Foro: Seleccione y explique un modelo elaboración y toma de decisiones, y comente dónde y de qué modo puede ser aplicado en su realidad pastoral
Su aporte no debe superar las 300 palabras.
Foro: Seleccione y explique un modelo elaboración y toma de decisiones, y comente dónde y de qué modo puede ser aplicado en su realidad pastoral
Su aporte no debe superar las 300 palabras.
Serena presentó un modelo de elaboración y toma de decisiones en 7 fases que acompañan un proceso de discernimiento comunitario con algunos espacios para todos, otros para algunos y otro para el “uno” que es el/la superiora religiosa, el sacerdote o párroco o el obispo. Reflexionó sobre el liderazgo para este tiempo como “liderazgo transformador” que escucha y discierne con todos desde la realidad y desde la voz de toda la comunidad buscando la transformación de la realidad en signos del Reino a la vez que dejarse transformar en su liderazgo. En un contexto individualista y patriarcal (personalismos), y en un contexto jerárquico (clericalismo), nos parece que este liderazgo transformador debe ser siempre en equipo, al modo de equipo de conducción o liderazgo comunitario. Un equipo que lidera objetivamente, en relación horizontal con la comunidad y de modo inteligente. Donde todos, algunos (representantes) y el equipo de liderazgo pueda no solo elaborar la decisión sino también deliberar y ejecutarla, cada uno según su rol, carisma y ministerio. Eso hacemos en los equipos diocesanos de Cáritas representados por todos los referentes de la Cáritas que habiendo recogido el discernimiento de las comunidades (todos), elaboran y toman las decisiones (algunos) y la comisión (equipo conductor), confirma y acompaña la ejecución.
En relación al curso, sobre los Modelos y prácticas de elaboración y toma de decisiones es un tema que llamo mucho mi atención desde su inicio, agradezco la oportunidad de participar en estos encuentros y de haber escuchado a Serena quien presentó con palabras precisas y concisas la realidad de la iglesia, como también a todos los que participan y comparten sus realidades, las cuales me han brindado un punto de comparación de donde estamos y, hacia donde debemos ir.
Apuesto a ese Liderazgo transformador, que escucha, se forma, asume compromiso, sobre todo que sea pilar fundamental en la toma de decisiones, y que estas puedan ser tomadas de manera multidireccional, con la participación de todos. Que empecemos a dejar a un lado el clericalismo y el patriarcalismo y nos reconozcamos como hermanos.
Reconozco plenamente el uno, la figura del obispo, los sacerdotes y religiosas, sin embargo, tengo que impulsar la practica de la sinodalidad, para que, al momento de caminar juntos, dentro de poco, no tengamos que distinguir entre quienes tienen voz y quienes tienen voto, sino que seamos una comunidad que participa, construye y en común unión guiados por el espíritu santo podamos fortalecer nuestra misión de evangelizar.
Debemos reconocer que a lo largo de la historia hemos cometido errores y que estos han provocado mucho dolor, tristeza, desanimo y decepción por ello, debemos realizar cambios positivos y transformadores, que ayuden a sanar esas heridas.
Este módulo me permitió internalizar que los cambios deben ser primeramente personales, de corazón, para que, al momento de ponerlos en práctica, sean nuestras acciones el ejemplo y modelo a seguir. Con la esperanza que todos asumamos con compromiso y convicción que hemos sido llamado a la construcción y transformación de la iglesia sinodal del tercer milenio.
La propuesta planteada por Serena Noceti, es una invitación a animarnos a un proceso de múltiples etapas, de interdependencia entre el ministerio del uno y la participación de todos. que se da a través de una dinámica comunicativa y dialógica. Partimos del principio de que ” lo que concierne a todos, debe ser debatido y aprobado por todos. El proceso para elaborar una decisión -making , se realiza a través del de discernimiento la consulta y la cooperación, y la decisión pastoral / decision-taking que compete a la autoridad del Obispo, garante de la apostolicidad y catolicidad. (cfr CTI n° 69). Este proceso se da a través de la participación de “Uno, algunos, muchos y todos”. En la primer etapa se definirá el objeto de decisión, cuya competencia corresponde al “uno” ( entiéndase por uno, obispo, presbítero, superior/a de una comunidad religiosa, laico encargado de un movimiento) . La segunda etapa sera recoger las informaciones, profundizar el conocimiento. El aporte de los laicos es fundamental ya que ellos nos revelan los signos de los tiempos, y nos ayudan a la utilización de un lenguaje actual. Esta es una etapa para escuchar a todos. La tercer etapa constará en esbozar alternativas operativas, lo posible, lo factible. Estas serán elaboradas por algunos. Entre algunos, muchos y todos buscarán con creatividad la realización de estos aportes. En estas dos etapas el uno escuchara las propuestas. La cuarta etapa servirá para identificar criterios de juicio, competencia de algunos, (teólogos/as) y del uno. La quinta etapa donde participarán todos ayudará a evaluar el camino, sopesar los riesgos y decidir evangelicamente. La sexta etapa sera la toma de decisiones de la cual el uno es responsable. Pensando en mi realidad pastoral traigo un ejemplo, que entiendo pone de manifiesto el proceso de múltiples etapas, de interdependencia entre el ministerio del uno y la participación de todos, que se da a través de una dinámica comunicativa y dialógica. : El uno/ Superiora Gral debe asignar las hermanas para las comunidades del año siguiente. Invita a las hermanas a dialogar entre las religiosas de las distintas comunidades para poder plantear su disponibilidad. A su vez que puedan dialogar con cualquiera de las consejeras para poder expresar su realidad personal y comunitaria que la lleva al discernimiento de su disponibilidad. A su vez el equipo de gobierno sus opciones para el año entrante. Después de esta escucha la superiora gral se reúne con su equipo de gobierno y asigna las hermanas a sus nuevos destinos. (este proceso lleva de 3 a 5 meses de discernimiento)
Me intereso mucho el modelo de liderazgo transformador que discierne y escucha, en dónde todo el pueblo de Dios va construyendo el Reyno de Dios desde una mirada de comunidad, en dónde nos sentimos escuchados, acogidos y amados.
Al revisar, con los ojos y con el corazón, la parte del proceso que hemos recorrido con Serena, quedan ante mí algunos “pasos dolorosos” en los itinerarios de toma decisiones que, como Iglesia, hemos recorrido hasta el momento. De todo lo que ella compartió, especialmente en torno al liderazgo y al papel de la mujer, necesidad de respuestas, sí, pero también decisión por aportar lo que a mí corresponda en el ámbito de mi Congregación y en las relaciones con las Iglesias locales y con la Iglesia universal.
Sin embargo, lo que se nos solicita es un proceso de toma de decisiones, y coincido en muchos aspectos con lo que la Profesora recogía en su “Decision making” y los actores del mismo:
– la importancia de definir y aclarar aquello sobre lo que buscamos decidir (algunos impulsan, presentan al Uno)
– recoger las informaciones: todos (apoyo de expertos)
– esbozar alternativas operativas: corresponde a algunos y a muchos – agentes de pastoral sobre todo
– identificar los “criterios de juicio”: tarea de teólogos que asesoran al Uno
– evaluar las diferentes alternativas: todos participan, especialmente implicados, p. ej., los Consejos Pastorales
– toma de decisiones: todos opinan, algunos presentan los análisis, Uno toma la decisión final.
Ciertamente, creo que, hoy por hoy, en el ámbito de la Vida Religiosa, quizás nuestros procesos de toma de decisiones son más “democráticos”, en cuanto que entendemos la obediencia como Responsable, y eso implica también discernir, personal y comunitariamente. Sin embargo, también es parte de las tareas de animación y gobierno la toma final de decisiones (ese Uno es COLEGIADO, aunque la Superiora General sea la Voz), y la presentación con transparencia de lo analizado y valorado es fundamental para que las Hermanas se sientan partícipes y protagonistas de los procesos y las decisiones.
Modelo, elaboración y toma de decisiones.
Una iglesia Sinodal debe tomar decisiones en la propia vida de la Iglesia, las decisiones tomadas marcarán la diferencia en la comunidad, es necesario la aplicación de un discernimiento en común, esto se da con la contribución del uno, de algunos y de todos porque nos lleva a tomar las mejores decisiones.
La decisión Making: Es un proceso articulado en seis etapas en el que no solo se consulta y se decide, en este proceso hay contribuciones de todos.
1.-Definir el objetivo de la toma de decisiones, en esta etapa se convoca (uno/algunos).
2.-Recoger información, en esta etapa los fieles deben ser consultados desde sus conocimientos y carismas, se debe estar preparado para escuchar con el corazón (todos).
3.-Esbozar alternativas operativas, abrir el corazón, aceptar las diferencias y diferentes (algunos).
4.-Identificar criterios de juicio, es tarea de los teólogos a la luz de la palabra, ellos salvaguardan la fe(Algunos).
5.- Evaluar las diferentes alternativas, (todos).
6.-Toma de decisiones, el uno dará su decisión.
Este proceso articulado de toma de decisiones, me parece un proceso muy acertado, por ello lo pondré en práctica con el grupo de laicos y lo daré a conocer con los seminaristas en la clase.
Me ha resultado muy iluminados el proceso de decisión con sus correspondientes etapas y la distinción entre el uno, algunos y todos y los respectivos momentos de participación en las etapas del proceso. Tal cual define las etapas y los momentos de participación de uno, algunos y todos, veo que es un proceso aplicable a los espacios en que me desenvuelvo. Sólo dos cuestiones. Si el proceso debe “arrancar” desde el liderazgo del uno y se cierra con el “decisión taking” del uno; todo el proceso está condicionado a ese uno, a su sensibilidad, a su calidad humana y espiritual. El acompañamiento de los “unos” me parece un tema relevante. Por otra parte, todo discernimiento debe ser confirmado con posterioridad. Esta última cuestión no queda recogida en las etapas identificadas. La decisión tomada debe volver a algunos o a todos para ser confirmada en el tiempo.
El proceso de la tomar de decisiones debe ser presidida y promovida por los pastores legítimos: obispo, el sacerdote o superior/ra de un instituto religioso quienes; es así que la responsabilidad del proceso de la toma de decisiones es ministerial
Se debe aplicar el modelo transformador donde se pueda crear consenso que ponga diferentes conceptos, ideas y evaluaciones de las aportaciones de los miembros de la comunidad. Los responsables del proceso, UNO, conozcan bien la ley de la cooperatividad donde se pongan límites de autoridad y tener sentido del trabajo en equipo
Responsabilidades:
1. Elaboración de una decisión que debe ser a través de una decision making, es decir, un trabajo común de discernimiento, consulta y cooperación, y la toma de decisiones pastorales que es una decision taking, la cual es una responsabilidad del obispo, garante de la apostolicidad y la catolicidad.
2. Debe ayudar a la elaboración de una tarea sinodal con el ejercicio del discernimiento por parte de la comunidad
El tema y la presentación de la profesora Serena Noceti ha sido clara y concisa, y los puntos que ha tocado para la elaboración y la toma de decisiones son fundamentales para llegar a un discernimiento sinodal que sea capaz de superar el modelo de una Iglesia jerárquica, bajo este aspecto tenemos todavía mucho camino por recorrer.
En el modelo de una iglesia piramidal y jerárquica del Uno, alguno, todos hay que buscar cada vez más dinámicas de comunicación, participación y de toma de decisiones que sean multidireccionales donde todos los sujetos sean constituyentes de la Iglesia en razón de sus carismas y ministerios.
Como dice la C. Teológica internacional en el núm. 64 “La dimensión sinodal de la Iglesia expresa el carácter de sujeto activo de todos los bautizados y, al mismo tiempo, el papel específico del ministerio episcopal en comunión colegial y jerárquica con el Obispo de Roma Esta visión eclesiológica nos invita a promover el despliegue de la comunión sinodal entre “todos”, “algunos” y “uno”. Sin duda, es urgente una conversión sinodal para que esta realidad llegue a nuestra iglesia local y a nuestras comunidades.
¿Cómo se puede aplicar en mi realidad pastoral? No es fácil hacerlo, pero también es un desafío urgente. Personalmente me llama a una conversión para valorar de igual manera a todos los grupos apostólicos presentes en la parroquia. En el Consejo pastoral del que hago parte, escuchar y acoger de manera activa la voz de quienes hablan poco o tienen miedo de expresarse tratando de entender lo que cada uno siente y espera, ser de alguna manera “portavoz” de estas vos para nada de lo que se dice se pierda y sea tomado en consideración.
El modelo de elaboración que me ha llamado la atención es la organización de los primeros apóstoles, tal como lo presentó la profesora Serena, con el ejemplo de los Hechos de los apóstoles 6, 1-7 donde presentan la importancia que tiene cada uno de los roles y la acción que le corresponde realizar, ninguno era más ninguno era menos, pero las decisiones son necesarias.
En relación a la toma de decisiones hizo bastante énfasis en “Decision Making” en 5 pasos:
1. Definir o aclarar el objeto: para eso se necesita convocar, es decir, el obispo es responsable de generar este encuentro para escuchar a todos, minorías, críticas.
2. Las informaciones se recogen: es decir que todos los que han expresado respresentan determinado grupo, por tal razón, el obispo es responsable de conocer a las personas, a través de lo que expresan.
3. Esbozar las alternativas operativas, significa que es importante prestar atención a los jóvenes y diferentes carismas.
4. Identificar criterios de juicio, no solo basta hablar, es necesario fundamentar, para esto se nesita la colaboración de los teólogos, perspectiva ecuménica.
5. La comunidad elige, es decir, hace sus propuestas que no significa que sean aceptadas, el obispo es responsable de detectar qué cosa es auténticamente Espíritu y que no es.
6. El obispo decide, pero no según sus criterios sino según el discenimiento que ha tenido junto con los del proceso, de modo que sea el Espíritu Santo el que se ha manifestado, tiene la responsabilidad de custodiar las decisiones tomadas.
Lo llevo a mi realidad pastoral, siendo consciente del rol que ocupo y la importancia que tiene el expresar según el Espiritu Santo no según mi voluntad.
Modelo elaboración y toma de decisiones.
Me resonó el modelo de liderazgo transformacional, donde dejamos el uno para pasar al nosotros , es un proceso en el que todas las opiniones deben ser tenidas en cuenta. No solo vamos juntos sino entrelazados.
Como iglesia tenemos un gran desafío , debemos buscar caminos en común, para poder avanzar necesitamos “desaprender para aprender”, promover espacios formativos , pensar y reflexionar sobre cambios estructurales que permitan a las mujeres ejercer roles de liderazgo ministerial en la Iglesia. Es nuestro compromiso llevar esta mirada a nuestras comunidades.
Para finalizar comparto que me resultó extraordinaria la exposicion de Serena y muy enriquecedor el espacio de Conversación Espiritual.
Considero que con la certeza de que quien anima nuestra Iglesia es el Espíritu Santo que nos permite discernir y redescubrir en la diversidad las maravillas de nuestro Dios y habiendo escuchado a hermanos de diferentes lugares del mundo, especialmente de latinoamérica , con las mismas dudas porque no miedos , pero al mismo tiempo con la Esperanza intacta que nos permite seguir caminando juntos, entrelazados, nuevamente digo Sí.
Me llamó la atención el proceso de toma de decisiones Making, sus diversos pasos, partiendo del definir con claridad el objeto de la decisión. La participación de todos y algunos, en el recoger la información. El esbozar las alternativas operativas por algunos y muchos. El identificar los criterios de juicio con la participación de teólogos y las reflexiones del Uno. La evaluación de las diferentes alternativas por todos y algunos. Y llegar a la toma de decisiones con la participación de todos y algunos corroborado por el Uno.
Y en todo el proceso el rol tan importante que juega el Uno como motivador de la comunidad y atento a que se conserve la fe apostólica. Atento a la escucha para poder evaluar las diferentes alternativas. Y por lo tanto la importancia del liderazgo transformacional, motivador del cambio. Como un buen director de orquesta que sabe poner en armonía las diferentes voces, o maestro del ballet que sabe proponer diferentes coreografías fruto de todos.
Pienso que es muy importante la relación que exista de todos y algunos con el Uno, para que con la presencia del Espíritu, por la realidad que reina entre todos, se pueda llegar a la decisión esperada.
En mi realidad, en el camino que estamos haciendo, veo que podemos aplicar este proceso, aunque nos lleve más tiempo para realizarlo, pero que no debemos saltar pasos, para que todos y algunos puedan expresarse y dar la importancia que tiene la voz de los expertos. Para que la voz del Uno sea expresión de todos.
Repensar la toma de decisiones dentro de un modelo de iglesia sinodal es un cambio sustancial en la identidad de la institución, pero también es entrar en la dinámica de la conversión permanente. Y debe ser una condición constante dentro de la iglesia que esta llamada a la introspección para descubrir en los signos de los tiempos nuevos lugares teológicos.
Luego de escuchar a la profesora Serena no me cabe duda todo lo anterior. Ya que toda decisión en cuanto afecta al todo debe ser realmente discernida por todos. Y en la diversas etapas de la toma de decisiones, el proceso nos llevan a la construcción. Esto es similar a construir un edificio donde cada paso esta concatenado al otro de tal manera que lo uno impacta al conjunto. Es una relación sistémica y dialógica del uno con el todo. En todo esto la visión de lo procesual nunca se debe perder de vista para que así cada elemento desde su singularidad aporte con lo que es, en la construcción del todo. Claro está, dentro de un ejercicio de articulación y corresponsabilidad.
Construir la decisión y tomar la decisión necesariamente es expresión de la sinodalidad, entendiendo que esta apunta a encontrar un camino en común por medio del discernimiento colectivo. De hecho la Iglesia con todos sus miembros esta siempre llamada a dar un palabra profética y esto necesariamente nos lleva a la toma de decisiones dentro del mundo. Optar por vivir de forma íntegra los valores del Reino es una decisión. Y la voz de todos entonces se ve reflejada en la decisión del UNO.
Todos somos sujetos constituyentes de la comunidad pero el UNO garantiza el consesus fidelium, como también asegura la articulación de las partes. En síntesis, debemos recordar en las palabras de Borras, lo siguiente: “dentro, en medio y detrás del pueblo de Dios – la toma de decisión no es un apoderamiento, una toma de poder sino un servicio para con su propia comunidad y las demás comunidades, y viceversa. Y así como la comunidad no existe y no actúa sin su pastor, el pastor no existe ni desenvuelve su papel sin la comunidad”.
La toma de decisiones es una cuestión que ha acompañado la vida de las organizaciones —también la iglesia entre ellas—. Se trata de un proceso complejo en que deben participar todos los actores implicados, desde los diversos roles que viven al interior de dicha organización.
El modelo de toma de decisiones en una Iglesia Sinodal “Decision making y decision taking”, asume la contribución de uno, algunos y todos en un proceso dinámico, articulado, participativo y multidireccional —en seis etapas—.
¿Cómo puedo aplicar este modelo en mi ámbito pastoral? Actualmente hago parte de un grupo de parejas de un movimiento de espiritualidad conyugal, que tenemos el servicio y responsabilidad de liderazgo de dicho movimiento en la Arquidiócesis de Ibagué. En este sentido, considero que este modelo de toma de decisiones nos viene bien para escucharnos mutuamente, escuchar las directrices de dicho movimiento y sobre todo escuchar al Espíritu Santo, para caminar juntos como Iglesia Sinodal.
De los valiosos aportes de la Dra. Serena Noceti llevo a la práctica catequética parroquial el modelo de elaboración, que implica una visión procesual de la toma de decisiones en fases y bajo la acción de los sujetos de un proceso complejo de la vida eclesial.
1) Definir/aclarar el objeto de la decisión: Acordar en el equipo de catequistas el modo de estudio del Directorio para la Catequesis, de manera que juntos podamos compartir experiencias e ideas para ejecutar el directorio en nuestra comunidad parroquial.
2) Recoger las informaciones: Cada catequista expondrá su disposición voluntaria para estudiar el Directorio para la Catequesis, según la guía pedagógica que nos sugiere el Secretariado Arquidiocesano, de manera que cada uno sea motivado por el grupo para alcanzar la meta de la formación permanente y ser eficaces en el ministerio catequético.
3) Esbozar las alternativas operativas:
Reunión semanal de catequistas para la conversación espiritual, con base al capítulo sugerido previamente para su lectura.
Trabajo escrito, según las actividades publicadas en la guía pedagógica.
Celebración litúrgica con motivo de incentivar la fraternidad en el grupo de catequistas.
4) Identificar “criterios de juicio”: En la interacción dialógica identificaremos criterios de juicio axiológico (los valores que fundamentan la acción del catequista: compromiso, responsabilidad, puntualidad, servicio y perseverancia)
5) Evaluar las diferentes alternativas: Para garantizar la participación de todos, tendremos la alternativa del acompañamiento de los catequistas que no cuentan con los medios digitales para realizar el estudio del Directorio, mediante textos impresos en dos horarios posibles.
6) Toma de decisiones: Estudiar juntos el Directorio para la Catequesis (publicado en el año 2022) para ejecutar acciones catequéticas parroquiales, coherentes con la iluminación de la Iglesia para la renovación del mundo de hoy.
Me ha llamado mucho la atención y a la vez me ha llevado a un profundo cuestionamiento sobre las diferentes líneas de gobernabilidad jerarquía eclesial y apertura a la participación laical, donde la primera (gobernabilidad jerárquica eclesial), muchas de las veces se la siente como un espacio muy cerrado y particular dónde tan sólo los que han ido ascendiendo o han alcanzado escalar un poco más dentro de éste ámbito tiene derecho a expresar su sentir, esto es muy respetable siempre y cuando se busque el bienestar de la comunidad; en segundo lugar, la participación laical donde en algunos espacios se la ha tomado como aquellos instrumentos para fortalecer y desarrollar los diferentes campos pastorales, convirtiéndonos en lo que verdaderamente somos, obreros de la casa del Señor, de lejos se podría a ver pensado en ser parte de toma de decisiones.
Es importante que se pueda aplicar este esquema que me ha parecido interesante para la toma de decisiones, en donde:
– La decisión se elabora progresivamente.
– Valore la participación diferenciada de uno/alguno/todos en cada una de las Etapa
– Haya interdependencia entre el ministerio de uno y la participación de todos.
– Haya dinámica comunicativa dialógica – no hay imposición de uno sobre todos
Para ello el modelo de toma de decisión Making, me parece un proceso articulado en el que se puede desarrollar sus etapas en la toma de decisiones y que puede ser enfocado y trabajado en los grupos de trabajo pastoral y laical, en donde haya contribuciones de todos, no sólo de uno ni de algunos; y es por importante, coincido con María del Carmen López, enfocar los seis principios básicos, en donde se pueda:
1.Definir el objetivo de la toma de decisiones, en esta etapa se convoca (uno/algunos).
2.-Recoger información, en esta etapa los fieles deben ser consultados desde sus conocimientos y carismas, se debe estar preparado para escuchar con el corazón (todos).
3.-Esbozar alternativas operativas, abrir el corazón, aceptar las diferencias y diferentes (algunos).
4.-Identificar criterios de juicio, es tarea de los teólogos a la luz de la palabra, ellos salvaguardan la fe (Algunos).
5.- Evaluar las diferentes alternativas, (todos).
6.-Toma de decisiones, el uno dará su decisión.
En la formación inicial se presenta el reto de renovar nuestras estructuras. Para ello, considero que las seis etapas propuestas por Serena Noceti, pueden ser iluminadoras:
1. Definir y aclarar el objeto: El equipo de formación presenta la tarea a la comunidad formativa y a las jóvenes en formación, de revisar lo fundamental de la formación inicial para que, en sus distintas etapas integre el desarrollo humano y espiritual con el discernimiento personal y comunitario y la toma de decisiones, en el contexto en el que viven.
2. Recoger las informaciones: Las personas en formación son escuchadas lo mismo que la comunidad de la que forman parte. Es importante conocer las expectativas de las jóvenes en formación, sus experiencias de fe y pastorales, en comunidad, las experiencias religiosas, familiares y culturales que marcan su modo de relacionarse, de vivir, de orar, de celebrar, etc. También la comunidad ha de expresar cómo ha vivido su vida consagrada, qué valora de lo vivido, qué considera importante, qué prácticas podrían ponerse en cuestión, transformarse y qué esperan de las nuevas generaciones. Si la comunidad se abre a otras visiones, pueden participar congregaciones con las que hay un vínculo de amistad y que también tienen comunidad formativa.
3. Esbozar alternativas operativas: La comunidad y las hermanas en formación oran y se escuchan mutuamente, dialogan sobre las cuestiones planteadas y van viendo juntas qué le va dando vitalidad a su caminar juntas, qué les permite vivir la fidelidad en el seguimiento de Cristo, qué les apasiona cuando el horizonte es el Reino, qué les permite valorar la diversidad, etc.
4. Identificar criterios de juicio: Tener claros los fundamentos de la vida consagrada, el ser y la misión de la congregación, los objetivos de la formación inicial, las actuales luces de la Iglesia a la VC.
5. Evaluar las alternativas y discernir lo que se quiere vivir para favorecer la formación responsable y la participación de las hermanas en sus procesos formativos, en la vida comunitaria, misionera y eclesial.
6. Toma de decisiones: el equipo formativo, que ha participado escuchando y dando criterios, recoge el discernimiento comunitario y replantea el itinerario formativo.
Los talleres con Serena me han parecido un espacio de toma de conciencia en cuanto a visibilizar las practicas actuales en las que necesito y necesitamos desaprender para aprender un nuevo modelo de discernimiento en la toma de decisiones.
Me parece hasta utopico lo que propone Serena, sin embargo creo en un proceso que es necesario continuar abriendo caminos pese a la realidad de Iglesia piramidal que vivimos. Hacer un camino de pasar de un liderazgo posicional a un liderazgo transformador que invita a la escucha activa, a la palabra, al discernimiento, dialogo, cercania, participacion que conlleve a una toma de decision buscando el bien comun y construyendo el Reino de Dios.
Otro aspecto que me llamo la atencion es el liderazgo de las mujeres a lo largo de la historia en los diferentes espacios donde la mujer esta presente y no solo desde el anonimato sino desde ser escuchada, el tener voz en el espacio publico y no solo en lo privado. El liderazgo de las mujeres en la Iglesia es de gran importancia y vitalidad porque son y somos las mujeres las que llevamos la dinamica de comunidad. Es un gran desafio ampliar la mirada para que las mujeres asumamos puestos de incidencia en todas las plataformas visibilizando y transmitiendo de generacion en generacion este gran legado de lucha y esperanza.
Un gran reto es la formacion a nivel de clero y laicos y laicas para desaprender modelos con estructura piramidal y construir modelos de discernimiento, escucha y toma de decision donde la participacion de la vida de las mujeres sea significativa , valorada y enriquecida desde la mirada y experiencia por el hecho de ser mujeres.
Buenas tardes!!
Me pareció muy bueno la propuesta de los seis pasos:
1.- definir
2.- recoger la información
3.- Esbozar las alternativas
4.- Identificar “criterios”
5.- evaluar las diferentes alternativas
6.- toma de decisiones
Como animadora de una Congregación y en el servicio de autoridad en temas que nos compete a todas las hermanas me perece muy valioso:
1.- definir la unificación de comunidades y/o cierre de obras
2.- Recoger la información, escuchando atentamente todas las voces de las hermanas, sus sentimientos, sus apreciaciones, etc.
3.- A partir de las voces escuchadas, elaborar con el consejo general las alternativas posibles a considerar
4.- Definir los “criterios de juicio” para la toma de decisiones: ejemplo, que permanezcan las hermanas, que en cada comunidad por lo menos sean tres hermanas, que la obra está en un lugar donde no hay otra presencia de religiosas”
5.- Luego se evalúa las diferentes alternativas que surgieron de la escucha y se consideran los criterios de juicio
6.- Se toma la decisión de que comunidades se unifican y cuáles se cierran.
En una Iglesia Sinodal se debe elaborar y tomar decisiones, las cuales permitirán la unidad, el entendimiento, vivir el gran mandamiento, lograr el mejor consenso posible en la comunidad.
Es necesario realizar un discernimiento en común, con la participación del uno, de algunos y de todos, siempre dándole un rol protagónico al Espíritu.
La decisión Making, como método para la elaboración y toma de decisiones es un proceso articulado en seis etapas en el que no solo se consulta y se decide, en este proceso hay contribución activa y participativa de todos en roles interdependientes, bajo la intervención del Espíritu.
1. Definir el objetivo de la toma de decisiones, en esta etapa se convoca (uno/algunos).
2. Recoger información, en esta etapa los fieles deben ser consultados desde sus conocimientos y carismas, se debe estar preparado para escuchar en el Espíritu (todos).
3. Esbozar alternativas operativas, abrirse bajo los designios del Espíritu, aceptar las diferencias estableciendo el mejor consenso posible (algunos).
4. Identificar criterios de juicio, es tarea de los teólogos a la luz de la palabra, ellos salvaguardan la fe(Algunos).
5. Evaluar las diferentes alternativas, (todos).
6. Toma de decisiones, el uno dará su decisión.
¿Cómo se puede aplicar en mi realidad pastoral?
Para mí es un desafío urgente aplicar en método de elaboración y toma de decisiones. Es un llamado a una conversión para valorar de igual manera a cada integrante de la comunidad, las catequistas del colegio, en las cuales el espíritu se manifiesta el querer de Dios. Como organizadora de la catequesis del sacramento de la comunión de la que formo parte, escuchar y acoger de manera activa la voz de las catequistas, siendo consciente del rol que ocupo y la importancia que tiene la elaboración y toma de decisiones según el Espíritu, para lo cual, cada catequista será escuchada y considerada en el contexto del método, la intervención del Espíritu y un liderazgo de mujer y trasformacional.
Dentro de lo expuesto por la profesora Serena Noceti con relación a modelo, elaboración y toma de decisiones, me llamó mucho la atención el modelo de liderazgo que se describió, el cual recae sobre el clérigo (obispo o párroco).
Si bien se describe un líder no autoritario, que invita a la concertación, debe presidir la toma de decisiones, ser garante del consensenso fidelius pero que además se debe ocupar de varios frentes de trabajo propios de su parroquia considero que es una capacitación intensa, profunda y duradera en el tiempo.
Es un trabajo duro, el alcanzar un liderazgo transformacional donde los laicos tenemos un compromiso en acompañar y aportar a nuestro párroco en su labor de liderazgo, el recorrido angosto y largo.
Serena Nocetti nos compartió su propuesta de modelo de toma de decisiones en una Iglesia sinodal. En mi comunidad eclesial estamos viviendo un momento donde se observan los pasos de una “decision making”. En el año 2022 se definió el objeto de la decisión a tomar, la autoridad competente y autorizada convocó a la comunidad a opinar y dar ideas al respecto durante un tiempo prudencial, al término del cual se recogió la información, se estudiaron las alternativas propuestas teniendo muy claro los criterios de juicio, en los próximos días se reunirán “algunos” con el “uno” para evaluar las diferentes alternativas y tomar las decisiones pertinentes.
“Todos” estamos a la espera de la comunicación final, sabemos que contribuimos de múltiples maneras, compartimos nuestros aportes, tanto mujeres como hombres nos involucramos de un modo u otro en el proceso, caminamos juntos, fuimos sujetos activos viviendo la circularidad dinámica entre “uno, algunos y todos”. El proceso sinodal tiene lugar en este momento dentro de una comunidad estructurada jerárquicamente.
Del excelente y sereno aporte de la profesora Serena Noceti, asumo que la sinodalidad es un camino de una comunidad de comunidades, que tratar de encontrar en común a través del discernimiento colectivo una ruta vital, conjunta, proceso que implica a todos, donde recoger y discernir es más complejo que consultar y deliberar. En todo este recorrido ha resonado como clave el escucharnos.
Me ha parecido valioso el aporte del liderazgo transformacional en este camino sinodal, donde todos los aportes son tomados en cuenta. Donde se transita del caminar juntos al involucrarnos, a sentir nuestra conexión de pertenencia, de identidad de estar interconectados.
El siglo XX es conocido como el siglo de la mujer, sin embargo, este tiempo histórico, son muy fugaces las pequeñas fisuras en la institución eclesial para dar acogida a las mujeres, su inclusión es mínima y aún le están vedadas las opciones de aportar con voz propia, en la toma de decisiones de una institución que también le pertenece.
El modelo del que me siento más familiarizada es el del liderazgo compartido, donde todos son y se sienten partícipes de la toma de decisiones, las relaciones son fluidas horizontalmente y se vive un empoderamiento de todos en las acciones y proyectos que se llevan a cabo, sentimos que nos pertenece y vincula en una red de vida y todos somos responsables de ayudar a su crecimiento. Un factor clave es el camino conjunto que nos pasa por el tamiz del silencio, oración, discernimiento y compromiso.
Esta muy claro que el uno siendo la figura del obispo, párroco y religiosas/os se debe impulsar las practicas de la sinodalidad. Así el uno debe trabajar la importancia de que todos los participantes hablen, porque todos somos sujetos y deben coordinar, cooperar a la acción del equipo
Se debe trabajar con el liderazgo transformador que escucha y discierne con la realidad de la comunidad buscando entre todo la transformación de la realidad-
Tratando de vivir los seis pasos:
1. Definir: la tarea, convocar, escuchar la voz de las minorías
2. Recoger la información tener la capacidad de escucha
3. Esbozar las alternativas resolver los problemas y debatir el problema
4. Identificar “criterios” se necesita la voz, opinión de teólogos
5. Evaluar las diferentes alternativas
6. Toma de decisiones unir e identificar la palabra de todos
Es un desafío trabajar en sinodalidad donde todos los fieles deben tener una formación para ir caminando juntos y la toma de decisiones sean de todos y no de unos cuantos.
Seleccione y explique un modelo elaboración y toma de decisiones.
Partiendo del adagio latino: “quod omnes tangit, ab omnibus tractari (et approbari) debet”, se puede afirmar que en la toma de decisiones (decision-taking), TODOS-ALGUNOS-UNO son participes de la elaboración de la decisión (decision making), la cual , cómo método de elaboración de decisiones, supone:
1. Definir el objetivo de la toma de decisiones (Uno/Algunos).
2. Recoger información, en esta etapa los fieles deben ser consultados: escuchar en el Espíritu (Todos).
3. Esbozar alternativas operativas, abrirse a los designios del Espíritu, aceptar las diferencias y establecer el mejor consenso posible (Algunos).
4. Identificar criterios de juicio (aporte de los teólogos a la luz de la Palabra) ellos salvaguardan la fe (Algunos).
5. Evaluar las diferentes alternativas (Todos).
6. Toma de decisiones: el Uno dará su decisión.
Para mi realidad pastoral, que es la educativa, este modelo nos permite una escucha y discernimientos para ser fieles a la esencia del acto educativo, el cual se da en la relacionalidad: la humanización de la persona.
El modelo de 7 fases que presenta Serena aplicable para el trabajo pastoral y toma de decisiones de la iglesia, presenta al UNO (Papa, Obispo o Párroco), como el custodio de la fe y el encargado de tomar la decisión, a los ALGUNOS (expertos en ciencias humanas y expertos eclesiales), como quienes se encargarán de vigilar el contenido teologal, cristológico, eclesial y humano y que aconsejarán al Uno para la elaboración de los criterios y finalmente a TODOS (Pueblo de Dios), quien expone la necesidad o la situación mediante la escucha y el diálogo y propone caminos de solución.
Considero que es aplicable en toda la pastoral, en mi caso en la catequesis, creo será una herramienta importantísima para una toma de decisiones y resolución de situaciones o problemas en comunidad.
Donde el todos pueda presentar su necesidad o inquietud, en un proceso de escucha y diálogo, proponer posibles soluciones en un debate fraterno, donde no se imponga lo que opinan el coordinador.
Lo que más me gusta del modelo es la posición del Uno, que escucha, observa y guarda silencio, pero principalmente ESTA AHI, siento que su presencia reforzaría mucho la comunidad de catequistas, nos sentiriamos apoyados y más pertenecientes a una familia parroquial.
Buena tarde
Seleccione y explique un modelo elaboración y toma de decisiones, y comente dónde y de qué modo puede ser aplicado en su realidad pastoral
Entiendo que cadauno de los modelos que venimos tratando son excelentes y se pueden aplicar en diferentes frentes de trabajo de la vida diaria, ya sea en la elaboración de un esquema de trabajo donde nos debemos involucrar, ya sea para procesos de evaluación y entrega de resultados pastorales, sociales, culturales y de fraternidad. Algo que me ha servido aprender es NOSOTROS, ALGUNOS Y UNO, es interesante descubrir como todos ahi estamos llamados a ser portadores de nuestros carismas y valores, donde se respeta los carismas y valores de los demas y reconocer y aceptar los resultados con un gran espiritu fraterno, donde se resalta la misericordia y ternura de Jesus, nuestro señor, aceptando la voluntad de Dios y vivir continuamente en proceso de conversión personal.
Han sido sesiones muy iluminadoras las de la profesora Serena.Muchas gracias,de verdad.
Tanto desde el aprendizaje en toma de decisiones,”Decision making”,roles,”uno-algunos,todos”,como desde el enfoque más sugerente y motivación al que ha provocado en nosotros en torno a temas como el papel de la mujer,el diaconado,la responsabilidad de los laicos,el empoderamiento de las mujeres religiosas y laicas,el cuidado de la palabra,la formación,nuevos ministerios,la necesidad de un cambio en la formación en los seminarios…
Temas que percibo en mi entorno como emergentes,pero con cierta tibieza y falta de esperanza,muchas veces.
El camino sinodal de estos años y la presencia de voces femeninas tan buenas y referentes en la siguiente etapa en octubre son signo de Gracia y del Espíritu.
Quiero mejorar el más y mejor compartir las decisiones tomadas cuando me corresponde a mí hacerlo.Y cuidar la motivación y la información de que disponen las personas implicadas en un proceso.Esto repercute en la actuación posterior al proceso.
Tras la conversación espiritual con el grupo,el martes 21 de marzo,anoté un subrayado del plenario que me acompaña estos meses :”No perder el agradecimiento como fuerza transformadora “.
El aporte de la profesora Serena Noceti en relación la”Decision making”, roles,”uno-algunos, todos”, como método para la elaboración y toma de decisión fue muy lúcido y claro. El poderlos trabajar con todos los pasos que nos dio creo que hace que el proceso sea ordenado y permite que toda la comunidad quede involucrada:
a. Definir el objetivo de la toma de decisiones, en esta etapa se convoca (uno/algunos).
b. Recoger información, en esta etapa los fieles deben ser consultados desde sus conocimientos y carismas, se debe estar preparado para escuchar en el Espíritu (todos).
c. Esbozar alternativas operativas, abrirse bajo los designios del Espíritu, aceptar las diferencias estableciendo el mejor consenso posible (algunos).
d. Identificar criterios de juicio, es tarea de los teólogos a la luz de la palabra, ellos salvaguardan la fe(Algunos).
e Evaluar las diferentes alternativas, (todos).
f. Toma de decisiones, el uno dará su decisión.
En este proceso hay contribución activa y participativa de todos en roles interdependientes Es un desafío hacer que todos se sientan involucrados y participen para poder llegar juntos a la última etapa de la toma de decisiones.
Seleccionar un modelo de elaboración y toma de decisiones, según lo expuesto por la Dra. Noceti, de cuanto ella expuso parece interesante la “Decisión making”, roles, “uno-algunos, todos”, como una buena propuesta para el método de elaboración y toma de decisiones puesto que resulta ser el que más luces arroja.
Es interesante tener presente los pasos de la decisión making
– Definir/aclarar el objeto de la decisión – uno – algunos
– Recoger las respectivas informaciones – todos – algunos-expertos
– Esbozar las alternativas operativas – algunos – muchos (agentes de pastoral)
– Identificar “criterios de juicio” – teólogos – uno
– Evaluar las diferentes alternativas – todos – algunos (Consejo Past.) –
– Toma de decisiones – votaciones – Uno.
Observando estas seis líneas se puede ver el proceso requerido, así se tiene en el primer paso: como el objeto de la decisión debe ser bien determinado, puntual y claro. Este requiere de agentes pastorales llamados a la “toma de decisión” y estos son: “uno y algunos”.
En el segundo paso, la “recogida de información”, esta se encomienda a “todos-algunos-expertos. Es así que todos están llamados a aportar con documentación, algunos llamados a analizar-depurar dicha información y a los expertos a sintetizar dicha información.
En el tercer paso, se trata de esbozar, bosquejar alternativas operativas. A esto, están llamados algunos y muchos.
En el cuarto paso, se trata de identificar “criterios de juicio”. En este caso son llamados los teólogos-expertos y el uno (la autoridad que debe decidir como autoridad).
En el quinto paso, se trata de evaluar las diferentes alternativas, tomadas de entre los criterios de juicio y a esto están llamados todos y algunos.
En el sexto paso, es la toma de decisiones del Uno, la autoridad.