Hoy, el Papa Francisco, hijo del Concilio Vaticano II, nos invita a recorrer y profundizar la senda de la sinodalidad para que todo el Pueblo de Dios sea el sujeto de la misión de la Iglesia. Para ello, nos propone “activar en sinergia sinodal los ministerios y carismas presentes en la Iglesia para discernir, en actitud de escucha de la voz del Espíritu, los caminos de la evangelización” (Comisión Teológica Internacional, La sinodalidad en la vida y en la misión de la Iglesia, 53). Esta propuesta se sitúa en el marco de un cambio del modelo eclesial que debe traducirse en una vivencia y práctica de la sinodalidad que genere un nuevo modo de comprender y ejercer el liderazgo en la Iglesia. Uno de los grandes retos hoy en día es cómo discernir la ministerialidad en clave sinodal, con sus implicaciones en relación al ejercicio del poder, la conformación de estructuras y la vivencia de dinámicas que contribuyan a vivir las propias vocaciones a la luz de prácticas sinodales, como son la escucha y la construcción de consensos. Por ello, durante esta semana queremos ofrecer algunos elementos prácticos y ejemplos de cómo vivir la sinodalidad en el seno de una comunidad eclesial. Al final de la semana, se compartirán experiencias que se están realizando en distintos continentes. También compartiremos la riqueza del método de la conversación espiritual que favorece una dinámica espiritual comunitaria con la finalidad de generar procesos de escucha, diálogo, discernimiento y construcción de consensos en las parroquias, asambleas y cualquier organismo eclesial donde se tomen decisiones y se rindan cuentas de los frutos de las decisiones tomadas (accountability).