Dios a un encuentro fraterno desde los dones recibidos por el Espirito Santo, tarea milenaria que ha tenido y tiene altos y bajos, seamos conscientes del papel que cada uno desempeña.
Queridos hermanos:
Desde la Diocesis de Concordia, en la Provincia de Entre Rios, Argentina; los saludo y los felicito. Como decia Kristen Colberg, por poner las energias en pensar nuestra Iglesia y los cambios que necesitamos.
Nuestra Diocesis es pequeña en cuanto a territorio y cantidad de personas. Aun asi hay distancias que recorrer para llegar a todos.
Hace mas de 20 años que venimos en un camino diocesano que hoy llamamos Sinodal. En 2001 comenzamos a pensar nuestra Iglesia particullar, en medio de una gran crisis de nuesto pais. Desde entonces hemos avanzado mucho, sin dejar de reconocer todo lo que nos falta.
Creemos firmemente que caminar juntos es, no solo lo que nos hace falta, sino la forma que la Iglesia necesita para ser fiel al Señor de la Historia.
La sinodalidad de la Iglesia como lo hemos visto a lo largo de esta semana no es algo de un momento determinado; sino que, por el contrario a acompañado a nuestra amada madre la Iglesia desde sus inicios, ya que desde los tiempos más remotos siempre han habido cambios que dialogar entre los pastores para que la Iglesia sea cada vez más pastoral o en otras palabras haga más su papel de madre que inculca a sus hijos el camino del bien y del mal. Me parece que es bueno que la Iglesia escuche a todos sus hijos desde los más pequeños, hasta los más grandes y doctos, con la certeza de que aún en las palabras de los más pequeños Dios nos puede marcar un camino de santidad en medio de la sencillez que a los más grandes quizá por las vivencias de la vida y por los conflictos de la fe se les haya olvidado. Este es el momento en el que Dios quiere que pongamos en práctica aquel hermoso llamado que hizo a nuestros hermanos judios muchas veces a lo largo de los años. “Shema Israel” hoy Dios quiere que escuchemos con el corazón abierto a que mis ideas pueden ser las que necesita la Iglesia para renacer y continuar el camino; o que mis ideas son las que estan estropeando el camino de la santidad que Dios tiene marcada para mi en la Iglesia. Recordemos escuchar la voz de Dios, que lo único que busca es que nosotros seamos plenos en el camino de la verdad, una verdad que no tiene medias tintas, porque a Dios no le gustan las cosas a medias; sino una verdad que es simplemente lo que es; este es el momento que la Iglesia nos permite escuchar la voz de Dios para que aquellas ideas erroneas de lo que pensamos que es la verdad, una verdad a nuestro acomodo se desplomen y solo la verdad plena reine en mi inteiror; pues si reina en mi interior, reinara en toda la iglesia; pues yo solo soy un miembro del cuerpo Mistico de la Iglesia que es Cristo. Este es el momento que nos da nuestra madre la Iglesia para escuchar, reflexionar y actuar no segun mi parecer; sino en provecho de todo un cuerpo, un grupo, una nación, un pueblo… Una Iglesia… Este es el tiempo que tenemos para recapacitar y reconocer que la sinodalidad no es un proceso de la Iglesia de una época a otra; es un camino de la Iglesia de toda la vida.
Buenas tardes desde Melilla, España.
Llevo en la iglesia desde que tenía 15 años. Eran los años ochenta y tuve la suerte de encontrarme con unos sacerdotes que creían firmemente en las bondades del Concilio Vaticano II, por lo que crecí y maduré en la fe en un clima de sinodalidad, aún sin saberlo. La comunidad parroquial estaba formada por personas de todas las edades y condiciones; participábamos activamente en la toma de decisiones a través del Consejo Parroquial; teníamos convivencias parroquiales todos los trimestres… En ese clima iniciamos un catecumenado de adultos que llenó de vida y alegría la parroquia.
Por desgracia, con el tiempo llegaron otros sacerdotes que pensaban de un modo distinto. Poco a poco fue desapareciendo el catecumenado de adultos, y los que nos resistimos a dejarlo, fuimos “invitados” a dejar nuestra casa, porque eso era la parroquia para nosotros.
Pero eso no nos desanimó, porque sabíamos que el Espíritu estaba con nosotros y permanecimos con su ayuda.
Ahora estamos en otra parroquia. Seguimos creciendo con nuestro catecumenado y acompañando a otros a conocer al Señor.
Nuestro talante sigue siendo sinodal (ahora sabemos que siempre lo ha sido) y damos gracias a Dios por inspirar al Papa Francisco para iniciar este proceso tan necesario en la Iglesia de hoy.
Encantada de poder participar en este curso y así aprender más acerca de la sinodalidad. Un gustazo escuchar a todos los expertos y una alegría comprobar que cristianos de todos los continentes compartimos esta misión.
Gracias señor por estar asistiendo a este momento historico de la Iglesia. Se esuchan y ven muchos gestos de cambio esperados y reclamados a nosotros como Iglesia. Francisco comenzo el cambio , ¿que nos toca a cada uno?
Pienso que el camino sinodal nos lleva a todos los “cristianos activos” a estar al servicio de la vida de los demas colaborando con la mision del Señor.
Dentro de todo lo visto esta semana lo más importante es tener esa actitud de servicio, ser personas de oración para no caer en el relativismo y como dijera alguien, el que sabe comicarse con Dios sabe comicarse con todos
La sinodalidad ha existido desde siempre en oteos aspectos de la iglesia. Que bueno que se han juntado tantas reflexiones de diferentes exponentes para dar a entender mejor como caminar en un camino sinodal dentro de la iglesia. Ojalá todos entendamos lo grandioso de eso. Bendiciones🙏🙏🙏🙏
Muchas gracias por todos los aportes incluidos en esta primera parte. Nos ayudan a comprender la fundamental relevancia de la sinodalidad como dimensión constitutiva de la Iglesia. A visualizar procesos de gestación que se han vivido y se continúan viviendo a lo largo del tiempo y el espacio, así como los factores que los impulsan y los que dificultan su manifestación plena con toda su riqueza y diversidad.
Esta mejor comprensión nos anima a sostener y a ahondar nuestra apertura y disponibilidad personal y comunitaria a la acción transformadora del Espíritu. A contribuir desde el lugar que nos toque, por pequeño que sea, a avanzar en este proceso y a no desanimarnos ante las dificultades, tensiones y contradicciones que encontremos en el camino.
¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
Sí, formo parte del Movimiento de Impulsos Católicos y desde su fundación ha buscado la ministerialidad
En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
En mi Parroquia se ha venido buscando la diaconía, pero no se ha logrado
¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
Entender y asumir la sinodalidad, y creo que el principal obstáculo en mi Diócesis es el clero, son muy conservadores y difícilmente aceptaran la sinodalidad
HAY QUE TRABAJAR PARA QUE AQUELLOS QUE SE OPONEN AL SINODO ENTIENDAN QUE EL SÍNODO DE LA SINODALIDAD VA DE LA MANO DEL CONCILIO VATICANO II Y QUE NO SE BUSCA CAMBIAR DOCTRINAS.
Buenos días. Creo que, pensándome en los territorios en los cuales me muevo, la idea de sinodalidad está muy presente en el ámbito discursivo. Muy referenciado en el plano de las idas y de una – me animo a decir – expresión de lo político correcto. Aún están muy presentes las experiencias de verticalidad con respecto a la toma de decisiones, a las cuestiones dónde las mujeres (aún asumiendo roles importantes) no tienen ingerencia en los procesos, etc. Si reconozco avances interesantes en expresiones mas pequeñas, de base en algunas comunidades cómo también en las experiencias propias de los movimientos eclesiales en dónde son sostenidos por los laicos pero bueno, lo veo mas como un desafio de continuar trabajando mas que dsde una mirada pesimista toda
Convencida una vez más de que la iglesia que ha nacido del Espíritu y es el Espíritu quien la acompaña y conduce hasta el final. Esto nos llena de gozo y alegría, nos responsabiliza y como puebo de Dios nos lanza la misión confiados de que El estará siempre con nosotros. Estamos en un tiempo de gracia especial donde el protagonismo del Espiritu nos está llevando a reconocer lo que nos quiere decir a través de la escucha atenta a todos y cada uno, de la historia, acontecimientos y la creación entera. Todos los bautizados caminamos como hijos de Dios con la misma dignidad y en comunión con toda la creación hacia la plenitud de la vida verdadera.
Buenas tardes, un saludo de Paz y Bien para todos.
En mi comunidad se esta llevando a cabo la sinodalidad, se incluye a todos, hay mujeres ministros, se realizan reuniones pastorales , y es muy bueno ya que como bien sabemos somos el cuerpo de la iglesia, y desde el momento de nuestro bautismo debemos cumplir y aportar nuestro granito de arena.
Gracia por compartir este curso que me ha sido muy util.
Es una pena que ésta sea la tónica en muchos países, la sinodalidad está costando mucho por parte de párrocos y obispos que se resisten a darle participación al pueblo cristiano, creo que no quieren perder poder.
La sinodalidad es un proceso muy importante para nuestra iglesia, desgraciadamente quienes deberían sus principales promotores (obispos y párrocos) no lo están siendo. Creo que el miedo a lo nuevo, es más fuerte que el bien que se podría lograr al hacer participar como adultos en la fe a todos los miembros de la iglesia. Todos hemos recibido el Espíritu Santo en nuestro bautismo, no es de segunda clase el que hemos recibido, por lo tanto tenemos la capacidad de escuchar lo que él nos va indicando, no solo para nuestra vida, sino que también para la marcha de la iglesia. Pero para que nuestro aporte a la marcha de la iglesia sea más fructífero, debemos formarnos adecuadamente. Y el principal desafío que tenemos es aprender a discernir en comunidad, ponernos todos a la escucha del Espíritu Santo para que él nos vaya mostrando los caminos que debemos seguir, nos vaya presentando los desafíos que debemos asumir como iglesia, aprender que no debo hacer mi voluntad, sino que junto a otros descubrir la voluntad de Dios, que puede ser totalmente distinta a lo que yo quiero, pero que después del proceso de discernimiento voy a asumir como propia y me esforzaré para que podamos implementarla. Confiemos que Dios permitirá que se disipen los temores en aquellos miembros de la iglesia que les cuesta este proceso y que no sea el temor a perder espacios de poder lo que les hace estar frenando este proceso.
En nuestra diócesis y en mi arciprestazgo me da la impresión de que no hay mucho interés en que esto avance.
Seguimos anclados en el cumplimiento, realizar el mínimo necesario para pasar el trámite. Desde que comenzó el sínodo en la parroquia sólo hemos tenido un día de retiro el curso pasado para reflexionar y rellenar el cuestionario que nos mandaron del obispado, después nada más se volvió a saber. Por eso agradezco la oportunidad de este curso que me da la oportunidad de conocer y entender lo que es la sinodalidad. He intentado compartir con mi comunidad parroquial los frutos de este curso sobre la sinodalidad, pero tampoco he encontrado mucha disposición, seguiremos intentándolo, que el Espíritu nos guíe.
Convencida una vez más de que la iglesia que ha nacido del Espíritu y es el Espíritu quien la acompaña y conduce hasta el final. Esto nos llena de gozo y alegría, nos responsabiliza y como puebo de Dios nos lanza la misión confiados de que El estará siempre con nosotros. Estamos en un tiempo de gracia especial donde el protagonismo del Espiritu nos está llevando a reconocer lo que nos quiere decir a través de la escucha atenta a todos y cada uno, de la historia, acontecimientos y la creación entera. Todos los bautizados caminamos como hijos de Dios con la misma dignidad y en comunión con toda la creación hacia la plenitud de la vida verdadera.
Formo parte de la archidiócesis de Madrid y en ella llevamos ya varios años, en los que nuestro arzobispo, el cardenal Carlos Osoro Sierra está impulsando la sinodalidad con la convocación de diferentes encuentros, como el plan de evangelización, en el que participamos todas las parroquias, grupos, cofradías…que integramos la Iglesia en Madrid….
Sin embargo la sinodalidad en la iglesia percibo que no es fácil. Han sido muchos años, en los que el sacerdote era quien llevaba la parroquia sin la participación de los fieles; con lo que la gran mayoría está tan acostumbrada a esa forma de funcionar, que le cuesta mucho, tanto la participación, como el aceptar el protagonismo de los laicos .
Si creo que necesitamos mucho de la luz del Espíritu para entrar y avanzar como Iglesia, todos en el camino sinodal. Necesitamos ejercitarnos en la escucha del Espíritu y en la docilidad a sus luces…
Hola.
Creo que también es muy importante tener en cuenta a los que no son de la familia católica, o sea, ecumenismo y diálogo interreligioso. Difícil pero posible.
Muchas veces se piensa que con ser capaces de decidir o de participar de las decisiones (al estilo democracia) ya vivimos la sinodalidad, pero no podemos olvidar que no tenemos que estar todos de acuerdo, sino de ser capaces de caminar juntos, independientemente de que realice lo que yo quiera, o crea que es lo que hay que hacer.
Como responsable de Caritas diocesana encuentro parroquias de muchos tipos. Algunos sinodales otros no tanto. En fin, todo depende del párroco, el determina el estilo de la organización de la parroquia. En general, los miembros no tienen la iniciativa de hacer un dialogo entre iguales y el párroco no lo anima. Se confunde varios tipos de reflexión espiritual con el ministerio. No considera Pastoral Social un parte esencial de ser cristiana. A veces ni la Biblia tiene importancia.
Ayuda la fuerza de ser grupo y no solo una persona. El estudio continuo de la biblia con una buena manera de interpretarlo. El entendimiento que la iglesia es universal y la realidad que viven no es la única manera de vivir la vida parroquial.
Obstáculos: el clericalismo tanto por parte del sacerdote y de los y las laicos.
La falta de formación continua.
El proyecto de recrear la vocación, comunión y misión de la Iglesia en una sociedad plural es un desafío enorme. La magnitud de este cometido comienza por advertir la variedad de maneras de concebir lo que se entiende por Iglesia en la actualidad. Igualmente lo que cada bautizado asume como comunión y misión. Y ni qué decir de las maneras de participar o de no participar en la vida eclesial. Hacer un elenco de estas múltiples expresiones y valorarlas para articularlas dentro del proceso sinodal ya es en sí mismo un esfuerzo de sinodalidad.
Pero… ¿qué hacer con la distancia que sigue habiendo entre la realidad sentida y el ideal soñado?
Esta formación es realmente muy valiosa para mi, han sido maravillosas exposiciones sobre la Sinodalidad que nos ayudan a crecer y conocer más sobre los cambios enriquecedores que debemos hacer en la iglesia para caminar todos unidos a Jesús dejando detrás el Clericalismo.
En la Sonodalidad cada uno puede aportar su granito de arena, dando gratis lo que gratis hemos recibido de parte de nuestro Dios.
Antes que nada, agradecer todas las exposiciones, han sido bien claras, se ha explicado ampliamente sobre la Sinolalidad en su historia, desarrollo y desafios.
Es mucho lo que nos falta por hacer como miembros de la iglesia para realizar una evangelización dinámica y atractiva en Sinodalidad.
Cosas que podemos hacer:
-Incentivar más el uso en los medios de comunicación para que el mensaje llegue a más personas.
– Fortalecer la formación de los laicos y todas las pastorales.
– Formación de más líderes.
Fortalecer la Sinodalidad y disminuir el Clericalismo es una lucha de todos, con la guía del Espíritu Santo lo lograremos.
En España la cobertura informativa sobre el Sínodo no tiene mucha visibilidad. La Conferencia Episcopal Española informa lo mínimo, en mi opinión. Desde su web y medios se informa, pero sin concesiones al valor que se da desde otras Conferencias Episcopales. Por tanto, a nivel diocesano y parroquial la sinodalidad se vive en función de la proximidad o lejanía de la línea de salida marcada por Francisco desde el inicio de su pontificado. Asimismo, percibo un sorprendente desconocimiento sobre el tema en entornos creyentes.
Descubrir a través de Religión Digital esta formación online de la Boston College, y acceder a las vivencias de sinodalidad en diversas culturas y países, es una verdadera bendición.
Mi más profundo agradecimiento.
Mi experiencia es que ha sido difícil en mi Diócesis participar del Sínodo por falta de oportunidad.
Resulta muy interesante ver cómo la Iglesia primitiva tuvo dificultades, diferencias, discusiones en su camino. Entender que las diferencias forman parte de la esencia de nuestra Iglesia.
Interesante ver cómo hay una gran diversidad en el mundo, situaciones diversas, formas de entender las cosas variadas. De hecho, soy europea y pienso que la experiencia compartida en este curso por Alemania, como representativa de la pequeña Europa, dista mucho de la experiencia que podría compartirse sobre España, por ejemplo. Imagino que ocurrirán cosas similares en continentes mucho más grandes y diversos.
Muy apasionante la etapa que nos toca vivir.
Saludos fraternos
En mi experiencia existen tanto momentos, situaciones, personas que permiten vivenciar este caminar juntos de manera entusiasta y comprometida, como los hay que no permiten o accionan de forma que no se pueda vivenciar esta invitación.
Habiendo escuchado con atención y emoción las intervenciones de los ponentes y de quienes nos compartieron sus testimonios, siento que a pesar de las dificultades, vamos avanzando hacia el encuentro real y profundo con los otros que son parte de nuestra Iglesia y creo que las dificultades a las que nos enfrentamos son mas bien oportunidades para purificarnos más y llegar al entendimiento de nuestra misión con mayores luces tanto del intelecto como del corazón.
Es tremendamente importante conocer la medula de la sinodalidad y no verla como una mera participación, sino como un acogimiento entre el pueblo de Dios que camina con los ojos puestos al reino de los cielos. Es pues importante ver a la iglesia en esta etapa como con un microscopio, que es capaz de ver los micro compuestos de ella, que ve su enormidad, pero que también ve a cada uno que en su pequeñez conforma el cuerpo mistico de Cristo, y entonces vemos que tenemos la misma pequeñez y fragilidad, y aun así, logramos ser ese tejido que conformado por pequeñas células que somos nosotros, que conformamos a la vez un tejido, un organo, un sistema y finalmente un cuerpo. Ninguno es más o menos importante, todos somos tan necesarios y tan valiosos para el cuerpo.
Desde mi experiencia en el lugar donde me encuentro concretamente no se ve claro el trabajo sinodal en la arquidiocesis, me da la impresión que no tenemos claro lo que conlleva este trabajo, a nivel parroquia no hay nada,
NO QUEDA DUDA DE QUE LAS DIVERSAS EXPOSICIONES CONTRIBUYEN A UNA MEJOR COMPRENSIÓN DEL CONCEPTO DE HISTORIA, TEOLOGÍA Y SIDONALIDAD. EN LO PERSONAL, TENÍA UNA IDEA MÁS CONSERVACIONISTA. TEMOR A PERDER LA TRADICIÓN ORAL Y ESCRITA DE NUESTRA IGLESIA CATÓLICA. ENTIENDO QUE SI LOGRAMOS PARTIR DESDE EL CONCILIO VATICANO II, OBTENDREMOS LA CERTEZA DE UNA IGLESIA MÁS ADAPTADA AL MUNDO EN EL QUE VIVIMOS SIN PERDER LA IDEA DE INVOCAR AL SANTO ESPÍRITU DE DIOS PARA QUE ILUMINE A TODOS EN LA TOMA DE DECISIONES.
Gracias 🤩
Hoy pude terminar los temas de profundización y experiencias que no había podido visualizar en el curso de la semana 1 !
Interesante la parte de las experiencias de norte america , Canadá… también la pregunta que le hacían a Kristen sobre qué hacer si su sacerdote no muestra inclinación a la sinodalidad, luego el tema de las residencias que acogían a los niños de los pueblos originarios y las terribles condiciones que sufrieron estando en ellas ( deuda histórica) .
La parte de Africa en la que se habló sobre la traducción de la biblia a el dialecto de la región y lo que implicó para esas personas escuchar la buena nueva en su propio idioma . ☺️
Qué esperanzador es escuchar tantas experiencias sinodales y qué preocupante a la vez , entender que hay muchas diferencias entre nosotros mismos respecto a el camino que debe transitar la iglesia católica para poder mantenerse y expandirse y no quedarnos estancados en este punto de la historia moderna.
! Sigamos estudiando, sigamos con motivación este llamado del papa Francisco, mantengámonos fieles a Cristo resucitado ! 💝
Está primera semana del curso motiva mucho a poder seguir viviendo este proceso sinodal. Las experiencias que se comparten nos invitan a mirar con esperanza y confiar en ese impulso del Espíritu en la Iglesia.
Asimismo, está formación debe comprometernos a cada uno de nosotros en la construcción de esta Iglesia sinodal. Y conociendo nuestra corresponsabilidad impulsar a dar a conocer este proceso e invitar a otros hermanos a ser partícipes y procurar caminar juntos. Un cambio importante de las estructuras se dará también en la medida que tanto ministros como laicos se reconozcan bajo esa dignidad de hijos de Dios y que mutuamente están llamados a evangelizar.
Agradezco mucho las ponencias de esta primera semana. La sinodalidad está presente en muchos ámbitos de la Iglesia, también aquí en Centroamérica, pero también es una tarea por realizar. La cultura eclesial, cultivada por siglos, dejó de cultivar la dimensión sinodal y reforzó la centralización y el clericalismo. Todos tenemos la tarea de cultivar y vivenciar la sinodalidad de la Iglesia.
Hola buenas tardes bendiciones:
Gracias por la oportunidad que se me brinda de acotar, y real mente no conozco ninguna iglesia y Coincido con la gran oportunidad que nos trae este curso , de seguir profundizando en la sinodalidad , de entender con una visión más abarcativa los procesos que fue teniendo la iglesia en la historia, y ojalas se siga profundizando la sinodalidad que es un campo bastante amplio de habarcar
Excelente aportaciones de nuestros facilitadores. Me dejó el legado de la participación que sea para todos unánime dentro de la iglesia. Que todos seamos uno como dice nuestro Papa Francisco. Que El Señor nos ayude a vivir un camino sinodal como manda el Papa. Bendiciones🙏🙏🙏
Es de suma importancia participar activamente en todp lo que realiza la iglesia. Debemos comprometernos más y darlo todo viciendo en común unión en cada trabajo que la iglesia requiere. Todos unidos podemos siempre y cuando se haga en un camino sinodal🙏🙏🙏
La sinodalidad puede dar un impulso vital y muy esperanzador para la Iglesia general, pero ello requiere una profunda convicción por parte de los obispos encargados de cada diócesis de que el primer paso debe darse en las Iglesias locales.
Hemos podido saber que hay diócesis que todavía no han convocado su primer sínodo o cuando lo han hecho solo han contado con participación del clero.
El interés del Papa Francisco por esta cuestión debería ser una garantía de que el actual proceso sinodal puede ir hacia adelante y tener frutos gratos a los ojos del Espíritu Santo.
Me parecen muy importantes las experiencias y muy esperanzadoras. Cuando escuchamos experiencias positivas nos animamos porque vemos que es posible. La de Estados Unidos y Canadá me pareció muy interesante porque tienen ya una práctica del diálogo respetuoso que ven como el camino para enfrentar la polarización y se sienten cada vez más corresponsables de la vida de la iglesia. Me parece fundamental la actitud de hacerse cargo de la iglesia, así como cada uno de nosotros tiene que hacerse cargo del mundo en que vivimos y poner su granito de arena frente al calentamiento global. Practicar el diálogo respetuoso en los espacios en los que nos movemos es ya contribuir.
Quisiera compartir en primer término lo valiosas que considero las distintas charlas de esta primera semana porque nos abren la temática a partir de una perspectiva que se remonta a los orígenes del cristianismo. Me ha parecido positivo el conocer que Cipriano de Cartago fue nombrado Obispo a los pocos años de ser bautizado y que además fue nombrado casi por aclamación popular.
Un segundo aspecto que me deja la semana es que el camino de sinodalidad supone y exige necesariamente el discernimiento tanto personal cuanto comunitario, en consecuencia no es solamente una búsqueda de consensos.
Un tercer aspecto es que el camino sinodal en el nivel que fuere requiere de la variable tiempo, es decir es una búsqueda de consensos desde y a partir del discernimiento que demora o tarda un tiempo. A mayor gravedad o importancia del tema mayor el tiempo del proceso.
Otra idea que me queda es que la experiencia sinodal a nivel de espacios de fe más específicos y concretos puede ser más ágil: la parroquia frente a una vicaría, una vicaría frente a una diócesis…
Yo pienso que la Sinodalidad dentro de la Iglesia es Urgente y necesaria, es un paso al que está obligada hoy la Iglesia. Debo confesar que dado el clericalismo de la Iglesia éste ha sido un paso que ha tenido muchas trabas, aún hoy con los grandes avanzas impulsados por el Papa Francisco hay muchos sectores que se oponen a esta gran apertura de la Iglesia, pero la gran r4ealidad es que si la iglesia quiere sobrevivir a los tiempo modernos debe abrirse a la sinodalidad, hay que abrir nuevamente las ventanas de la Iglesia, lo importante es comprender que podemos dar el primer paso y mantenernos e impulsar este proceso que traerá grandes beneficios para la Iglesia en general. Soy de los que creo que en muy pocos lugares (y no sólo ahora, en el pasado tampoco) la iglesia ha tenido apertura a la sinodalidad, es por ello que pienso que es una lucha fuerte contra los detractores de este impulso, pero debemos también tener la certeza de que hasta el mismo Jesús apoya y respalda este proceso de renovación en la Iglesia, porque es eso: un proceso de renovación y revocación de viejas estructuras que provocaron el alejamiento de muchas personas, gran parte de las cuales fueron a la parar a las filas de las sectas protestantes.
La Sinodalidad es urgente hoy dentro de la Iglesia y así me parece que lo ha entendido el Papa Francisco, lamentablemente todavía hay gente dentro de la Iglesia que tiene miedo de asumir las responsabilidades que Dios le pone y son los que piensan siempre que la última palabra la tienen los curas y los obispos, eso tiene que cambiar y debemos comprender que somos parte fundamental de la Iglesia y que también debemos ser escuchados pero tenemos asumir el compromiso que hoy el Papa Francisco nos está brindando, esto es una oportunidad histórica que como Iglesia no podemos desperdiciar. Que siga soplando fuertemente el Espíritu Santo.
En mi comunidad no he vivido la experiencia ministerial pero si creo es una Iglesia que se esta gestando para los pobrer que poco
Gracias por ofrecernos este curso. A pesar de las dificultades en la iglesia de ser creyente mujer, me da esperanza esta convocatoria universal hacia la sinodalidad en la escucha del Espíritu. Que tantas personas en todo el mundo estemos tomando conciencia de la posibilidad de participación y corresponsabilidad me hace sentir comunidad.
¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
Considero que en mi parroquia se intenta por tener una participación en las diferentes pastorales 55% en mi comunidad nos integramos en gran parte al trabajo parroquial.
¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
Dentro de los aspectos debemos de ser comunidades Eucarísticas, orantes ,solidarias con un profundo amor por nuestros hermanos predicar con el testimonio. El mayor obstáculos es la falta de compromiso ,sentido de pertenencia , el clericalismo que muchas veces los laicos lo fomentamos.
La experiencia que tengo como laica es de comunidad parroquial .
En nuestra comunidad (hablo a nivel local ) no tenemos diaconos ,aunque en la diocesis de Bizkaia en este momento hay 7 y estos funcionan en alguna parroquia . Nosotros somos “Unidad Pastoral ” formado por cuatro parroquias ,
y solo hay tres curas en activo ,lod emás son jubilados .
El servicio de los pobres lo llevan dos asociaciones ,una de caracter confesional ,
Caritas y la otra aconfesional (la junta de ayuda a enfermos de Durango (aunuqe ahora tienen banco de alimentos para los emigrantes .
En la parroquia el servicio de los enfermos hay un listado para la asistencia
El aspecto vocacional creo que lo más importante es la unidad (encuentros oracion ) ;la escucha entre nosotros ,la participacion y estando alerta de los acontecimientos .
Agradecida por esta oportunidad destaco la riqueza que se manifiesta tanto en los aspectos formativos como en las experiencias que nos acercan desde distintos rincones del mundo. En nuestra diócesis encontramos algunas intenciones de vivir en clave sinodal. No se han planeado instancias de asamblea sinodal que convoquen a vecinos en sus parroquias. Tal vez debido al temor de no poder controlar las diferencias que surgen de la participación libre. Con pena asistimos a celebraciones e instancias donde se infantiliza al laicado confundiendo unidad con uniformidad, participación crítica con falta a la comunión y decisiones compartidas con desorden y faltande claridad en los roles.
El desafío que conlleva esta invitación a la sinodalidad, desde nuestra tarea pastoral, puede ser aferrarse a la construcción de espacios que, aún en lo pequeño, inauguren sinodalidad renunciando a la desconfianza mutua y la búsqueda de poder en nuestras instituciones. Todos somos parte de la Iglesia que busca volver a sus notas esenciales a imagen de la comunidad de Jesús.
Maura Tinoco.
al finalizar esta semana de participar en la introduccion y I semana. me senti bastante idemtificada conlas iluminaciones en relacion al discernimiento. comprendi que se daria un encuentro con una de las personas asignadas para ello. pero quiza no volvi a ver ese espacio.
las tematicas del sinodos, tanto las iluminaciones de los padres de la Iglesia, obispos, Palabra de Dios, me confirma que se trata ahora de recuperar lo mejor de nuestros origenes en estos aspectos de participacion, consultas al pueblo de Dios. Realmente con el correr del tiempo, las diferentes situaciones que vive la Iglesia siempre ha habido mentes buscadoras siempre de responder a los que Dios quiere en cada momento. Ahora con papa Francisco nos ha impulsado a reandar estos caminosde la sinodalidad.
en la diocesis de Sta.Ana El Salvador donde actualmente estoy, estoy integrada en la diocesis, el padre que nos celebra la Eucaristia poco refiere a este proceso de sinodalidad, pero se que en otras diocesis del pais si se esta llevando este camino.
gracias
1. ¿Tienes algunas experiencias de una comunidad cristiana que intente ser toda ministerial?
Si, hace unos años la comunidad cristiana recibia una formación semanal impartida por el párroco, a veces un ministros o un miembro donde se nos formaba y de ahí cada coordinador de una comunidad iba a su sector a compartir el tema llegándose a multiplicar en los diferentes sectores de la comunidad parroquial; además teniamos semanalmente una formación como encargados de multiplicar en nuestras respectivas comunidades.
2. ¿Se está realizando el sueño de una iglesia diaconal servidores de los pobres?
El papel fundamental de todos los bautizados es ser agente activo y ejemplo en el entorno donde se desenvuelven siendo ejemplos y predicando la Palabra y a la actualización del Evangelio porque la igesia necesita quien continúe predicando y llevando el mensaje para poder continuar caminando juntos ya que la iglesia se encuentra en crisis y faltan agente que multipliquen.
3.¿ Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuales los obstáculos?
Que los laicos se comprometan a formarse y a multiplicar los aprendidos en sus respectivas comunidades y que estén dispuestos a colaborar con sus pastores con la multiplicación de lo aprendido.
Los obstáculos que no se sientan con la capacidad para ser multiplicadores y que no aparezcan quienes quieran formarse.
Que los pastores no den la oportunidad de que se formen más agentes de pastorales.
Buenas noches,
Si porque viví una experiencia similar en mi parroquia donde se evangelizaba e íbamos a multiplicar lo aprendido en una comunidad de hermanos semanalmente.
Todos los bautizados estamos llamados a llevar el mensaje a los hermanos que necesitan conocer de la palabra de Dios.
Los obstáculos pueden ser que los hermanos de la comunidad no deseen ser evangelizados o que no te sienta con la capacidad para formar a otros.
Muy buenas noches. Desde Lima Sur, Perú
Primero, agradecerles, por este espacio tan importante para poder conocer y compartir experiencias de nuestro trabajo desde distintos lares de la Casa Común, en este caso sobre sinodalidad.
Al respecto, quiero compartir el trabajo realizado por un pastor “con olor a oveja” realizado en esta proción de la Viña del Señor. El hermano y amigo Tomas Burns Mc Namara, Padre Misionero Maryknoll, desde que fue destinado a estos arenales hizo una gran labor con la comunidad. En nuestra Parroquia, procuraba dar importancia a los laicos como sujetos y protagonistas de la misión. En nuestras reuniones de Consejo Pastoral, todos podíamos participar líbremente, opinar, discentir y votar para llegar a acuerdos sobre el trabajo a realizar. Nos sentíamos parte de este gran trabajo misionero en salida. Y èl salía con nosotros, cuando era necesario. Fueron cerca de 10 años de trabajo con responsables de sectores parroquiales, de coordinadores de los diferenes grupos, de hermandades, cofradías, etc. haciando un trabajo en conjunto…. Éramos una Iglesia Viva, en actividad, en salida misionera… No puedo negar, que hubieron momentos tensos, pero eso es parte del proceso de crecimiento y asi lo veíamos…. Sin embargo, esto no era bien visto por otros hermanos sacerdotes, sentía que su “autoridad” se mellaba.
Nuestro amigo Tomas, tuvo que ser cambiado por otro sacerdote, por razones de salud, y poco a poco ese gran trabajo fue destruído, los salones fueron cerrados, se volvió al clericalismo, donde el sacerdote es quien decide las cosas y los laícos se someten. Ahora, hay ausencia de jóvenes, ha disminuido considerablemente el número de laicos que participan en los grupos, ya no existe la Iglesia en misión… Pero aún, está la semilla, y estamos seguros que pronto volverán a surgir brotes de esperanza en este camino de la sinodalidad.
Centro América también se caracteriza por el miedo al cambio de la pirámide. Y eso que contamos con testimonios de mártires que dieron su vida por hacer camino al lado de los pobres y desde una Iglesia más fraterna y menos clerical.
Sí, que es una bendición si es toda ministerial o hacen el intento. En mi Parroquia todo lo contrario. Apenas se ve una luz en el fondo del túnel. Aunque el laicado está ansioso por tener más presencia, participación y mejor organización. Se respeta la disposición de la autoridad eclesiástica y con insistencia algo se va logrando pero a paso lento. No se confía en la vida consagrada ni en el potencial del laicado.
Los temas sobre Sinolidad son profondamente interesantes Como la Iglesia camina siempre de acuerdo a Los tiempos y espasio guida e iluminada con la accion del Espiritu Santo
La iglesia a la que pertenezco existen comunidades y movimientos apostolico que en cierto modo aplican cierto modo de sinodalidad pues caminamos juntos como comunidad y tenemos una unión y un mismo sentir entre nosotros . Se hace el esfuerzo de llegar a los más pobres que están identificados, pero falta mucho por hacer para llegar a lugares donde hay pobreza no solo material sino también espiritual. La unidad, el deseo de aprender y de servir para mi son las bases para el crecimiento, siendo la división el mayor obstáculo para el mismo, así como también la falta de compromiso, el apego a la rutina y la resistencia al cambio de muchos de nosotros.
He experimentado prácticas sinodales en instancias no parroquiales, pero eclesiales. Es decir, inserto en instituciones de la Iglesia que teniendo un fin social no dejan nunca al margen un rol espiritual y de comunión eclesial. Creo que para lograr una experiencia sinodal en todas las instancias de la Iglesia es importante ensanchar nuestra visión eclesial, y mirar que nuestros ministerios superan los marcos institucionales acostumbrados.
Saludos. Este es el segundo curso que llevo de Sinodalidad por medio de esta plataforma. Gracias por hacerlo posible. Este curso, refuerza el que he llevado antes. Anima ver que en los cinco continentes hay grandes esfuerzos por llevarlo adelante, aunque entristece los que se oponen a este proceso con-natural del ser Iglesia. Animo a seguir adelante. Que el Espíritu de Dios sea quien verdaderamente esté llevando adelante esta renovación de la Iglesia o esta nueva eclesiogénesis.
Hola. Antes que nada, presento mis disculpas por llegar tarde al foro de la semana 1. Realmente el tiempo se me ha ido volando. A continuación comparto mis reflexiones sobre esta primara semana del curso.
El concepto de sinodalidad no es nuevo. Sínodos (caminar juntos) ha habido a lo largo y ancho del planeta y a lo largo de la historia milenaria de la Iglesia. Esto me ha quedado claro con los temas que han desarrollado los y las diferentes ponentes en el tema 1.
¿Qué ha ocurrido entonces? Que caminar juntos no es fácil y no siempre hemos recurrido al diálogo; de hecho, dialogar tampoco es fácil. Pero el hecho es que el movimiento cristiano que inició con los discípulos del Señor Jesús se ha ido diversificando en la medida en que crecía y se ampliaba. Desde los primeros judaizantes y los pro-gentiles hasta hoy la diversidad no ha cesado. Y a mí me parece normal. Así es la humanidad. El problema ha estado y sigue estando en la renuncia al diálogo como camino para resolver las diferencias.
¿Por qué hemos renunciado al diálogo? ¿Por qué no recurrimos al diálogo? ¿Qué tanto nos ata a nuestras convicciones, a nuestros cargos, a nuestras comodidades, a nuestro status quo que nos lleva a descartar el diálogo como camino para caminar juntos? Estas preguntas tienen respuestas a diferentes niveles. Buscar esas respuestas es necesario. Y este proceso de sinodalidad es una buena oportunidad. Eso sí, no lo hagamos solamente entre católicos, a estas alturas de la historia de la humanidad dialogar con otras iglesias es necesario.
Saludos desde El Salvador.
El conocer la historia de la sinodalidad me ha permitido identificar diversos modelos a través de los cuales se ha tratado de plasmar esta característica de la Iglesia. De manera especial me ha llamado la atención la organización del conciliarismo del s.XVII, aunque su alcance haya querido ser, a mi opinión, excesivo; así como la praxis de San Cipriano, que me ha iluminado de muchos modos en su forma de proceder.
Conocer la historia ha sido inspirador para soñar nuevos modelos de sinodalidad en la Iglesia.
Hola. Soy Edwin Tamayo desde Envigado – Colombia. Me siento muy afortunado y bendecido al ser parte de una Iglesia tan grande y tan diversa… tan antigua y tan nueva… despues de ver los videos y sentirme unido a cristianos de todo el mundo comprendo en que consiste la sinodalidad y me llama profundamente la atención que sin importar la epoca, el contexto, la ubicación geografica, en el fondo son las mismas preocupaciones y las mismos deseos de poder vivir en el dia a dia la condición de bautizados asumiendo cada uno el rol dentro e la comunidad eclesial, formando todos ese cuerpo de cristo donde algunos organos pueden ser muy importantes pero todos son necesarios y todos aportamos a la realización del reino de Dios. No sé que injerencia vaya a tener el sínodo en mi Iglesia particular pero agradezco que desde ya este propiciando estos espacios formativos y se este tomando conciencia de la importancia de escuchar a todos al momento de discernir la voluntad de Dios en cada Iglesia y en la Iglesia Universal.
Muchas gracias por todo lo compartido. La sinodalidad, con sus dimensiones de ministerialidad y lo diaconal, es parte de nuestra vocación eclesial, a pesar de las muchas resistencias a vivirla. Los testimonios de personas apasionadas por Jesucristo, dispuestas a darlo todo por vivir el Evangelio, son una gran inspiración y animan la esperanza.
Hola, muchas bendiciones para todos! Pertenezco a una comunidad donde lamentablemente hay mas capillas que fieles, tenemos un párroco grande edad pero con un corazón de oro. que a la vez esta cargo de un hogar de niños de la calle, carecemos de jóvenes, pero con fe y esperanza seguimos trabajando en nuestra capilla, para que seamos mas y que la gente del barrio se acerque y forme parte, entre nosotros hay una sinodalidad, porque somos de distintos pensamientos y tenemos que buscar un consenso. agradezco estos cursos para seguir formándome como buen seguidor de Cristo y esa iglesia pobre para los pobres es mi guía
Buenos dias,
Es un privilegio poder gozar de toda esta información en el aspecto sinodal. Si los laicos tenemos que formarnos bien; pero la jerarquia tiene que abrir las ventanas al Espíritu del tercer milenio.
Existe mucho trabajo para caminar juntos y en corresponsabilidad. Formidables todas las clases. Gracias!
Muy interesantes las conferencias sobre la historia de la sinodalidad, pero en estos momentos lo que más interesa es avanzar concretamente en las iglesias particulares. Es una gran oportunidad que tenemos que aprovechar. Estamos en camino, como hemos constatado en las experiencias de todos los continentes, a pesar de los muchos obstáculos que existen y esto me ha causado una gran alegría. El Espíritu está actuando. Ojalá en un futuro próximo (para que lo podamos disfrutar) se vean algunos resultados. Es todo un reto. Es necesario: buena voluntad, mucho diálogo, muchísima oración.
He leído con atención muchas de las aportaciones del foro y me parecen muy enriquecedoras, como las propuestas de Fernando Seijas, o Marta Eugenia y Adriana Martínez, pero también deberemos estar muy atentos a los peligros que apunta el Rev. Jaime Chacón y Tonito.
Angelines
Sin lugar ha duda el sinodo es una respuesta a la necesidad de la Iglesia de renovarse, y el de caminar juntos en la contruccion del Reino de Dios, en esta llamada todos somos protagonistas y cada uno desde los dones recibidos de Dios, nos ponemos en servizio en un mismo sentir de fraternidad.
Es un bendición poder participar de este curso que nos amplia nuestra manera de entender a la Iglesia. De este modo, podemos darnos cuenta que este camino sinodal, no solo es de la comunidad cristiana a la que pertenecemos, sino que es en toda la Iglesia universal. En todas partes del mundo nos vamos uniendo, desde nuestra rica diversidad, en un marvilloso proyecto eclesial de sinodalidad, caminar junto.
La exposición en cada video es muy buena. Hay una preparación por parte de los ponentes en lo que nos comparten, resaltan temas puntuales y eso es muy importante para nuestra comprención.
Personalmente en las comunidades en las que he trabajado, considero que es camino que se va haciendo. Y lo califico como bueno, pues, así no nos acomodamos sobre algo ya hecho, sino que nos reta a ponernos en marcha. Emprender el camino, en muchas ocasiones pueden surgir miedos que paralizan, pero hay permitir que sea el Espíritu del Resucitado quien nos encamine en esta ruta llena de aventuras.
Por parte del clero creo que tenemos que saber comprender el papel ministerial, de servicio, que se tiene en la Iglesia; y por parte del laicado, corresponde asumir el rol misionero. Tanto, clero y laico, hemos de ser conscientes de lo que es “ser” pueblo de Dios, vivir como bautizados en ka corresponsabilidad misionera.
Seguimos en la escucha, fomentando el diálogo en este proyecto sinodal.
Saludos.
De acuerdo contigo Verónica.
Conocer cómo se está haciendo camino sinodal de la Iglesia en otras partes del mundo nos ayuda a comprender nuestra identidad de ser Iglesia. Tomar sentido de pertenencia y profundizar en el nuestra misión que tenemos en el mundo.
Saludos
Buenas tardes, el contenido de cada uno de los videos ha sido de gran riqueza, el poder escuchar diferentes personas que en su diario vivir tratan de poner en practica la vida sinodal, es una bendición. Además el recorrido hecho por la historia de la iglesia refresca una vez mas nuestra memoria y nos impulsa a continuar apostándole a estos caminos de sinodalidad.
Gracias por la profundización de cada uno de los temas y el Espíritu Santo nos ayude caminar por estos senderos de sinodalidad.
Muy enriquecedor y profundo todo el vasto contenido de estas clases sobre la Sinodalidad.
Que el Espiritu nos guie a todos los bautizados para caminar juntos en la Iglesia con los diferentes carismas y dones para el bien de la evangelización.
Buenas Noches Bendiciones
Esta propuesta sinodal que la iglesia nos propone de manera universal, lo veo muy positivo porque nos brinda la oportunidad de poder compartir nuestras ideas u opiniones con el propósito de emprender un nuevo comienzo que sea parte de todo a l a luz del espíritu santo y poder aportar para tener esa iglesia que soñamos sigámonos motivando para poder promover este redescubrimiento sinodal.
Muy de acuerdo en que esta experiencia ha sido sumamente enriquecedora. La oportunidad de conocer más sobre este tema nos ayuda a ampliar nuestro horizonte en lo que respecta a ponerlo en práctica en nuestras realidades eclesiales. Escuchar el interés y ánimo que ha puesto cada rincón del mundo en esta propuesta del Papa Francisco nos anima a continuar dando el máximo por ayudar a otros en nuestro entorno a entender mejor de que se trata y asi lograr aportar a este camino sinodal que podemos hacer realidad si nos lo proponemos.
En la parroquia a la que pertenezco se esta formando a los Laicos según lo que nuestro Papa Francisco sugiere, pero esta formación sinodal es lenta , aunque la participación de los laicos en diferentes ministerios de la iglesia es muy buena , pero no se tenia la cultura de sinodalidad ,seguiremos adelante para integrarnos en el proceso sinodal mas profundo y que los diferentes grupos de la iglesia sean más abiertos a los laicos. Saludos .
Muchas gracias por esta oportunidad de participar en este curso.
La verdad es que las ponencias han sido muy buenas y profundas. me dejan con una sensación de que es posible vivir la experiencia de una iglesia sinodal. Que requiere de esfuerzo y desaprender esquemas que por años nos han ido introyectando de una iglesia piramidal, de un Dios alejado de nuestra realidad y de que nuestra fe necesariamente nos debe mover a un compromiso por la transformación de nuestro mundo donde sea posible unas relaciones más fraternas, de igualdad de búsqueda de hacer realidad el mundo que Dios sueña y quiere para todos y todas.
Por un lado siento que es posible este tipo de iglesia, pero por otro creo que en mi iglesia local estamos muy lejos de vivir esta sinodalidad, por principio los que ejerce el poder dentro de ella siguen pensando que son la “cabeza” y todo lo que pase alrededor debe pasar por sus manos , donde ellos y solo ellos tienen la decisión final. A los laicos se nos ve en muchos momentos solo como fuerza de trabajo, sin poder de voto y decisión en el curso que debe tomar la comunidad. Sigue habiendo exclusión o cierta marginación de aquellos hermanos o hermanas que se atreven a sugerir algún cambio, alguna reforma, o que se tome más en cuenta a la comunidad para poder dar opinión sobre cual seria el rumbo que debería tomar la comunidad desde la realidad en la que vivimos.
Hay momentos que parece que vamos en contra corriente. Que repetimos esquemas piramidales, autoritarios, impositivos de los gobiernos de cualquier país.
No en tanto yo si creo que tenemos la enorme posibilidad y este tiempo nos esta dando la oportunidad de rehacer el camino, debemos ver por aquellos grupos que durante años han sido ignorados en la iglesia, como so los jóvenes, los pueblos originarios con toda su riqueza de cosmovisión, las mujeres, la vida religiosa , los grupos marginados socialmente como la comunidad LGTB, ellos como todos son hijos, hijas de Dios, tienen una fe, se comunican con Dios, creen en una iglesia fundada por Jesús, dan su servicio en nuestras comunidades , merecen ser escuchados y reconocidos.
Creo que tenemos un camino largo, siento que aun tenemos tiempo de reorientar el camino, de volvernos a la fidelidad y juntos y juntas construir esta iglesia de Jesús, mas humana, viva, presente, abierta, solidaria, buscadora de la justicia y libertad para toda persona. Creo en esa iglesia, y aunque sea ir en contra corriente, me merece la pena seguir trabajando y apostando por una iglesia sinodal.
La sinodalidad, si bien es cierto, es parte de la naturaleza misma de Iglesia porque hunde sus raíces en la comunión intratrinitaria, pero en el actuar cotidiano y en la pastoral misma es aún complicado porque existen muchas resistencias. Tengo la percepción de que por un lado va la teoría y por otro lado la praxis eclesial. No obstante, desde el mundo académico al que pertenezco consideró que la sinodalidad tiene una proyección de corto, mediano y largo plazo.
Buenas tardes, Al escuchar los audios, ver a la Iglesia en camino sinodal, ver como esta la Iglesia en Asia, todavía prevalece una Iglesia patriarcal, África, en América… siento que estoy creciendo en universidad, por medio de este curso, que me hacer ver la Iglesia del mundo, estamos en ese camino de ser más conscientes de nuestras debilidades, tenemos aprender a caminar juntos en corresponsabilidad desde el lugar de dónde nos encontramos, nuestra tarea siempre será Evangelizar y crear comunión. Para que la Iglesia sea más sinodal.
Gracias por el curso.
En mi iglesia ya hemos comenzado a escuchar sobre la sinodalidad, pero aun nos falta mucho para ponerla en practica.
Hay que hacer muchas conciencia para empezar a vivir un proceso de escucha, dialogo fraterno y discernimiento, pero hay signos de esperanza ya que muchos estan trabajando para hacer realidad el Reino de Dios aqui entre nosotros y este proceso de sinoldalidad nos guiara y nos dara luces para saber por donde seguir este mundo tan cambiante que estamos viviendo; donde es necesario detenernos un poco, escuchar a nuestro alrededor y hacernos sensibles ante al clamor de todos y todas, para dar respuestas concretas a la realidad que vivimos en la actualidad en todos los lugares donde nos encontremos.
Gracias
En nuestra Diócesis de Socorro y San Gil, gracias a Dios, ya se ha venido haciendo un camino juntos; obispo, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, incluso en el año 2006 realizamos un Sinodo Diocesano q nos motivo a seguir unidos trabajando por el Reino dr Dios. Se ha trabajado bastante en la capacitación de Laicos y se les ha dado participación en las diferentes actividades pastorales. A nosotros los sacerdotes, también hemos recibido capacitaciones, en especial para ser capaces de dejar el clericalismo y untarnos mas de pueblo e ir a las periferias. Unidos en oración y a seguir trabajando por el Reino dr Dios. Bendiciones
¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
Dentro de mi experiencia he visto comunidades que lo son y otras que distan de serlo.
En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
en mi diocesis poco a poco
¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
Escucha, participación, trabajo en equipo. Lo obstaculiza la pereza y el clericalismo.
Quiero agradecer de manera muy especial a Boston College por la gran oportunidad que nos brinda al organizar esta formación abierta y gratuita para todos. Tambien agradecer a los participantes en el mismo como exponentes y a todos los interesados que han seguido y hecho este proceso que no es otra cosa sino gracia, don del Espíritu para cada persona que lo hemos seguido y que sin duda será para otras personas con las que nos relacionemos. Destaco en esta tercera parte el tema de la conversación espiritual como metodología para vivir la sinodalidad. Nos queda dentro mucho para seguir reflexionando, sintiendo y gustando para un mejor servicio en una Iglesia Sinodal. Adelante y de nuevo muchas gracias. Unidos todos en oración.
Muy enriquecedora cada una de las ponencias, me ha llamado sumamente la atención toda la historia de la Sinodalidad porque no es para nada algo nuevo, desde sus inicios la Iglesia ha estado en total camino sinodal, sólo que ahora el Papa la ha impulsado nuevamente ante los cambios eshorbitantes que estamos viviendo y ante las nuevas realidades humanas mas que eclesiales. Podría decir que con todo este camino sinodal nos estamos desempolvando, puesto que podemos estar en una zona confort donde desde la vocación a la cual cada uno ha sido llamado y desempeña y eso nos puede estar haciendo olvidar muchas realidades crudas e inhumanas en las cuales no caemos en la cuenta.
Es rico ver y saber como en cada continente este camino sinodal tiene su historia y realidad muy pintoresca y variada.
Gracias por toda esta rica experiencia de caminar juntos.
Tienes toda la razón. si cada diocesis vive un camino sinodal desde su realidad.
Las experiencias de sinodalidad en cada continente me ha ayudado a abrir la mente y el corazón, a ser consciente que caminamos juntos
Esta formación continua va formando mi conciencia sinodal, valorar las experiencias de los diversos continente, sobre todo America Latina y nuestra diócesis donde estamos insertadas. Son procesos de escucha muy importantes y donde la voz de cada uno de cada una, se empodera y la vida de cada quien es valiosa. Dios nos habla de nuevas maneras. Aún falta mucho qué caminar, que considerar como el compromiso evangelizador de cada quien. Gracias por este esfuerzo y acompañamiento eclesial, sinodal.
1. En algunas diócesis de Colombia, pareciera que no se esta teniendo en cuenta todo este trabajo sinodal, que ha propuesto de manera especial el Papa Francisco, todo sigue igual Sacerdotes que presiden los sacramentos y laicos asistentes pasivos.
2. No aun falta mucho, algunos de los sacerdotes y obispos siguen siendo la autoridad que preside y dirige.
3. A crecer: Escucha, dialogo, Oportunidad, comunión
Obstáculos: Cargos jerárquicos, títulos y poder
Pues este curso me parece de lo más inspirador y los pequeños pasos que se están dando, que son como pequeñas llamas de esperanza en varias regiones del mundo, cada uno desde su lugar. Lamentablemente queda mucho por andar, en la Diócesis donde tenemos nuestro apostolado, se intenta dar pasos, porque lo pide el Papa, pero no porque lo vivan desde dentro, han hecho un proceso sinodal, pero hay una retroalimentación con que va a pasar con toda esa información, los sacerdotes se encuentran muy cerrados a la participación de los laicos y es verdad que los laicos tienen muy poca preparación.
En la CDMX y en varios barrios del sur se ve con malos ojos el apoyo a los pobres porque dicen que el ayudarles les vuelve más flojos, creo que hay que hacer un cambio en la narrativa hacia los más desfavorecidos, se cree que son pobres porque quieren, porque no trabajan y no ven todo el sistema de injusticia que se vive en mi país y en muchos países de latinoamericanos y el mundo. He visto algunos esfuerzos, pero se queda en eso, que una vez al año se celebra la jornada del pobre, se reparten despensas y ya está, no hay un acompañamiento integral de esas personas.
Creo que es muy importante vivirlo, como decía nuestro fundador “Comulgar con el dolor de la gente” el caminar y ponerse a su lado, el poner en practica al buen samaritano, el asumir nuestra vulnerabilidad y dar herramientas de intervención para poder dignificar sus vidas y eso indudablemente les ayudará a ver a ese Cristo que se inclina sobre ellos para socorrerlos y a su vez que los que ayudan vivan esa alegría de vivirse las manos y los pies de Cristo que acaricia las llagas de Cristo. Y una muy importante es que dentro de las Diócesis se viva separado la pastoral socio-caritativa, eso tendría que ser transversal a todas las pastorales y ministerios.
los aportesde los variados ponentes, desde distintas realdades, culturas, dan una notade una Iglesia mayor, es decir el Reino de Dios presente en la humanidad, en el mundo, es como un tejido de variados colores, credos,culturas, que de una y otra manera buscan a un Dios mayor. los caminos o esfuerzos realizados en los diferentes culturas, continentes de los cuales la Iglesia catolica se ha beneficiado, como expresa Vimal Tirimama de Sri Lanka, ha sabido realmente la Iglesia captar lo mejor de las culturas. Igualmente la constatacion de ciertos germenes de sinodalidad desde antiguo en las culturas, en cuanto a participacion, la constatacion de que vamos haciendo camino, la necesidad de seguir caminando juntos, . hay ciertas constantes en los desafios por continentes, muy validos y actuales. personalmente considero que en relacion a los parrocos que les cuesta trabajo en equipo, la participacion de los laicos, dar lugar y palabra a la mujer, es posible que este espiritu sinodalidad debiera estar presente en los programas de formacion en los seminarios de formacion de futuros sacerdotes, que se cree una mentalidad sinodal, escucha respetuosa hasta el final y sin interrupciones . el discernimiento en las tomas de decisiones, la construccion de consensos. el deseo y pensamiento del papa Francisco esta llevando a la Iglesia a redescubrir los primeros intentos y ejercicios de sinodalidad en los primeros siglos de la Iglesia, o mas bien de nuestra historia de la Salvacion, pues la Biblia nos ilumina de manera humana y divina de estos intentos. Reitero mi agradecimiento por estos esfuerzos.
Buen día para todos. Es increible como la sinodalidad ha estado presente en la historia de la Iglesia desde el inicio, pero como es bien sabido en los últimos tiempos hemos visto como esto se ha ido dejando de lado.
Lo digo porque lo vivo en mi país Costa Rica donde si bien es cierto nuestra religión oficial es la católica se han estado levantando movimientos que pujan por un estado laical. Y aún dentro de nuestra propia Iglesia podemos contemplar que no se sigue un parámetro para todos por igual sino que en muchas ocasiones son adaptados por nuestros propios sacerdotes según su propia conveniencia.
Ahora bien, no piensen que hablo mal de mi amada Iglesia… creanme que oro mucho por ella y su completa unidad, ya que pienso que por eso Nuestro Señor Jesucristo dijo que el amor era la base fundamental de todo porque con este sentimiento enraízado en nosotros podremos salir adelante (como las comunidades primitivas) pero sin esa empatía de sentirnos unos parte de otros; será extremadamente difícil sacar a flote la tarea que nos fue encomendada…que fue para lo que la Iglesia fue creada.
El camino de escucha propuesto por el Papa Francisco es un ejercicio interesante para “entender” lo que piensa, siente cree una generación que ha tenido con contexto diferente: virtualidad, inmediatismo, facilismo.
De otro lado están quienes ven que la Iglesia es estática y no se adapta a los signos de los tiempos.
Y también pastores formados en la parroqia como eje, pero refugiados del mundo que los asedia-
Misioneras Marianas,
Importante lo de “Dios nos habla de nuevas maneras. Se debe tener apertura de espíritu para entender cuales son esas nuevas maneras que Dios nos propone, y remar mar adentro para llevar el mensaje.
Lourdes,
Interesante ser conscientes de nuestras debilidades en relación con el caminar juntos, pues no se trata de solo de avanzar en el camino de la evangelización, sino de avanzar juntos, de escuchar y especialmente siendo corresponsables unos de otros, prestando apoyo, consejo
María lorena,
Completamente de acuerdo contigo, no se tenía la cultura de la sinodalidad. Y este es un camino de apendizaje para escuchar a toda la comunidad. Para mí siempre la voz la tenían los expertos, los consagrados, pero que mi modo ver la Iglesia sea tenido en cuenta y valorado, realmente es algo nuevo, y me hace sentir como bautizado incluido.
Pulache,
Me ha gustado mucho aquello de “…es toda la Iglesia universal…”, al oir a los diferentes ponentes en especial el sacerdote de Asia, es importante tener en cuenta las diferentes cultural y costumbres, así que no se puede establecer una “regla universal”. En ese sentido sera muy interesante conocer las conclusiones de los sínodos continentales, y ver como el espíritu ira guiando a la Iglesia, para el mundo de hoy.
Ola, ¡Buenas noches! ¿Como están? Deseo que todos esteban bien
Yo soy brasileño y estoy ha vivir en el Paraguay a poco tiempo, pero ya veo que acá es mui difícil vivir la experiencia de una comunidad cristiana toda ministerial una ves que es muy fuerte la cuestión del clericalismo. Pero yo tengo percibido en conversaciones con las personas de acá que hay señales de cambio.
En nuestra comunidad parroquial estamos intentando ahora cambiar con los fieles que están más próximos de la Iglesia un poco esa realidad implementando nuevas practicas pastorales.
Yo pienso que los mayores desafíos para se cambiar esa realidad es la transformación de mentalidad de los fieles porque ellos no sólo necesitan de una formación más específica pero también tienen que asumir más espacios de trabajo. Los mayores obstáculos son hacer que todos abracen ese compromiso de cambio y sean en sus propias vidas testimonio de un nuevo modelo de cristiano.
¡Felicitaciones por el curso! Está siendo mui rico.
¡Un Abraco hermanos e hermanas!
Hay aspectos en los cuales creo haberlos vivido o buscado desde hace tiempo. Lo que no significa que haya sido sin errores o que se haya conseguido.
Por ejemplo, el sentido bautismal y horizontal del Pueblo de Dios que, por otra parte, invitan a un replanteamiento de los ministerios tradicionales, con la pregunta sobre los aspectos esenciales o identitarios.
Pero considero que el consenso como discernimiento, que exigen también formación, es clarve. Además de la escucha habitual, deben institucionalizarse. O sea, por ejemplo, en los proyectos pastorales de parroquias o en cualquier realidad donde estén incluidos no solo los presbíteros sino porciones del Pueblo de Dios (pienso en las fraternidades laicas y su relación con las órdenes). Ello implica una disposición, pero también una metodología y, creo que sería muy apropiado, tener la capacidad de expresar los acuerdos por escrito con la evaluación respectiva. Dicha evaluación pudiera ser tanto de lo logrado como de lo vivido, por si ha respetado la sinodalidad.
Así como considero clave la participación “aterrizada” (hay campos de actuación que pueden ser extraparroquiales o, inclusive, limitados por necesidades económicas, como ocurre para sobrevivir en Venezuela), también es importante que se mantengan responsables o autoridades que tengan una responsabilidad reconocible y exigible. O sea, que las sinodalidad como estilo de vida, o el estilo de asambleas parroquiales sinodales no diluyan el compromiso y responsabilidad de los líderes, que tengan que dar cuenta tanto de los procesos como, por ejemplo, desvíos (desde los desvíos doctrinales, de fondos o abusos de autoridad o, en el peor de los casos, los sexuales).
Gracias
Alfonso Maldonado
1.-¿ Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
2.-En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
3.-¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
no hay obstaculos
Si en mi parroquia desde hace algún tiempo trabajamos con Ministerios, Grupos Parroquiales Pastorales, Fraternidad.
Nos hemos organizado para prestar servicio en la Parroquia y colaborar con el Párroco, laicos y laicas. Y así en toda la Arquidiócesis se viene practicando este servicio a las parroquias.
Si en nuestro país las Iglesias se han organizado para el servicio social atendiendo en lo posible las necesidades de los que viven en franca pobreza.
En Nuestra Parroquia tenemos un lema que nuestro párroco nos ha propuesto y nos esta dando resultado: Escuchar, Discernir, Dialogar, Compartir y Caminar juntos, compartiendo nuestra fe.
Formamos comunidad siendo un grupo de personas que comparten fe, esperanza y caridad. La vida de comunidad como hijos de Dios nos exige cultivar cuidadosamente los valores. Ella engendra y nutre confianza, la fidelidad, la sinceridad y la mutua comprensión.
Caminar juntos laicos y clero, enfocándonos en cumplir el ideal del Concilio Vaticano II, Lumen Gentium: sobre la Iglesia y Gaudium Et Spes: sobre la Iglesia en el mundo de hoy. Avanzamos juntos en comunión de una Pastoral efectiva.
Y si somos fuertes en nuestra fe estoy de acuerdo con Ud. de que no hay obstáculos.
En cuanto a este tiempo que esta viviendo nuestra Iglesia con la propuesta del Papa Francisco “inspirado ciertamente por el Espíritu Santo” del Sinodo de la Sinodalidad con y para el Pueblo De Dios, pero también para el mundo entero, nos tiene que cautivar es un crucial momento para el despertar de la Iglesia Católica que ha estado dormida mucho tiempo. Teólogos y Obispos que participan en este modo de ser Iglesia han acuñado la expresión ECLESIOGENESIS: la génesis de la Iglesia o la recuperación de la Iglesia de Jesús y de los apóstoles por el poder del Espíritu Santo. (Junio 2 del 2022).
También podríamos decir que es un proceso de revitalización en nuestra Iglesia.
Hola a todas las personas que lean este mensaje.
Para mí este tema de la Sinodalidad es nuevo, lo había escuchado pero realmente no sabia que era concretamente. me parece que estamos muy lejos de vivir plenamente una sinodalidad, porque en realidad no conocemos estas “tenencias” nuevas de vida católicas.
Por tanto, no he vivido una experiencia de una comunidad cristiana.
En mi opinión falta mucho para que se realice una iglesia al servicio de los pobres. Falta mucha información y participación del pueblo de Dios, del conformado por los laicos, pero mucha más participación de los jerarcas de la Iglesia, especialmente de sacerdotes vicarios y párrocos.
Primeramente un aspecto que ayudará es conocer toda esta información, y por su puesto su difusión por parte de nuestros guías espirituales, aprender, comprender y poner en acción. Un obstáculo es la apatía en participar que a veces se presenta., también que los Sacerdotes no permitan una participación activa de parte de los laicos.
Agradezco el espacio y quedo a sus ordenes.
ATENTAMENTE
ENRIQUE RAMÍREZ PRADO
Hola, por razones personales y de trabajo ingresé al curso un poco tarde.
Mi primer comentario es sobre el tiempo: ¿Po qué a la ponente de alemania le dieron 45 minutos y a los demás entre 8 y 12 minutos?
Me preocupa la poca difusión, en mi caso,México que dieron a este curso. siento que los Obispos no están haciendo un camino de sinodalidad. Sus comentarios sobre la realidad socio política del país continúa respondiendo a un esquema o a un proyecto de Iglesia pre-sinodal. Es muy interesante la experiencia de Asia y de África . Nos hablan de participación, del arte del consenso y del diálogo. Estamos en un cambio de época. Urge una reforma estructural (Margit Eckholt) y urge ponernos en camino. Es un desafío apasionante.
Hola. Espero que se encuentren muy bien.
Yo estoy muy agradecido por tener este espacio para aprender y dialogar sobre la sinodalidad.
Al ver el marco histórico, me gustó aprender que es algo que está en el origen de la Iglesia y ha continuado a lo largo del tiempo (en culturas y políticas diversas). → Querer dialogar, reconciliarse, caminar juntos, hacer frente al contexto y sus problemas; todo ello para que el mensaje de Jesús de Nazaret llegue a muchos.
Voy a seguir profundizando y espero poder aplicar esto en mi apostolado.
Un saludo grande
Muchas gracias por esta posibilidad que nos ofrecen.
Escuchar a mis hermanos y hermanas que comparten sus experiencias desde tan diversos contextos me enriquece. Percibo esperanza en este camino de sinodalidad que vamos haciendo juntos.
No solo se trata de caminar juntos hacia un objetivo común, se trata de ser una comunidad que intenta encontrar un camino común discerniendo.
Estoy de acuerdo contigo. yo radico en Nuevo León. Creo que la sensibilización ademas de los obispos y los presbíteros, también debe incluir una sensibilización a los laicos, ya que en estos también esta muy enraizado el clericalismo…
Todavía falta mucho caminar para alcanzar a ver cambios en la iglesia, ademas de las muchas resistencias, por afectar el poder de los que pertenecen a la jerarquía
Buenas noches a todos mis hermanos en Cristo Jesús ! A mi manera de ver las realidades actuales de muchas diócesis y parroquias de Venezuela y ahora de Argentina , creo que al igual que todos los continentes en este mundo debemos fomentar y practicar desde el Estado clerical hasta pasar por Previsterados, diaconos, laicos y también religiosas el verdadero y auténtico Evangelio de la Santísima Trinidad en toda su expresión y reconstruirlo desde sus principales bases que es el amor al prójimo, aún ante las diversidades y entorno multicultural y religioso , fomentando la escucha a tantas víctimas de tantos países, que desangran el Ministerio mismo de Jesús. Dejando a un lado el proselitismo eclesiástico y políticos y Social para darle paso a la verdadera evangelización como corresponde en vida práctica de interiores y Exteriores, lo que pide la manifestación en conjunto y unidad como los primeros apóstoles , fomentando el diálogo respetuoso, la interacción, la inclusión al habla de la mujer en la iglesia que muchas veces es aplastada ó ignorada por el sexo opuesto dando un mal ejemplo de unidad , protegiendo a los más vulnerables y los menos escuchados, fomentando el respeto y la justicia igualitaria de la verdad incluyendo la verdadera Misericordia dada por nuestro único Maestro y guía Jesús y evitando encubrimiento de muchos clérigos, religiosos y religiosas de malas prácticas en la educación y el ejercicio auténtico del Evangelio, ya que ha sido muchas veces violado sin contemplación. Unámonos en caminar juntos en el encuentro con Jesús y rescatar la única y Santa iglesia cómo verdaderos discípulos y hermanos en Cristo Jesús, para así encontrar sinérgia y soluciones para el bien común. Éstos tiempos tan difíciles dónde el modernismo y el liberalismo quieren opacar la verdadera palabra de Dios para acondicionarla a sus necesidades de conveniencia política y social y eso no puede ser. El mundo debe saber que Dios es uno y Trino y se debe adaptarse a sus leyes originales para evitar un mal mayor. Contenta y agradecida por tener un Papa que tiene la valentía y el coraje para enfrentar la realidad de éstos tiempos y que todos caminemos juntos como hermanos en una iglesia Ministerial, apostólica y verdadera al servicio de los más vulnerables y necesitados sin distinción de color ni de raza . Paz y bien un saludo para todos , me despido atentamente .
En mi diócesis de Trujillo- Venezuela vamos en un camino sinodal donde vemos la participación de una iglesia ministerial que a traves del servicio se llega a los mas necesitados y se realiza una formación adecuada a los laicos, cabe destacar que pueden haber algunas debilidades pero con la gracia de Dios se lograra la meta
Las intervenciones de los y las ponentes me han ayudado tener una visión más amplia de lo que es la sinodalidad, tanto en el tiempo, por el desarrollo histórico como en el espacio, al presentar las realidades de los distintos continentes.
Me parece urgente y fundamental que se introduzca esta temática en los seminarios en la formación para acceder al sacerdocio, y no solo de un modo teórico sino sobre todo que se ejerciten en la práctica, para evitar en ellos y en sus comunidades la vivencia del clericalismo, la autorreferencialidad, el autoritarismo, etc. Que sean capaces de promover la participación de todos y todas, la escucha activa y hasta el fondo respetando diferentes opiniones, puntos de vista, situaciones de partida, etc. El caminar
juntos bajo la guía del Espíritu Santo y en orden a la misión evangelizadora de la Iglesia es lo que nos tiene que mover a todos, y eso se va realizando en la construcción de consensos y el discernimiento en la toma de decisiones,
Gracias por brindarnos la oportunidad de conocer, reflexionar, y formarnos a través de este curso en el significado profundo de la sinodalidad y este otro modo de ser Iglesia, al que nos invita el Papa Francisco,
ENRIQUE JOSÉ RUBIO PICÓ
Las conferencias son muy iluminadoras todas. Abarcan la diversidad de la Iglesia. El proceso sinodal avanza. Qué bueno que haya tantas personas implicadas y comprometidas. Me alegra mucho que las síntesis reflejen sin censuras las aportaciones de las iglesias particulares y que estas se sientan reflejadas en las síntesis. Estamos aprendiendo a vivir como Iglesia sinodal.
Buenas noches. Estoy totalmente de acuerdo. Necesitamos una iglesia mafura que piense y participe activamente. En mí parroquía acá en Caracas se ha hido gestando poco a poco el camino sinodal, hay inicios positivos de partcipacion laical, diaconal y sacerdotal.
Cordial saludo.
Despues de escuchar las conferencias y las experiencias, es una gracia el poder contemplar el caminar de la iglesia con busquedas inspiradas por el Señor para caminar juntos. Hay luces y sombras, pero este llamado del Papa Francisco nos ayuda a tomar conciencia del papel tan importante de cada uno para constuir, para aportar, para ser activos, propositivos en nuestra iglesia particular, en nuestra parroquia, es un tiempo de gracia que nos mueve a ubicarnos, que nos motiva a ser y hacer lo que nos corresponde como bautizados.
Con un cordial saludo me complace compartir con tod@s mis experiencias con los materiales de la segunda seman del curso. Simplemente, me han parecido EXCELENTES. Yo desconocía los detalles sobre la historia de la Sinodalidad en la Iglesia cristiana y católica por lo cual, las conferencias me han resultado sumamente esclarecedoras. He disfrutado y aprendido inmensamente, sobre todo, con las dos primeras, de M: E. Estévez y S. Fernández, las cuales son sumamente didácticas. A partir de este módulo me quedan mucho más claras algunas propuestas teológicas, como las de Rafael Luciani de “Volver a Cristo” en clave de relectura de las primeras experiencias de sinodalidad cristiana. Por último, la narrativa de las diversas experiencias es sumamente esclarecedora y muestra cómo, la fraternidad generada por el Espíritu Santo en la Iglesia cristiana y católica universal, es hermosa y nos acompaña por este camino de sinodalidad.
Post data… Me ha encantado conocer a San S Cartago!
Gracias de corazón
yO PERTENEZCO a la Diocesis de Vizcaya y concretamente en Durango funciona,mos como unidad Pastoral ,pero hay una contrariedad y es que estamos volviendo atras .Porque a los laicos no se nos deja trabajar mucho
o se ponen seminarista en su l ugar .
Las mujeres estamos perdiendo ,nuestra labor de laicas y se peca de conservadurismo y jerarquismo .
Me han gustado las aportaciones de America ,Asia etc
1cuanto tenemos que aprende !
PAZ Y BIEN
CARLOTA
nO SE QUE PONER
Después de haber terminado este primer bloque de videos, me quedo muy satisfecha por enriquecernos sobre la sinodalidad. Tenemos que comprender que tenemos caminar hacia un proceso de crecimiento religioso, aceptar la interculturalidad y abrirnos a nutrirnos de la Palabra de Dios.
Muchas gracias por los aportes.
En esta nueva era caminamos todos juntos todos los dias como bien explicaron en las reflexiones de Asia VILMA tIRMARIA, el gran inconveniente que se presenta al menos en Argentina es que la iglesia se volvio un reparo de ultima instancia,donde van a pedir comida , o a pedir por un familiar y listo…la iglesia siempre esta, solo que por aca esta cocificada.
Personalmente, encuentro importante la contextualización de la sinodalidad en la historia de la iglesia, porque nos permite apreciarla como constitutiva del ser comunidad eclesial. Ciertamente, siempre han existido instancias de participación, pero desafortunadamente, muchas veces se han reducido a los obispos y algunas veces a los clérigos. La novedad que introduce el Vat II, al enfatizar el bautismo, el sacerdocio común de los fieles y el sensum fidei, es considerar a todos los bautizados “con ciudadanía eclesial” y por lo tanto, con derecho de participar en lo que les compete. El proceso de escucha que estamos viviendo inagura una nueva etapa en la vida y la organización de la iglesia que supondrá cambios estructurales profundos.
Como joven practicante de la Fe católica que soy, mi visión es diferente a la de mis padres u otras personas que forman parte de la comunidad de la Parroquia de San Pedro Apóstol, en la Isla de La Palma (la isla canaria del volcán Tajogaite). Para mí, la sinodalidad es una gran oportunidad que tenemos hoy en día, para que nosotros, las ovejas del Señor, podamos participar en la elaboración y cuidado del camino hacia el encuentro con Dios. Sería muy egoísta decir que nosotros marcamos el camino para nosotros solamente, porque no es así. La sinodalidad nos permite contribuir al bien de los demás hermanos y ayudar a los Pastores que nos guían para ver qué cosas se pueden mejorar.
Una de las dificultades o características que, como joven, yo veo en la Iglesia mundial, es que hoy en día en la Iglesia formal no hay bastantes jóvenes. No se ve su participación en los rituales católicos, ni tampoco se ve que quieran acercarse a Dios de manera genuina o natural. Ese, para mí, es una de los retos que como comunidad debemos saber cómo manejarlo: Lamentablemente hoy en día son muchos los jóvenes que vemos, quienes por falta de cariño, de apoyo o por otros motivos, no sienten cobijo en el amor de Dios y, por eso, se podría decir que son como ovejas perdidas.
La sinodalidad nos permite echar un vistazo a nuestra realidad como Iglesia, detectar los problemas que tenemos, y proponer nuestro punto de vista sobre cómo podemos mejorar, construir propuestas que nos ayudarán a enriquecer la comunicación con Dios y también a crear un ambiente más conciliador entre todos, para que nuestra Iglesia sea atractiva a las demás personas que no forman parte activa de la Iglesia actualmente, especialmente a los jóvenes. Todo esto, por supuesto, sabiendo que la persona principal, la piedra angular en la cual estas reuniones de sinodalidad se reúnen sea alrededor de Jesús. Es El quien nos llama a compartir todo lo que sentimos y nos guiará en nuestros corazón y sentimientos.
Muchas gracias por esta oportunidad.
Atentamente, UNAI PAZ
La riqueza de la sinodalidad se entronca en la vida de la Iglesia desde los inicios. Recuperar valores y modos de vida de la comunidad cristiana nos permitirá tomar a todos real conciencia de nuestra vocación y misión dentro de la Iglesia. Esta ricas experiencias y ponencias nos muestran que es posible ir gestando nuevos modos y recuperar algunos aspectos perdidos vividos en las comunidades cristiana, discerniendo lo que el Espíritu nos pide. No se trate de buscar congraciarnos con una postura actual sino más bien recuperar la originalidad cristiana de la Buena Noticia que forma comunidades en donde el énfasis está colocado en el servicio más que en la autoridad, en el amor antes que en el poder y en donde la toma de decisiones está más en orden de la evangelización y la salida misionera que en temas que pertenecen al núcleo de la revelación que siempre deberán ser profundizados y reflexionados para nutrirnos y evitar caer en dogmatismos
Esta semana sobre la historia de la sinodalidad me ha ayudado a entender que la sinodalidad no es algo nuevo, que sin embargo con la clerizalización ha sido olvidada, pero el Papa nos está llamando a algo nuevo, quizás como cuando Juan XXIII convocó el último Concilio, hace relativamente pocos años. Si Juan Pablo II dijo “el hombre es el camino de la Iglesia”, hoy podemos decir, aunque suene redundante, “la sinodalidad es el camino de la Iglesia”…
En mi país Honduras y en especifico en la Capital Tegucigalpa, no se esta viviendo para nada la Sínodalidad, ya que aquí solo se hace lo que el Párroco dice y nada mas los feligreses no tenemos ni vos ni voto. Es mas el año pasado en mi Parroquia habían dos movimientos, que eran los del Camino Neucatecumenal y La Renovación Carismática y como no estuvieron de acuerdo con las imposiciones del Párroco, entonces él los corrió de la iglesia, nuestros sacerdotes se adueñan de las iglesias debido a esto en la actualidad a las eucaristías lo mas que llegan son entre 10 y 15 personas.
Esto pasa en mi parroquía en otras de mi misma ciudad se les están cerrando las puertas a los movimientos, yo pertenezco a Movimientos Juvenil Salesiano y mientras estuvo la pandemia, nuestras reuniones eran virtuales, pero ahora quisimos volver a nuestras reuniones presenciales y resulta que no nos quieren dar un lugar donde reunirnos, con mucha pena les digo que en mi país la feligresía esta mas interesada en poner en practica los procesos sinodales que nuestros propios sacerdotes y ellos se suponen que son nuestros pastores, pero estamos solos. Necesitamos con urgencia que nuestros sacerdotes pongan en practica los procesos Sinodales; porque nuestra iglesia Católica en mi país esta agonizando literalmente. Y no queremos caer en la misma situación por la que están pasando nuestros hermanos vecinos, los Nicaraguenses donde la diferencia es que allá es el gobierno el que esta cerrando las iglesias y aquí son nuestros sacerdotes.
En las comunidades católicas donde he participado han sido mas animadas por las misiones y curas misioneros en Diócesis con menos de 50 años de formadas. Crecí escuchando sobre el Vaticano II y participando en misa de joven llevando el pan de la abarrotería para consagrar, sin alba por falta de recursos. Y ahora adulto, la dimensión ministerial ha sido concretada lentamente por la participación de los laicos dispuestos a colaborar con el cura y formados para atender temas de la liturgia y las celebraciones eclesiales, y un poco más la atención a las catequesis, la pastoral juvenil y familiar, a los enfermos y pobres en sus necesidades sacramentos y las necesidades económicas y funcionamiento del templo y del sacerdote. Y el trabajo dentro de la parroquia se desarrolla en torno a la visión eclesial del sacerdote (si es misionero o diocesano) y su carisma o personalidad para animar a los fieles a participar de las actividades de la Iglesia. Con los misioneros hay un sentido de comunión mas definido por el tiempo que se dedica a la participación, formación y animación de las personas. Con los diocesanos hay un sentido de colaboración con el sacerdote para el funcionamiento del templo y las actividades. En ambos casos se lleva a enfatizar el encuentro con Cristo, pero por caminos diferentes
A nivel diocesano, en los 38 años de la Diócesis he participado de dos sínodos y uno a nivel nacional para preparar y definir planes y líneas de acción de la Iglesia para atender la Pastoral y la Evangelización que han reforzado la Sinodalidad con la comunión y participación del obispo, sacerdotes y laicos comprometidos y juntos, pero no para toma de decisiones ni crecimiento de las comunidades o las misiones o las caridades.
Esta experiencia de formación sobre la Sinodalidad ha sido muy inquietante y novedoso para mi y reconocer como el Espiritu Santo actuó y esta actuando en contextos de la Iglesia que en otro momento sería inconsistente, y hasta contrarios o irrespetuosos, con la estructura, la formación y actitudes de los sacerdote y laicos de la parroquia; pero quedando muchas personas fuera con sus dones sin desarrollar. Reconocer el ES hablando en cada bautizado siempre ha sido inquietante para mi, pero casi nunca lo discernía sobre el sentido y consecuencias, sino estaba integrado en mis principios. Y cada bautizado responsable de la misión por ser sacerdote, profeta y rey desde el bautismo, amplia increíble el alcance del laico y capacidad y dones para servir el Reino de Dios. Gracias por esta oportunidad de participación en esta formación, en estos momentos estelares de nuestra Iglesia, comprendiendo el contexto en que vivimos y ADECUANDO LA FORMA DE ESCUCHA Y PARTICIPACIÓN PARA LA MISIÓN DE LA IGLESIA. MUCHAS GRACIAS..
El desarrollo sinodal que se retoma ahora, llega en el momento adecuado para dar ilusión y esperanza a los que formamos parte de una Iglesia que muere ante la falta participación.
¿Jesús volverá a sonreír con nosotros?
El impulso que el Sínodo trae: posibilidad de acogida, igualdad, dialogo, no tan clerical, con respeto, que acoge la diversidad, nos enriquece.
Nos ayuda a ponernos en camino. A trabajar con la confianza de ¨pertenencia¨. Con la alegría de sabernos familia.
Agradezco mucho las diversas participaciones que nos han enriquecido en estas charlas, dándonos otras informaciones con las que, quizás, no contábamos.
Favorecen y ayudan en la búsqueda personal de formación, reflexión y análisis.
Nos ayudan a pensar.
Gracias
Buena noche
Como consagrada , colaboro en la evangelización en Ecuador-San Gabriel (Carchi) . El camino de la sinodalidad es lento ya que depende de los Obispos y sacerdotes quienes motivan ya que la gente tiene un sentido religioso fuerte y es más inclinado al sacramentalismo. Como vida consagrada Salesia estamos colaborando en las programaciones pastorales sea parroquiales y diocesanas, ciertas que la cercanía con niños, jóvenes, familias, enfermos, pobres es promover la comunión con Dios y con la Iglesia. Doy gracias a Dios por los signos de esperanza y la apertura de la Iglesia por promover la sinodalidad.
Como experiencia personal he participado en la comisión diocesana en el trabajo sinodal. Evidencié la presencia y apoyo que la Vida Consagrada da en la Iglesia. Las alegrías y debilidades a nivel pastoral me han ayudado a mirar desde el corazón misericordioso de Dios. Gracias solo a Dios la gloria.
Hola, 🇩🇴 a mi parecer la sinodalidad es un tema que se viene tratando desde las primeras comunidades y nosotros como iglesia tenemos que estar dispuestos y disponibles para participar de los cambios y transformaciones a la que estamos siendo llamados
¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
Si, es muy hermoso tener una experiencia en mi diócesis en donde hay ministerios en los cuales participan tanto hombres y mujeres con mucho amor a través del llamado que Dios les ha hecho al servicio.
En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
Todavía falta en mi diócesis hacer consciencia de esta necesidad.
¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
Se esta haciendo una consciencia en los laicos, religiosas y sacerdotes para entender mejor el llamado de Dios para este servicio dentro de la Iglesia y su función tan importante en nuestra diócesis, obstáculos tenemos todavía la clericalizacion ver solo a los sacerdotes para este ministerio y vocación. No entender el diaconado permanente y menos que sean casados los diáconos, no es bien visto.
Hemos reflexionado el caminar juntos como pueblo de Dios, pero es urgente!!!
vivir la sinodalidad porque somos partes de la iglesia eclesiástica y doméstica.
Ha sido un aprendizaje enriquecedor todo lo dicho por los expositores.
El camino de la sinodalidad como camino que percibimos que hoy debemos recorrer si queremos ser fieles a los llamados del Espíritu que nos llegan por diversas formas, va tomando fuerza en nuestras comunidades eclesiales concretas de nuestra diócesis y parroquia.
Pero también se va dando en nuestra pequeña comunidad formativa en la etapa del Noviciado en la cual participo como formador. Aquí, en la vida diaria queremos formarnos y avanzar en la sinodalidad que en teoría no debiera ser tan extraña a la vida de nuestras comunidades, pero que en la práctica es un camino que se aprende en la experiencia concreta del vivir diario reflexionado a la luz de las ciencias humanas y de la luz del Espíritu que actúa en ellas.
¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
Si, muchas veces los mismos sacerdotes o religiosas yo gente que esta a cargo de algún grupo de la Iglesia, crean un ambiente donde a veces solo los escogidos o elegidos por ellos pueden estar, es un ambiente que los jóvenes terminan asustados y no les gusta servir.
En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
En algunos lados si y en otros no, pero nunca es tarde para volver a empezar, en los tiempos de la pandemia se ha visto mucho una iglesia en salida y en ayuda de los más necesitados y eso refleja el verdadero espíritu de la comunidad de Dios.
¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
La oración y una verdadera vivencia en comunidad, sin creerme dueño de la verdad, aceptando a mi prójimo sin objeciones y sirviendo como me gustaria que me sirvieran.
Saludos hermanos!!
¡Qué enorme riqueza encontramos al redescubrir la sinodalidad como un aspecto esencial de nuestro “ser iglesia”! Los materiales del curso son una gran motivación para abrir espacios de diálogo y discernimiento en la tarea constante de repensarnos como “iglesia de Jesús” en camino, juntos. ¡Muchas gracias por permitirnos compartir la reflexión!
Hola, cómo estan. Mi nombre es Adela Perez del Viso, y soy organista en mi parroquia, en San Luis, Argentina.
Mi parroquia es muy tradicionalista, y el sacerdote, que es un amigo y buena persona, es muy “ortodoxo” y a nuestro pedido de hacer una comunidad en la parroquia, y que se haga una junta parroquial, etc., nos dijo “mas adelante” y nunca más lo anuncio ni intentó.
Está muy influenciado por movimientos que son muy rígidos y tradicionalistas.
Les mando un gran cariño y unidad desde acá. Adela.
Dentro de la comunidad parroquial a la que pertenezco, se esta realizando un trabajo sinodal que se puede palpar, lo cual permite hacer un trabajo mas cercano con el pueblo, en cuanto al trabajo diaconal se ven los frutos de un trabajo desde dentro que se inició hace muchos años, es de gran importancia que todos estemos en la dinámica que la Iglesia ha iniciado.
Hola a todos, estoy agradecida de todo lo recibido en especial porque puedo intuir cómo se vive la fe, en lugares donde nunca he estado y me gustaría estar. Gracias por acercarnos a otras realidades, escribo desde Santiago de Chile. Gracias !!!!
Todas las participaciones me han parecido muy interesantes. Muchas gracias a todos y todas.
La Iglesia de la República Dominicana está muy atrás en lo que respecta a la sinodalidad, tanto discrusiva como practácticamente. Realmente, impulsar dinámicas sinodales implica tener mucha resistencias, estar bien anclados en la vida del Espíritu, porque las resistencias se dan a todos los niveles: clero, episcopado, laicado y demás instancias eclesiales. En este sentido, nos cuesta asumir que, como gracia del Espíritu, una forma nueva de ser Iglesia es posible. La reuncia a los ‘estatus cuo’ a los que estamos aconstumbrados, a los modos de relacionarnos y de vivir en la estructura-jerarquía, así como el servicio de la autoridad y el liderazgo no es tarea de un día, ni de un sínodo ni, mucho menos, de un slogan que suene bonito.
La sinodalidad es una renuncia al protagonismo; la sinodalidad es una dinámica del Espíritu que nace de la relación íntima del cristiano con Dios, para reconocer a sus hermanos en la fe como iguales y corresponsables de la única misión de la Iglesia (la Misión de Cristo).
Estoy convencido de que la voluntad de Dios para nosotros es que caminemos juntos como Iglesia sinodal en este tercer milenio, como nos ha dicho el Papa Francisco.
Me ha resultado muy valioso el material que nos han proporcionado en estos cursos de formación on line y por eso quiero felicitarles por el gran esfuerzo que hacen. Espero que tenga buenos resultados.
Yo estoy ayudando en la pastoral en tres pequeños pueblos de la diócesis de Cuenca, España, donde la formación es muy tradicional y conservadora, y por eso me resulta difícil el hacerles participar en este proceso de Iglesia sinodal, sobre todo porque el párroco se cierra a cualquier cosa que sea novedad o de participación de los laicos, porque dice que es muy mayor y él no entiende nada de esas novedades. La verdad es que siempre se han ido poniendo pegas para convocar a reuniones de formación, primero era la excusa de la COVID, por miedo a los contagios y ahora porque no se ve necesario ya que los demás curas no lo ven tan necesario en la práctica, pues la mayoría tiene varios pueblos, con poquita gente cada uno, y están muy ocupados con las celebraciones de Misas y de actividades de religiosidad popular.
De todas formas vamos intentando abrir algunas grietas para ayudar a la gente a abrir los ojos y ofrecerles algunos materiales sencillos de lo que estamos recibiendo para que se animen a participar en esta forma de vivir la fe de una forma más comunitaria y valorar más el Bautismo recibido que nos hace hijos de Dios y nos anima a participar siendo protagonistas en la Iglesia y nos enseña a vivir como Iglesia sinodal según nos dijo el Concilio Vat II y ahora nos dice el Papa Francisco
Los temas son muy intersante que de seguirò nos van ayudar a ser verdaderos Cristianos que buscamos de crecer juntos Como Bautizados,hermanos del mismo Padre que es Dios
Soy contenta de podere participare de estos momentos de sentirne miembro activo de la Iglesia con todo El ànimo que nos Dan para saber crecer en El Amor A Dios y a Los Hermanos.
Ha sido un aprendizaje muy enriquecedor. Me ha llamado la atención la intervención y participación de personas laicas a lo largo del caminar de la Iglesia. Me preguntaba en qué momento “les han bajado del tren”? Gracias a Dios creo que ya volvió el momento de peregrinar juntos!
Creo que el camino de la sinodalidad es de verdad bello. Sin embargo estamos todavía en el principio. Se necesita una profunda conversión interior, pero también en las estructuras de la Iglesia.
La sinodalidad es expresión de una Iglesia adulta, donde todos los cristianos asumen sus responsabilidades.
Desde que tuve la oportunidad de asistir al curso de Discernimiento en común y toma de decisiones en una iglesia sinodal, me sentí muy animada por los cambios que implica el camino sinodal en la Iglesia Católica, pienso que es muy necesario que sucedan, aunque tomando en cuenta que la Iglesia desde siempre ha tomado una posición tradicionalista, he pasado un largo tiempo pensando en como es que podemos realizar estos cambios sin provocar violencia o ruptura dentro de la comunidad, sobre todo por los rumores que ciertos grupos propagan abusando de la religiosidad popular, como son condenación y entradas al infierno por el hecho de que ciertas videntes afirman que todo esto es obra del demonio, ya que creo que esto entorpece el camino sinodal, aunque no es el único obstáculo que veo, existen muchos más como el hecho de pensar que muchas personas dentro de la Iglesia renunciarán a su coto de poder, llámense laicos o jerarquía, de forma voluntaria, y muchos otros topes que debemos pasar antes de poder realizar este proceso. También me pregunto, cuando el Papa Francisco ya no este y tomando en cuenta que todo este proceso lo hemos comenzado por una petición suya, ¿Qué sucederá? ¿Nos permitirán continuar o nos detendrán? Y lo pienso sobre todo porque considero que estos cambios son necesarios pero también pienso que se van a llevar su tiempo, algunos años o más y no me gustaría que una vez comenzado el camino nos pidieran volver a lo mismo de antes, a una Iglesia tradicionalista, impositiva, enferma de poder, etc.
María Guadalupe Sandoval Sánchez.
En principio la Sinodalidad, es el futuro a dónde todos los cristianos llegaremos. Tener una Iglesia preparada para ejercer la Sinodalidad, significa su madurez.
¿Tienes alguna experiencia de una comunidad cristiana que intenta ser “toda ministerial”?
Si en mi Arquisiocesis MERCEDES LUJAN ,como sinodal
En tu opinión, ¿se está realizando el sueño de una Iglesia diaconal, servidora de los pobres?
si
¿Cuáles son los aspectos que ayudan a una comunidad a crecer en esta vocación ministerial y cuáles los obstáculos?
LA UNIDAD Y LOS OBSTACULOS NO PONER A JESÚS COMO CENTRO Y NO TENER PRESENTE A LOS JOVENES
Desde los primeros días de la Iglesia, las personas se reunieron para discernir cuando se enfrentaban a una crisis o un punto de inflexión. Los Hechos de los Apóstoles cuentan que cuando las primeras comunidades cristianas necesitaban resolver ciertos problemas prácticos o cuestiones pastorales, celebraban una asamblea de creyentes, llamaban al Espíritu Santo y discutían con las autoridades. La convocatoria de asambleas es una práctica muy antigua y tradicional en la Iglesia. Ha tenido lugar con más o menos intensidad según los períodos de la historia
Ya sean diocesanos, locales o ecuménicos, los sínodos o concilios se pueden rastrear continuamente desde la Iglesia primitiva hasta el Concilio Vaticano II, que marcó una verdadera renovación de esta práctica.
La palabra griega ‘sínodo’ es originalmente el equivalente del latín concilium o council en inglés. En un contexto de crisis, contienda o en un período en el que la Iglesia necesita reformarse, los sínodos se utilizan para que se pueda llegar a una decisión común tras un proceso de discernimiento.
Podemos afirmar que San Cipriano, obispo de Cartago del siglo III y Padre de la Iglesia, estableció como norma no decidir nada “sin vuestro consejo y sin el sufragio del pueblo, según mi opinión personal”.
La palabra sínodo proviene del griego sun-odos, un camino recorrido juntos. A través de esta noción de camino común, la sinodalidad se presenta como un proceso durante el cual se trata de escuchar y discernir la voluntad de Dios para la Iglesia de este tiempo, involucrando a todos los bautizados.
Es importante comprender, que para este caminar juntos es determinante el aspecto representativo, es decir, es necesario que se escuche el “sensus fidei” de los fieles. El Concilio Vaticano II (1962-65) afirmó que “todo el cuerpo de los fieles… no puede errar en materia de fe” ( Lumen gentium n. 12) y que este sentido de fe “es suscitado y sostenido por el Espíritu de verdad”.
El último concilio fue un momento para redescubrir la sinodalidad experimentada a nivel internacional. Al negarse a ratificar los documentos que la Curia Romana había preparado antes de que el Vaticano II se pusiera en marcha, los Padres conciliares colaboraron con expertos y se involucraron en la redacción de nuevos textos de una manera diferente.
Después de haber experimentado durante cuatro años la riqueza de este modo de gobierno de la Iglesia, Pablo VI creó el “Sínodo de los obispos” en 1965. La lista de asambleas sinodales convocadas desde entonces muestra la importancia de esta institución. Las asambleas más recientes se han centrado en la Palabra de Dios (2008), la familia (2014-2015) y la Amazonía (2019), por ejemplo.
El pontificado del Papa Francisco se caracteriza particularmente por la convicción de que la Iglesia es esencialmente sinodal.
Comparto tu opinión. Me pasa igual acá en mi parroquia en Nirgua, Venezuela.
Por cuestiones laborales no pude seguir el curso en las fechas estipuladas, pero deseo terminarlo, así que va mi comentario.
Agradezco que un tema como el de la sinodalidad esté tomando tanta fuerza en la conciencia de la Iglesia presente. Se trata de un asunto crucial, ya que implica la participación activa y corresponsable de todos los miembros del pueblo de Dios en la vida y misión de la Iglesia. Así, cuando uno mira hacia el futuro, la esperanza se hace presente. En un mundo en constante cambio, la sinodalidad permite que la Iglesia afronte de forma más integral y efectiva los desafíos contemporáneos, adaptándose a las necesidades de las personas y comunidades a las que sirve.
Me parece que este curso es de gran relevancia porque al promover la sinodalidad la Iglesia del mañana está configurándose teniendo presente ahora sí, la diversidad de dones y perspectivas de sus miembros. Sólo atendiendo a éstas es que se puede enriquecer la toma de decisiones y fortalecer la unión en la variedad. La sinodalidad fomenta una Iglesia en la que se reconoce la igual dignidad de cada bautizado, animando, principalmente, a quienes durante mucho tiempo han sido concebidos como miembros meramente pasivos e inertes, como puros receptores. Esto implica un crecimiento, madurez y desarrollo de la comunidad, porque promueve, así mismo, transparencia y apertura. Creo que al abrazar una forma sinodal, la Iglesia se fortalece y se prepara para ser un testimonio vivo del amor y la misericordia de Dios en el mundo de hoy.
No cabe duda los grandes desafíos que estamos viviendo en la Iglesia.
La importancia de la reflexión en carácter sinodal, reflexionar en esos desafíos políticos que cada ves van creando leyes que afectan el caminar de la Iglesia, y que ademas, confunden al pueblo de Dios.
cierto!!! pero las maneras del Espíritu son muy creativas, sin dudas el nos conducirá a tan anhelado sueño
así mismo!!! este llamado a caminar juntos gracias a Dios esta sucediendo, bendiciones
El tema de la Sinodalidad en la Iglesia es un aspecto, que a mi parecer, se va fortaleciendo, poco a poco, pero seguro, es una gracia especial el que para el sínodo se parta de los sínodos diocesanos que son los que van marcando la pauta, aunque es importante que se tenga en cuenta para cada región o diócesis la realidad cultural que hay en ellas.
El primer fruto es haber logrado la participación en tan magnifico diplomado y sobre todo el poder de compartir con un buen grupo de los conocimientos adquiridos y así ir fortaleciendo nuestra querida Iglesia.
La sinodalidad, que no es una novedad en la Iglesia, es una manera de ser que el Espíritu está impulsando, de la mano del Papa Francisco, para lograr la total recepción del Concilio VII. Un caminar juntos de un un pueblo de bautizados, cuya dignidad los hace hermanas y hermanos gracias a la vida que nos regalo nuestro Señor Jesucristo al cumplir amorosamente la voluntad del Padre, de amarnos hasta el final. Cada bautizada, cada bautizado, tenemos nuestra responsabilidad de ser discípulos y evangelizadores. Para ello, tenemos que aprender a escucharnos, a discernir juntos y a tomar decisiones juntos. Gracias a Dios, el llamado es principalmente para abrirnos a las periferias, a recibir a hermanas y hermanos alejados por distintos motivos de la experiencia del amor de Dios. Seamos dóciles al Espíritu, leamos los signos de los tiempos y caminemos de la mano de María.
Es una gran gracia todo el camino sinodal que la Iglesia viene vivendo a lo largo de su história, todas las conferencias nos ayuadaran a reconocer el camino percorrigo, los aciertos e los errorres que cometemos, pero simpre el Espiritu nos ilumina a seguir trabajando para el Reino de Dios