El Sínodo sobre la Sinodalidad representa una fase nueva y apasionante en la vida de la Iglesia. Esta fase profundiza la eclesiología del Pueblo de Dios desarrollada en el Concilio Vaticano II y nos invita a generar procesos de conversión y reforma de las relaciones, las dinámicas comunicativas y las estructuras en la Iglesia. Esto requerirá un proceso de discernimiento en común y formación a corto, medio y largo plazo para estimular la conciencia de una Iglesia vivida y comprendida en clave sinodal. Como dijo el Papa Francisco, el 18 de septiembre de 2021, pocos días antes de la apertura del Sínodo sobre la sinodalidad: 

“el tema de la sinodalidad no es el capítulo de un tratado de eclesiología, y menos aún una moda, no es un slogan o un nuevo término a usar e instrumentalizar en nuestros encuentros. ¡No! La sinodalidad expresa la naturaleza de la Iglesia, su forma, su estilo y su misión. Por tanto, hablamos de una Iglesia sinodal, evitando, así, que consideremos que sea un título entre otros o un modo de pensarla previendo alternativas”. 

El presente curso online quiere aportar algunos elementos que nos animen a comprometernos en la construcción de un modelo institucional para la Iglesia del tercer milenio. Una Iglesia toda ella sinodal. Esta es la invitación que nos hace el actual Sínodo cuando sostiene, en su Documento Preparatorio, que “el sentido del camino al cual todos estamos llamados consiste, principalmente, en descubrir el rostro y la forma de una Iglesia sinodal, en la que «cada uno tiene algo que aprender. Pueblo fiel, Colegio episcopal, Obispo de Roma: uno en escucha de los otros; y todos en escucha del Espíritu Santo, el Espíritu de verdad (Jn 14,17), para conocer lo que Él dice a las Iglesias (Ap 2,7)». El Obispo de Roma, en cuanto principio y fundamento de la unidad de la Iglesia, pide a todos los Obispos y a todas las Iglesias particulares, en las cuales, y a partir de las cuales existe la Iglesia católica, una y única (cf. LG, n. 23), que entren con confianza y audacia en el camino de la sinodalidad” (Documento Preparatorio 15). Este es el sentir y la motivación de todas las personas que han hecho posible el presente curso. Deseamos que sea una contribución a la sinodalización de toda la Iglesia y su vivencia práctica en medio de las comunidades eclesiales.

A lo largo de varias semanas se irán ofreciendo una serie de videos pregrabados —conferencias, charlas de profundización y experiencias concretas—, que permitirán conocer y profundizar la historia, la teología y la práctica de la sinodalidad. La primera semana ofrece un panorama de la historia de la sinodalidad. La segunda semana profundiza su teología y eclesiología. Finalmente, la tercera y última semana reflexiona sobre cómo integrar la sinodalidad en la vida y el ejercicio ministerial. Uno de los grandes retos actuales es hacer de la sinodalidad una experiencia viva y cotidiana que inspire el modo de ser y vivir de todos y todas en la Iglesia, y que favorezca la sinergia entre los diversos ministerios, carismas, dones y servicios.